Dos gallegos se compran dos caballos y para saber cual es de cual se dicen: - Oye Manolo, ¿como puedo saber cual es mi caballo y cual el tuyo? - Pues muy facil, José. Le cortamos una oreja a uno. Un muchacho muy vivo que paso por alli y escucho la conversación le corta la oreja al otro caballo. Al otro día los gallegos van a buscar los caballos y dicen: - Joder, Manolo, ¿ahora como los diferenciaremos? - Le cortamos la pata a uno, coño. ¿Como crees? El muchacho que de vuelta escucha la conversación le corta la pata al otro. Y así siguen hasta que los dos caballos estan completamente destrozados. Manolo le dice a josé: - Coño, estoy harto... el negro es tuyo y el blanco es mío.