¡A Discreción! Póngase a discreción y escúcheme soldado, quiero hablarle de lo que está pasando, no quiero verlo más con los ojos tristres, la cabeza baja y el corazón cansado. Es difícil lo que voy a decirle porque antes nunca había pasado, y se hace difícil entender las cosas cuando entenderlas hace daño. Cuando usted se puso este uniforme supo que tenía que vivir luchando, y que en el trabajo de todos los días no había lugar para el desgano. Ya sé que quedan pocos hombres y que entra de guardia con veinticuatro y justo ayer se le enfermó la patrona y se terminó de completar el cuadro. Esto, esto es el sacrificio del que tanto le había hablado, es la frontera entre los débiles y los fuertes, entre ser civil o ser soldado. Es el orgullo de sentirse hombre a fuerza de aguantar los golpes bajos, de caer y levantarse mil veces sin que nadie lo vea derrotado. Así es como se sirve a la Patria con el corazón fuerte y bien templado, para aguantar de frente a los que ahora nos quieren débiles y fracasados. Ahora, si todavía tiene ganas de sentirse un buen soldado, vaya, agarre su fusil y venga conmigo, tenemos que seguir luchando.
lindas y emociantes palabras para cualquier hombre que se sienta identificado con su país y su ejército, saludos.