Aventuras Reveldes

La siguiente historia, es una historia real aunque un poco editada (las imagenes son solo referencia). Le paso a un amigo que me autorizo a relatarla siempre y cuando guardara toda anonimidad, por ende me referiré a él como José…



Bueno les cuento…


José, un adolecente de 14 años de contextura normal como cualquier joven de esa edad, pero tímido, se fue a vivir con sus padres a la nueva casa luego de pasar años de arriendo tras arriendo, era el sueño de sus vidas, la casa propia…
Ellos llegaron a vivir a una nueva población construida recientemente, por ende nadie se conocía en ese nuevo barrio, pero eso no fue impedimento para conocer nuevas personas. Fue cuando José puso sus ojos en su nueva vecinita, era la mujer perfecta, de 1,70 mts de alto, un cabello liso que brillaba al sol, unos ojos verdes, era una morenaza de cuerpo casi perfecto, una delantera no tan grande pero bien firme y paradita, una cinturita que destacaba con un abdomen apretadito y una cola de MIEDO, y por cierto muy risueña. Su nombre era Maritza una joven de 16 años.

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En ese momento a José le nacieron los deseos de tenerla entre sus brazos, pero por su personalidad nunca fue capaz de tirarle “los cortes” y siempre que podía iba a su casa ya que sus padres se hicieron muy buenos amigos y cada vez que había una festividad, sus familias se reunían a compartir juntos. Fue en uno de esos momentos, Año Nuevo en casa de Maritza, cuando José se dirigía al baño y antes de llegar vio por una puerta a Maritza en su dormitorio cambiándose de ropa.

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Estaba con muy poquita ropa, solo llevaba unas pantaletas semitransparentes con encaje de color amarillo, que se lo devoraba ese par de nalgas firmes y paraditas, y un sostén que hacía que sus tetas se les vieran más ricas, José se pasaba muchos rollos, pero sabía que Maritza solo lo veía como un amigo… Entonces José bajo rápidamente las escaleras y al rato Maritza con un vestido ajustado que dejaba mucho a la imaginación…


Paso un tiempo y José escucho una conversación entre sus padres y los padres de Maritza en donde se enteró que Maritza estaba en una relación amorosa con un tipo. Fue cuando José se dio cuenta que la estaba perdiendo, aunque nunca la tubo, pero se sentía como que estaba cultivando una relación a su manera, en su mente, solo pasándose rollos, y que algún día la tendría cumpliendo esos deseos que tan caliente lo tenían.


José comenzó a frustrarse cuando Maritza le confeso que quería arrancarse de casa, que quería convivir con el tipo que le estaba calentando la sopa. José quería confesarle su pasión, quería contarle todo lo que el sentía por ella, pero no se atrevía y solo se resignaba a la situación que le tocaba vivir…


Cuando Maritza se fue, él decidió sacársela de su cabeza, no quería seguir sufriendo ocultamente y se propuso cambiar su actitud y conocer una nueva chica, la que no tardó en aparecer…


En la gira de estudios de José, se fue con sus compañeros por una semana a la playa, donde en una disco conoció a esa chica, una joven de su edad con un cuerpo muy delicado y sensual, no muy voluptuosa, pero tenía lo suyo… José, aconsejado de sus compañeros, decidió ir por ella y jugársela, después de todo no tendría nada que perder así que espero su oportunidad y actuó. Aunque al principio no se sentía confiado de sí mismo, recordó lo que sus compañeros le dijeron y se armó de valor y confianza…. Fue entonces cuando se acercó a la chica y la invito a bailar, luego le ofreció un trago y juntos fueron afuera a conversar. Después de un rato, entre risas y más risas se atrevió a besarla, ella no se negó y se enfrascaron en un largo beso que termino con la chica invitándolo a salir del recinto.

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Se fueron del lugar y se dirigieron a la playa, donde caminaron a la luz de la luna y en la tranquilidad que había en ese lugar. Era el lugar perfecto para conocerse de mejor manera… José, luego de un rato de caminar, le dijo: “hemos hablado mucho, pero no me has dicho aún cómo te llamas?” a lo que la chica le dijo: “es realmente importante saberlo?” “no” le dijo José y la chica lo toma de su cara y le besa los labios nuevamente. José la abrazo de la cintura mientras se besaban, y ella bajo sus manos a su pecho, le tomo su polera entre sus puños invitándolo a seguir más allá. José estaba temblando, era su primera vez, y no sabía cómo hacerlo, pero la chica le decía, tranquilo! Te va a gustar…

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Entonces se tiraron en la arena, entre unas rocas, y entre besos y besos, la chica se quitó su polera, José estaba ardiendo en deseos. La chica le toma las manos a José y se las llevó a sus pechos, era la primera vez que José podía sentir entre sus manos unos pechos firmes y paraditos… Ella bajo el cierre de su pantalón y metió su mano, José tenía su pene erecto y muy mojado lo que hizo tentar aún más a la chica, ella le bajo el pantalón y rápidamente llevo a su boca el pene de José, que ya reventaba de excitación, se dirigió al país y José estaba en las estrellas. Luego de unos minutos de ricas felaciones, ella con su boca le coloco un condón, se bajó sus colales y se levantó levemente su mini. Él aún recostado sobre la arena, solo miraba a la chica sin poder creer lo que estaba viviendo, fue entonces cuando ella se le subió arriba de su obelisco, podía sentir el calor de sus labios, la humedad de su jugosa vagina, el palpitar de su pene entrando y saliendo de ese lugar tan cálido y apretadito. José estaba viviendo un momento que nunca creyó poder lograr, solo atinaba a tocar los pechos de la misteriosa chica.


Luego de un rato, la chica lo invito a ponerse de pie, ella coloco sus manos sobre una roca y poniendo su colita paradita hacia José, lo invitaba a seguir penetrándola. José la tomo de la cintura y dirigiendo su pene, la comenzó a envestir, al principio suavemente, luego fue tomando velocidad, lo que hizo que ella soltará unos gemidos que podían escucharse a lo largo de la playa, José no podía seguir aguantando más, tras estar demasiado agitado solo quería venirse. Ella noto que José estaba a punto de irse y rápidamente se salió y le quito el condón, comenzó a chuparle todo su pene, sus testículos mientras con su mano lo masturbaba… Él no aguanto más y expulso toda su leche en la boca de la chica, era el momento más feliz que José podía estar viviendo…

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Después de ese momento, rápidamente se pusieron sus ropas y se retiraron del lugar, José quiso acompañar a la chica, pero ella le dijo que no, que volviera mejor con sus amigos…


Rápidamente pasó la semana de su gira de estudios, y José a partir de esa experiencia, se sintió más confiado de sí mismo y ya no se sentía como el típico cabro chico “manfinflero”

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Al Volver a su casa se encontró con una grata e inesperada sorpresa! era la chica de su vida, de la que siempre estuvo “enamorado” ocultamente, la que lo hacía pasarse más películas que un cine. Era Maritza que lo estaba esperando en su casa…


José no lo podía creer, y es que nunca pensó volver a verla, ni mucho menos, tan pronto como lo creía. Maritza le dijo: “Hola mi niño, necesito hablar contigo”. José ni se imaginaba lo que le esperaba y le respondió: “Dime”, a lo que Maritza le responde: “no puedo decírtelo en este lugar, mejor vamos a tu Habitación…”

Lo que sigue se los dejo a su imaginacion...

Ojala les aya gustado!!!
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jajajaja