Pripyat, una ciudad fantasma por el desastre de Chernóbil

Pripyat, situada a unos dos lilómetros de la central de Chernóbil, es tristemente célebre por ser la protagonista de uno de los grandes desastres del siglo XX. El 26 de abril de 1986 se produjo una explosión en su reactor número cuatro liberando ingentes cantidades de radioactividad (400 veces más radiación que la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima), altamente nocivas para la salud. Tres días después los casi 50.000 habitantes que tenía la ciudad comenzaron a ser desalojados, dejando el paisaje parado en el tiempo por el súbito traslado. Nunca volvieron, nada más que unos pocos de sus habitantes de los alrededores, que debido a su longevidad, los efectos radiactivos son más lentos en sus organismos.



Fue fundada en 1970 precisamente para habitar a los trabajadores de la central y poco a poco comenzó a desarrollarse. Hoy en día no tiene habitantes y solo visitan sus territorios científicos, turistas y fuerzas del estado que custodian el territorio, aunque es relativamente fácil conseguir un permiso de entrada. Las ventanas están abiertas con la intención de que transeuntes irresponsables tengan la tentación de pasar la noche en algunos de sus muchos hogares.



A pesar de los altísimos índices de radioactividad irregularmente repartidos por el terreno, los pisos y las casas han sido saqueadas por ladrones, llevándose las cosas de valor, aunque permanecen las estructuras y elementos de poco valor casi en el mismo estado en que fueron abandonados. Se encontraron algunos mensajes de habitantes que dejaron sus casas rápidamente alertando a posibles merodeadores de que no poseían bienes de valor.