voy a seguir en la misma linea por el momento. este tema se llama el pago de chile : despues de la guerra del pacifico muchos soldados chilenos quedaron desamparados por el gobierno de esa epoca .el dia 15 de este mes de este año ,subi un tema llamado la cantinera del 2º de linea maria queteria ramirez. en el tema agrege una carta en la cual ella se dirige a uno de los mas altos cargos del pais. en esa epoca solicitando al entonces gobierno de chile su sueldo que se le adeudavan y las recompensas que se le prometieron. que no fueron cancelados nunca dejandola en la miseria a tan valiente mujer que tuvo que pasar por muchos horrores en la guerra desde ser pricionera de los peruanos las batallas en las que se vio involucrada ,ayudando a los heridos de nuestro ejercito pues bien hoy 17 de marzo 2011 les dejo otras historia e imagenes del pago de chile . dejo claro que no son informaciones mias son copiadas de la pagina web batallones de atacama. si se preguntan por que creo estos temas que de alguna forma dejan mal al gobierno de chile de esa epoca no es por ser antipatriota ni nada parecido es solo para crea un poco de conciencia en la gente de los horrores que vienen despues de una guerra. bueno espero les guste el tema. Don José María Rodríguez Capitán Don Bernardo Necochea. Don Luis Alejandro Hurtado Don Abraham Saravia Don Manuel Villarroel Don Estanislao Lleon Don Andres Briones Don Alvaro Gutierrez Don Nemecio Orellana Don Cecilio Nuñez Don Rrufino Rrojas Don Manue Lara Don Pedro Silva Don Hijinio Figueroa Don Francisco Martinez Don Francisco Solano Carrasco Don Juan Fuentes Don Ramon Barrera Don Luis Santiba Don Jovino Parraguez Veterano del 79 (El pago de Chile) Instantaneas Santiaginas Dias antes de dictarse la ley de recompensas quien entran a la moneda tenia necesariamente que encontrarse con un viejito al peso de los años, enfermo y andrajoso, un servidor de la nacion. que imploraba la caridad de los hombres de gobierno. Veterano del 79 Mendigando en las calles. (El pago de Chile) Veterano del 79. Este Hombre fue marino durante La Guerra del Pacifico. Ahora pide limosna por las calles de nuestra capital. (El pago de Chile) Servicios prestados por un niño en la Guerra del Pacífico Valparaíso, diciembre 14 de 1879. Señor don Benjamín Vicuña Mackenna. Muy señor mío y de mi mayor respecto: Conocedor de que Ud. siempre ha acogido con benevolencia y cariño todo clamor que nazca de persona desvalidas y sin apoyo, no ha vacilado un pobre soldado en buscar su generosa ayuda seguro como está en encontrar en Ud. esa voz de aliento y confianza con que mi alma herida quiere hacer participe al único hombre........................................ nuestra querida patria. No he vacilado, repito, llegar hacia él con una amarga queja hacia mis superiores que será mi confesión postrimera, por si llegase a sucumbir en la prosecución de la presente guerra en que está envuelta nuestra querida patria. Para no serle cansado, señor, paso a hacerle un resumen de los hechos que creo merecen ser tomados en consideración por Ud., de mi humilde personalidad. Hijo de Valparaíso y niño aun, pues no cuento más de diez y seis de edad y de madre honrada, no vacilé un momento al grito de ¡la patria en peligro! en correr presuroso a su defensa y dar mi sangre por ella como buen hijo, para castigar de una manera terrible los actos abominables con que el Perú y Bolivia nos han ofendido. Al efecto, encontrándome en el Norte me alisté como voluntario en el regimiento de artillería de marina y nos mandaron de destacamento a Calama. Paso por alto, señor, varios incidentes ocurridos durante el tiempo que permanecí allí a las órdenes del comandante militar de esa plaza don José María 2º Soto. Mi conducto, fue siempre intachable no contando ninguna falta en el cumplimiento de mis deberes, y prueba mi aserto el hecho de haberme mandado