Inició su recorrido musical como baterista, pero antes, incluso, de formar el grupo que le dio fama mundial, decidió cambiar a la voz. Había algo en su forma de cantar que lo hacía reconocible, intimidante, interesante... único. Con él se completó un cuarteto de vocalistas inigualable en Seattle: Cobain y toda su furia punk, Vedder y la profundidad de su vozarrón, y la garganta privilegiada de Cornell que llegaba al infinito… a esto se sumaban la sensibilidad y emotividad de Staley. Su voz fue su sello. Y su sociedad con Cantrell, el de Alice in Chains. Temas como ‘Brother’, ‘No Excuses’ o ‘Heaven Beside You’ tienen trabajos vocales notables, que independientemente de los gustos musicales, hicieron que el cuarteto se ganara el respeto y la admiración de toda la escena rockera mundial. La primera banda de verdad que integró fue Alice in Chains, siempre a cargo de la voz. Lo mismo ocurrió cuando formó Mad Season, su proyecto paralelo con Mike McCready de Pearl Jam y Brett Martin de Screaming Trees. Como mencionamos, comenzó su relación con el rock como baterista, a los 12 años. Aunque para ser realistas, no sólo la batería lo acercó a la música. Él mismo contó alguna vez la anécdota: “(en la misma época que comencé con la batería) Leí mi primer artículo sobre un rockstar de los 80, y él estaba en una limosina, jalando en un espejo y tenía una mina a cada lado. Y ahí decidí que también quería ser rockstar. Yo quería jalar y a esas minas en mis brazos. No tenía idea de lo que eran ‘esas cosas, pero me impresionó porque estaba escrito en una revista”. Pocos años después, cumpliría aquel sueño. Las drogas fueron, lamentablemente, otro de sus sellos distintivos. Su consumo permanente marcó también su relación con la banda. Por ejemplo, en “Dirt” hay cinco temas que hablan de la heroína. En “Alice in Chains”, otro tanto. En la época de gloria del grunge, allá por 1994, tras la edición de “Jar of Flies”, su adicción comenzó a ser un problema. Hasta el 93, no había tenido mayores inconvenientes para desempeñarse como cantante de un grupo de rock, incluso participaron del Lollapalooza ese año. La temporada siguiente, con el éxito mundial de su EP, la banda estaba lista para salir de gira con Metallica, pero un día antes tuvieron que cancelarlo, por los serios problemas de Laney con drogas, más los de Sean Kinney con el alcohol. Ese 94 casi terminó con la banda, pues Kinney no quería seguir tocando con Staley Una vez que regresaron con su disco homónimo, no pudieron salir de gira porque él, simplemente, no podía aguantar el ritmo. Sólo cuatro fechas teloneando a Kiss, y luego Staley volvió a su reclusión en su hogar, solo, estilo que llevaría en los últimos cinco años de vida. Su personalidad hizo que durante toda su vida tuviese el mismo comportamiento, el de aislarse, ocultarse. Nunca quiso hablar de su infancia (lo más explícito que alguna vez dijo fue “sin profundizar, oscuros secretos ahí”, ni tampoco mucho de su relación con la droga. Tal vez la única vez que habló sin tapujos fue en una entrevista en 1996 con Rolling Stone. Dijo que no hablaba del tema, no porque se avergonzara, sino porque no quería que sus fans pensaran que glorificaba las drogas. “Cuando comencé a drogarme, eran fuckin buenas, y me funcionaron bien por años, pero ahora se están volviendo en contra mía y ahora estoy caminando por el infierno, es terrible. No quiero que piensen que la heroína es cool. Algunos se han acercado a mí y me han saludado con sus pulgares arriba, diciéndome que están volados. Eso es exactamente lo que no quería que pasara”. No hay ninguna duda de que la prensa sobreexpuso su situación, y por mucho tiempo su nombre fue sinónimo de “rockero drogo” o algo así. Especialmente tras el fallecimiento de Kurt Cobain. Luego de la muerte del propio Layne, tan triste, tan solitaria, tan miserable, muchos han tomado su caso y lo han expuesto como el ejemplo de lo que no hay que hacer. Si algo bueno sale de eso... De cualquier manera, en Alice in Chains, tras los incidentes de 1994, decidieron