Cristo que llora sangre

Una imagen del Sagrado Corazón de Jesús llora lágrimas de sangre en la localidad de Santa Lucía. El curioso hecho ocurre desde el martes, en la casa de la familia De Marco.
Varios sacerdotes de la diócesis visitaron la casa y, según la propietaria Antonia de Marco, señalaron que se trata de un “milagro de sanación”.
Desde el martes 7 de agosto, la familia santaluceña es testigo de un suceso inexplicable. Un cuadro con la imagen del Sagrado Corazón derrama lágrimas de sangre.
En diálogo con La República, Antonia De Marco relató: “ Se trata de un póster de cartón que me regaló mi marido hace más de 10 años. Lo compró un 13 de diciembre en la fiesta de la Virgen, aquí mismo en Santa Lucía. Yo lo mandé a encuadrar y lo colgué en la entrada”.
La historia comenzó unos meses atrás cuando su marido notó unas gotas de agua que salían todos los días del mismo ojo de la imagen. El fenómeno se repitió varios días.
Según Antonia, ella no veía las lágrimas, pero su esposo las secaba y “el paño no se mojaba”. La situación se volvió más llamativa cuando el martes, a las 11, observó un líquido rojo que salía del ojo derecho de la imagen. La secreción se detuvo a las 14 y se repitió hasta ayer.
El suceso dura unas horas y luego desaparece. “Cuando están las lágrimas, la expresión de Cristo es muy triste. Luego, el semblante cambia y transmite una sensación de paz”, señaló Antonia, la testigo directa del hecho.
“Se forman dos rayas de sangre, como lagrimones. Tocamos el líquido y no mancha los dedos. Los sacerdotes me dijeron que lo exponga a la gente y que no lo toquemos”. Aseguran que cuando intentaron mover el cuadro para llevarlo a la iglesia las exudaciones cesaron.
Desde el día del “milagro”, cientos de personas se congregaron en la casa de los De Marco para presenciar el fenómeno. La gente reza y suplica.
Los miembros de la familia señalaron que “no hay mejor prueba que la fe para saber que se trata de un mensaje enviado desde los cielos. Si uno tiene fe y ve llorar la imagen, entonces la prueba es más que suficiente”.
Antonia atribuye este hecho a una señal de bienestar producto de su credo. Hace dos años fue victima de una enfermedad y decidió formar parte de un grupo de oración de la parroquia local. “Movida por la fe, logré superar estos obstáculos y, según el sacerdote de Lavalle, se trata de un milagro de sanación para mí y mi familia”, aseguró. Las palabras del padre tranquilizaron a los habitantes del hogar, quienes tienen problemas económicos.
No descartan la visita del obispo de Goya, Ricardo Faifer, en los próximos días, para corroborar el impactante fenómeno.
Con los ojos tristes, en una aparente muestra de sufrimiento, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús volvió a derramar lágrimas de sangre por última vez aproximadamente a las 11 de ayer.
Los sacerdotes que acudieron al lugar se postraron para rezar luego de observar el cuadro desde todos los flancos para así descartar fraudes.