Muchos creen que Satanás no existe en realidad y que su supuesta persona no pasa de ser un principio de mal, o influencia, que se manifiesta en el hombre y en el mundo en general. Lo erróneo de este concepto se demuestra al tomar en cuenta que hay la misma evidencia abundante respecto a la personalidad de Jesucristo como en cuanto a que Satanás es una persona real. Las Escrituras, que son la única palabra de autoridad en esta materia, consideran que tanto Jesucristo como Satanás son seres personales; y si la personalidad de Jesucristo es aceptada en base a lo que la Biblia enseña, la personalidad de Satanás debe aceptarse también sobre el mismo testimonio. Otros creen que Satanás es la causa directa de los pecados de cada persona. Pero esta idea no está en armonía con la verdad: a) porque, en primer lugar, el propósito principal de Satanás no es promover el pecado en el mundo. El no tenía en un principio el intento de convertirse en un demonio, sino el de ser «semejante al Altísimo» (Is. 14:14); él no tiene tanto el ánimo de destruir como el de construir y realizar su gran ambición de autoridad sobre este sistema mundial, en cuyo programa se incluye cultura, moralidad y religión (2 Co. 11: 13-15). La idea de que Satanás es actualmente la causa directa del pecado es falsa: b) porque la Biblia dice que los pecados vienen directamente del corazón depravado del hombre (Gn. 6:5; Mr. 7:18-23; Stg. 1:13-16). LA OBRA DE SATANAS Isaías 14:12-17 es uno de los muchos pasajes que dan testimonio acerca de la obra de Satanás. Este pasaje revela el original y supremo propósito de Satanás. El deseaba ascender al cielo, exaltar su trono sobre las estrellas de Dios y ser semejante al Altísimo. En la consecución de este fin él echaría mano de sabiduría y poder inmensurables; debilitaría las gentes; haría temblar la tierra; trastornaría los reinos; convertiría el mundo como un desierto; asolaría las ciudades y rehusaría poner en libertad a sus presos. Aunque cada una de estas declaraciones es en sí aterradora, hay entre ellas dos que merecen especial atención: «Seré semejante al Altísimo» (v. 14). Esta expresión indica el principal motivo que le guía en todas sus actividades después de su caída. Según lo que tenemos revelado en las Escrituras, el curso de las actividades de Satanás después de su caída moral puede trazarse solamente siguiendo la línea de lo que ha sido su motivo supremo: «ser semejante al Altísimo». Este fue el propósito que con toda seriedad él recomendó a Adán y Eva (Gn. 3:5), y al aceptar el ideal satánico, ellos se independizaron de Dios, quedaron dependiendo de sus propios recursos y el centro de su vida llegó a ser su propio yo. Además, esta actitud de Adán y Eva llegó a ser su misma naturaleza, la cual han transmitido a su posteridad, al grado de que todos sus descendientes son llamados «hijos de ira» (Ef. 2:3; 5:6; Ro. 1:18), y ellos deben nacer otra vez (Jn. 3:3), y cuando ya son salvos, tienen que pasar por grandes conflictos si desean rendir su vida completamente a la voluntad de Dios. También el deseo de Satanás de ser «semejante al Altísimo» se ve en su pasión de ser adorado por Cristo (Lc. 4:5-7). Cuando por un breve momento el Hombre de Pecado «se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios» (2 Ts. 2:3-4; Dn. 9:27; Mt. 24:15; Ap. 13:4-8), el propósito supremo de Satanás se habrá realizado bajo la voluntad permisiva del Señor. SUPUESTAS FOTOS DEL MALIGNO http://img522.*************/img522/3388/satanas8uh.jpg EL DESTINO DE SATANAS La Palabra de Dios es tan explícita al referirse a la carrera y destino de Satanás como lo es cuando nos habla del origen de este ser extraordinario. Hay contra Satanás cinco juicios progresivos que podemos distinguir en las Escrituras: La caída moral de Satanás. Aunque el tiempo de este evento, que aconteció en el remoto pasado, no se nos ha revelado, la caída moral de Satanás y su consecuente separación de Dios se indican claramente en las páginas de la Biblia (Ez. 28:15; 1 Ti. 3:6). Es evidente, no obstante, que él no perdió su posición celestial, ni la mayor parte de su poder, ni su acceso a Dios. El juicio de Satanás en la cruz. Por medio de la cruz Satanás fue juzgado de una manera completa (Jn. 12:31; 16:11; Col. 2:14-15); pero la ejecución de la sentencia queda pendiente todavía para el futuro. En el jardín del Edén Dios predijo esta sentencia y su respectiva ejecución (Gn. 3:15). Satanás será arrojado del cielo. A mediados de la Gran Tribulación y como resultado de una guerra en el cielo, Sa- tanás será arrojado de las alturas y limitado en sus activi- dades tan sólo a la tierra. Entonces él actuará con grande ira, sabiendo que no tendrá sino un poco de tiempo para continuar su obra (Ap. 12:7-12; cf. también Is. 14:12; Lc. 10:18). Satanás será confinado al abismo. Durante los mil años del reino de Cristo sobre la tierra Satanás estará atado en el abismo; pero después será suelto por «un poco de tiempo» (Ap. 20:1-3, 7). El propósito para confinarle al abismo es para hacer imposible que actúe y continúe engañando a las naciones. La condenación final de Satanás al final del milenio. Después de haber promovido una rebelión en contra de Dios, durante el «poco de tiempo» que estará en libertad, Satanás será lanzado en el lago de fuego para ser atormentado día y noche para siempre jamás (Ap. 20:10).
lamentablemente tu informacion es re buena pero no mas veridica que un libro de ciencia ficcion . bueno a mi opinion la biblia es eso .un libro de ciencia ficcion aunque a veces me pregunto si ser ade terror.
buen aporte eso si, son weones algunos, dicen que viva el lucifer o nombres raros, despues cuando se encuentren con el, son un suruyo espiritualmente jaja dan risa saludos