dejar hacer a cada uno lo que quisiera con su vida. Todo el cariño que se tenían lo conjugaron con el respeto por la libertad del otro. En 1996, Jerry Cantrell reconocía estar al tanto de que Layne seguía consumiendo drogas en forma habitual, pero que, aparte de aconsejarlo y cuidarlo, no podía hacer más. “Eso no significa que no lo quiera. Soy capaz de cruzar el mundo por él”, respondía cuando algunos cuestionaban la forma de llevar su amistad entre los miembros del grupo. Cantrell hizo siempre lo que pudo por Staley, no hay dudas de eso. En 1998 intentó reintegrarlo a la banda, cuando grabó “Boggy Depot”, su debut solista, inicialmente pensado como un disco de Alice in Chains, pues en él participaron Inez, Kinney e incluso Toby Right, el productor. Pero Laney no quiso. Claro, la fórmula ya les había resultado una vez, pero en el disco homónimo, donde Laneyfue el último en integrarse. De hecho entró tan sobre la marcha que algunas de las letras que hizo fueron agregadas en el mismo estudio y salieron “de la nada”. Fue tan espontáneo que Staley ni siquiera las memorizó, las cantó sobre la marcha. Ya se hacía demasiado evidente lo complicado que era para él trabajar al ritmo de sus compañeros, quienes así y todo nunca pensaron en dejarlo de lado, muy por el contrario. Los últimos recuerdos del grupo parecen hoy esfuerzos casi heroicos de Staley: su aparición en el MTV Unplugged y un par de años después grabó dos temas (‘Get Born Again’ y ‘Died’ para la caja “Music Bank”, donde el primero de ellos fue incluido en el CD recopilatorio “Nothing Safe”. Después de eso, nunca más volvió a juntarse con sus compañeros de toda la vida. Una vida que dejó momentos imborrables, como el mencionado Unplugged, el Lollapalooza, y los shows que dieron en sus inicios en Seattle, donde en un mismo club podían tocar Alice in Chains, Soundgarden y Mudhoney mucho antes de que explotara la bomba grunge. Sin ir más lejos, la primera vez que Pearl Jam tocó, bajo el nombre de Mookie Blaylock, fue en el mítico Off-Ramp Cafe teloneando a Alice in Chains. Hoy, claro, todo Seattle dice haber estado en esas jornadas gloriosas de rock noventero. Las canciones que compuso la agrupación siempre tuvieron el condimento de las letras. Centradas en la muerte, en el sufrimiento, en la depresión. Su última composición, ‘Get Born Again’, que golpeó los rankings en 1999, decía “¿Me vas a proteger cuando esté arruinado? Espero que todavía estés vivo”. Ese fue el regreso de la fórmula Alice in Chains en pleno. Tras la muerte de Laney, algunos de sus versos se convirtieron en verdaderas leyendas, por la forma en que se refería a su drogadicción y a la muerte. Estos son sólo algunos ejemplos: Confusion (Facelift, 1990) “Amor, sexo, dolor, confusión, sufrimiento/ Tú estás ahí llorando, yo no siento nada/ Perforando mi camino en lo profundo de tu cabeza/ Hundiéndome, drenándome, ahogándome, enfermándome, muerto”. Junkhead (Dirt, 1992) “Tú no puedes entender la mente de un consumidor/ Pero trata, con tus libros y grados.../ Si te dejas llevar y abres tu mente/ Te apuesto que estarás como yo/ Y no es tan malo/ Dilo, ¡lo hago mucho!”. Dirt (Dirt, 1992) “Nunca he sentido tanta frustración/ y falta de autocontrol/ Yo quiero que me mates/ y me empujes para abajo, no quiero vivir más”. Nutshell (Jar of Flies, 1994) “Voy a pelear esta batalla en solitario/ Nadie a quien llorarle/ Ningún lugar que llamar ‘hogar’/ ...y ahora encuentro/ repitiéndose en mi cabeza/ ‘si no puedo ser yo mismo/ me sentiría mejor muerto’”. Dando un vistazo rápido (o no tanto) a las ideas que rondaban la cabeza de Laney, uno se pregunta cómo resistió tanto tiempo. Especialmente tras 1998, cuando casi no salía de su hogar. Y tras la Muerte de su novia, por una infección que contrajo mientras se drogaba, cayó en una depresión con la que sencillamente no pudo. Su final fue tan triste que cuando fue encontrado sin vida el 20 de abril de 2002, llevaba ya dos semanas muerto, tras una sobredosis de heroína y cocaína. Cuesta entender cómo alguien