en comisión a explorar el campo enemigo. Partí de Calama a mula, llegando a Tocopilla donde tomé pasaje en el vapor hasta Iquique, y como era imposible poder desembarcar sin ser descubierto, me hice sacar un pasaporte como comerciante italiano, porque le diré que poseo este idioma no con perfección pero si me hago entender. Salté a tierra sin novedad y mi primer cuidado fue imponerme de los elementos del enemigo, su número de tropas, su disciplina, la clase de armamento, sus cañonea, sus sistemas, etc., etc. De allí pasé a la Noria, igual investigación que en la primera plaza. Partí por tierra a Pisagua averigüé todo lo concerniente a elementos bélicos del enemigo. Estuve en Junín, Pabellón de Pica, Mejillones, en todas sus caletas; regresé a Pisagua y tomé el vapor para Arica. Siempre provisto de mi pasaporte, esto vez no como italiano, sino como peruano. Desembarqué en dicho puerto sin novedad, concretándome a hacer las mismas averiguaciones que en los puntos anteriores. De aquí pasé a Tacna y después a Arequipa todo con suma facilidad, gracias a un poco de estrategia que es preciso poner en práctica en casos como esos tan riesgosos. Pero Dios mediante pude salir bien. En Arequipa conseguí sacar pasaporte nuevamente para Arica, no como italiano ni peruano sino como español, y mediante eso pude burlar la vigilancia de los señores peruanos, tomando el vapor y llegar a Tocopilla bueno y salvo. En todas estas correrías invertí mes y medio. Pero allí como en lo sucesivo me esperaban muchas decepciones, desengaños como paso a demostrarlo, señor. Me presenté al coronel Vidaurre que es el jefe de mi regimiento, después de hacerle una exposición circunstanciada de mi misión, me contestó; que me había portado muy bien, que estaba muy contento de este servicio y que merecía bien de la patria; y me mandó a comer ¿dónde? ¡al rancho de los demás soldados!...... Primera estocada lanzada medio a medio del corazón, que desencanto señor. Repuesto un tanto de este golpe, me mandó embarcarme para Antofagasta con pliegos para el general en jefe, señor Escala, el cual me recibió con mucha amabilidad, conferenciando conmigo durante cinco horas, haciéndome volver al día siguiente y vuelvo a reanudar la conferencia por tres horas más. Me mandó a presencia del ministro de la guerra, señor Sotomayor, y éste a donde su hermano don Emilio, y vuelto a donde el señor general, me regaló cincuenta pesos que yo rehusé tomar; pero me mandó que los aceptara y que él los pondría en un banco como efectivamente lo hizo, acompañándome con las palabras sacramentales de que me había portado perfectamente y que me tendría presente, anotando mi nombre en su cartera y mandándome incontinenti a Calama donde mi comandante Soto. ¿Qué tal señor? Con cincuenta, con quinientos o mil pesos, y conduciéndome bien como lo había hecho, se pagaba o se premiaba el mérito! Lo dejo a la alta apreciación de Ud., señor, que califique este modo de recompensar al que expone su vida por su patria. Con su claro talento sabrá darle Ud., señor, el nombre que merece semejante proceder de mis superiores, pues yo no tengo palabras ni menos educación suficiente para expresar el grado de sentimiento que se apoderó de mi alma. Pero hay más, señor, consecuente con el propósito que me había formado de vencer o morir por mi querida patria, en la actual guerra, acallé los impulsos de mi corazón que me decía: ¡no tienes nada que esperar de tus jefes, pobre soldado! y me dije: ¡adelante! ¡Dios y mi patria! y si los hombres no saben apreciar el mérito, tendré al menos la satisfacción de haber cumplido con mi deber y de morir como sabe morir un chileno, sin mirar atrás. Dispénseme, señor, esta expansión del alma, que no es fanfarronada sino la pura verdad. Pedí permiso al comandante Soto para incorporarme al grueso del ejército, en atención de habernos venido el relevo