REVELA TUS ZONAS ERÓGENAS Antes de descubrir qué rincones de tu cuerpo te producen sensaciones desbordantes, debes analizar si el espacio donde te encuentras a diario contigo misma, con tu intimidad, es el propicio. Para esto debes hacer lo siguiente: Cuestiónate: ¿cómo te sientes ahí?, ¿te gusta?, ¿es cálido?, ¿te predispone para el placer, para el encuentro para ti misma? Piensa qué cambios le realizarías a este lugar, qué le agregarías o sacarías para darle un ambiente de erotismo, ¿quizás una luz más tenue, una imagen, un espejo?. Tu decides. Implementa las modificaciones. Escribe sobre cómo te sentiste observando tu cuarto, tomando la decisión del cambio y llevándolo a cabo. Ahora ya puedes pasar al siguiente ritual porque ya tenemos listo el lugar donde lo realizaremos. Es importante que entiendas que para descubrir aquellas partes de tu cuerpo que te producen sensaciones especiales, tienes que revelarlas no desde la excitación, sino del placer, y mediante los siguientes pasos: Dedica una mañana entera y preocúpate de que tu cuerpo esté limpio. Dibuja en un papel blanco tu silueta de frente y trasera, y marca qué zonas son las que más me gusta que me toquen o acaricien. Ingresa a la ducha, toca cada parte de tu cuerpo, desde las puntas de los pies hasta tu cabeza. No como si fuera una rutina donde aplicas el jabón y ya, por el contrario, debes sentir el roce de tus manos masajeándote. Una vez que hayas recorrido cada centímetro de tu piel, te sales y te secas. Ponte cómoda en tu cama, o donde quieras y comienza a aplicarte aceite corporal en todo el cuerpo y empieza a identificar qué partes son las que combinan lo rico con lo placentero, dándole importancia a la intensidad en que te gusta como te toquen, la presión, la velocidad y la frecuencia. Quizás para ti no tiene el mismo efecto si presionas las yemas de los dedos o si es un pequeño contacto casi insignificante. La idea no es excitarse, sino identificar las zonas erógenas. Luego del baño y de los masajes con aceite, vuelve a marcar tus zonas erógenas, de seguro habrás descubierto varias nuevas. Con el resultado de este ritual podrás utilizar dichas zonas en tu sexualidad, logrando evitar que estas pasen desapercibidas. Si logras hacer este ejercicio en pareja es mucho mejor. La finalidad no es tener una actividad sexual, sino que ambos se descubran. En vez de masajearte a ti misma, él recorre con sus manos desde tu cabeza hasta tus pies y tu a él, dejando de lado las partes genitales de los dos, ya que este ritual deben hacerlo desde la propiocepción, en donde cada uno se debe hacer cargo de lo que les gusta, más allá de sus aparatos reproductivos.
esos articulos de comopoltinan putas k tiene engrupidas a las mujeres y son puras mulas k no sirven pa na...
ajajajja ql pesao ajjajajajaa en mi caso la oreja ..........cuando mi pareja me da besos ahi por la orejita o al ladito ahi en el cuellito wuoooo......ardo a mil grados altirante!!!:enlahoguera:
ahh, ni loca me pongo a dibujar mi silueta pa ver ke me gusta ke me token.. .prefiero averiguarlo en el acto joajoajoa
jajajajajajaja... Wn directo... Ajajajajajjajajaja x mi parte sus besos en el cuello o debajo del ombligo esa parte justo antes q empiecen a bajar...
jajajaj el culiao directo la kgo, aparte de eso tan los besos en el cuello y su mordia de oreja tmbn, sus rasguñones en la espalda y cosas asi son rewenas pa calentar la sopa.