que era tan carismático y querible haya muerto tan abandonado. Siempre existió miedo con respecto a su estado de salud. Incluso en 1996 ya se había rumoreado que estaba muerto, y que se estaba ocultando la información para que no opacara el lanzamiento del nuevo disco del grupo. Era evidente su deterioro de salud en aquel año. No sólo por sus problemas con la heroína (en esa época ya tenía marcas de haberse inyectado incluso en las manos), sino porque cinco de sus amigos habían fallecido por diversos inconvenientes acarreados por el consumo, varios de los cuales se suicidaron. Staley reconoció que temía a la Muerte, “especialmente la muerte por propias manos. (...) Hubo un tiempo en que las cosas eran un poco desesperantes, y consideré que quitarme la vida podía ser un escape. Hice una serie de intentos realmente débiles, más que nada para ver si era capaz de hacerlo. Y no lo fui”. Según los estudios que hicieron los médicos de su cadáver, Layne Staley murió el 5 de abril de 2002 en su hogar. Con él se fue el sueño de ver a una de las mejores bandas de los noventas reunida por última vez con su formación completa. Un sueño no sólo de sus fans, también de sus amigos y colegas de Seattle, con quienes de alguna u otra forma Staley siempre tuvo contacto. Mike Arm de Mudhoney y Chris Cornell no sólo lo conocieron de sus inicios juntos en los clubes de Seattle, además cantaron en el tema ‘Right Turn’ del EP “Sap”. Los muchachos de Pearl Jam también lo frecuentaron en el circuito local, y Mike McCready tocó con él en Mad Season. Mark Lanegan y Brett Martin de Screaming Trees también sufrieron con su partida. Quizás el caso más explícito fue el tema que escribió Eddie Vedder la mismísima noche que se enteró. Su nombre es ‘04/20/02’, salió como track escondido en el recopilatorio “Lost Dogs”, y rescatamos algunos versos muy explícitos: “Así que ustedes idiotas/ Que cantan igual a él/ Siéntanse libres de hacerlo/ Porque está muerto/ (...) Un amigo solitario, que todos conocimos/ Siempre quisimos que salieras adelante/ No te culpamos/ (...) Así que canten igual a él, fuckers/ No lo van a ofender a él Sólo a mí/ Porque él está muerto”. Su muerte era cosa de tiempo. Una vez que desapareció del mapa, era una noticia que podía llegar en cualquier minuto. Pero no por ello fue menos dolorosa. Jerry Cantrell ni siquiera pudo hablar en su despedida. Aquí en Chile, el impacto fue el mismo. Misas especiales y reuniones de fans en el cerro Santa Lucía. Todo para recordar a uno de los grandes personajes del rock de los años noventa. El mismo que cantaba con tanta pasión “yo creo que va a llover... cuando muera”. Y llovió, en los corazones de miles alrededor del mundo. Imposible de olvidar. Hasta siempre Layne. ALICE in CHAINS bueno, esto no lo escribí yo, o sea si lo escribí, pero lo saqué de una revista Rockaxis de hace como mil años... Saludos a todos los Gruges y Rockeros de Corazón que sienten un vacio todos los dias 5 de abril debido a la pérdida de dos Grandes... Layne Staley 1967/2002 Kurt Cobain 1967/1994 Aca mi otro tema sobre aniversarion 16 de la muerte de KC http://www.portalnet.cl/comunidad/showthread.php?t=466509
buena man! se agradece! siempre es un agrado leer tus temas! para muchos, Layne y Kurt siguen vivos en nuestro corazon!
[ame]http://www.youtube.com/watch?v=3px0m1Y9Tuc&feature=fvw[/ame] me emociono caleta con esta cancion
buen tema man... exelente tema.-... weon yo creo que es uno de los mejores vocalistas que ha existido, sin exagerar, creo que se perdio un gran icono musical con su muerte... un tipo fuera de serie... si tan solo hubiese podido escucharlo en vivo alguna vez :/
Casi lloré al leer esto, Jerry trató de ayudarlo, fue digno de el en ayudarlo y asi demostró que quería sacarlo de las drogas buen gesto de amistad. Y cuando se saca los lentes en el unplugged, quedé pa la cagá cuando vi los ojos hinchados por la heroína, fue triste. Siempre las drogas han estado en contra de la música y siempre lo estarán, por eso las aborrezco. Layne, no te olvidaremos.