por los Cazadores del Desierto y me dirigí a Tocopilla con cuatro compañeros donde nos embarcamos siguiendo viaje hasta Pisagua, donde llegamos después del combate de Dolores y como solo ambicionaba verme de frente con el enemigo, me cupo la suerte de formar parte de la expedición a Tarapacá donde como Ud. sabía, por impaciencia y mala disposición, por nada nos acaban a todos. Inútil me parece entrar a narrarle los infinitos episodios de que fue actor nuestra pequeña fuerza porque eso lo sabrá ya Ud. de mejor origen, y sería cansarlo demasiado, ya que ha tenido la paciencia de seguirme a la ligera en todas mi vía crucis. Para concluir le diré: que su humilde servidor fue contuso por la cureña de un cañón que servía, el que reventó aplastándome, estando el enemigo a media cuadra de distancia; él como salvé, no me se dar cuenta. En la actualidad me encuentro en el Hospital de la Providencia bajo el núm. 16 y muy restablecido ya, apesar de haber perdido mucha sangre, y espero estar mejor para volver al norte y ocupar mi puesto. De la exposición que dejo narrada y sobre mi expedición al campo enemigo, hay comprobantes que existen en poder del señor general en jefe y otros incidentes, como el haber contribuido al apresamiento de dos espías peruanos en Antofagasta. Como se la suerte que le aguarda al soldado en campaña, que una vez muerto...... ¡olvidado! no he vacilado un momento en hacerle esta confesión al hombre caballero, justo y generoso cual es Ud., que haga de ella el uso que crea conveniente, una vez que sepa mi muerte en el campo de batalla. Anticipándole, señor, mis más sinceros agradecimientos por ello, queda de Ud. su mas afectísimo, atento y S S. Q. S. M. B. Abdon Rey Stuardo. ww.batallonesdeatacama.com bueno espero que le interese el tema si bien es largo y a muchos no les gusta leer tanto es interezante.
exelente informacion y buen link el de la pagina como siempre en chile es el pago que se da a quienes defienden la patria es lamentable pero te felicito por la informacion
tienes toda la razon prometo para la proxima no escribir asi todo de corrido voy a corregir mis disculpas correspondientes pero me alegro mucho de que te dieras el tiempo de leer el tema pd mi ortografia no es muy buena pero la intencion es lo que cuenta
no lo estoy webiando y tampoco es mi intencion solo quiero aportar un poco disculpa si te molesto algo pero no era mi intencion.
si nunca podras ganarte el conocimiento necesario menos en un foro de historia la historia se lee y se entiende no se comprende viendo solo las imagenes si no te gusta mala suerte a otras personas le interesara.
heroes por siempre... me gusto la leccion de historia de chile... esas weas no las cuentan o poco sale en los libros!!
muchas gracias eres el unico que no me a criticado o ofendido con esa tontera de fome tu wea si es fome para los demas al menos hay una persona que si le intereza lo que publico gracias muchas gracias por tu comentario
Que lamentable que en Chile no se reconozca la labor que hicieron nuestros compatriotas por alzar a la patria, lucharon por un futuro mejor y por un lugar donde todos los Chilenos crecieran con orgullo. La hipocresía de aquel entonces los resignó a la miseria y encuentro más terrible aún que muchos de nosotros, en el presente, no seamos conscientes de nuestro legado. ¡Hay que devolverles el honor y hacer presente sus hazañas!
Me da lástima que la clase subalterna se vea desfavorecida de este modo, para favorecer a las clases dirigentes de aquél entonces: grandes mineros y transnacionales inglesas y norteamericanas. Esa es la consecuencia de un pueblo ignorante.
Buen aporte a la cultura de la historicidad chilena. Solo hay que modificar las puntuaciones. Felicitaciones... Y no tomes en cuenta a los que no les gusta leer... porque... leer va unido a comprender... leer no es fácil... y menos comprender...