historia de Gilgamesh Gilgamesh, cuyo nombre se encuentra en la lista de los reyes sumerios, fue, según parece, rey de la ciudad de Uruk en la Mesopotamia, la tierra situada entre el Tigris y el Eufrates, que corresponde al actual Irak. La historia de Gilgamesh encierra algunos de los grandes mitos de la humanidad: la búsqueda de la inmortalidad o, en su caso de la eterna juventud, el diluvio universal, la bajada a los infiernos y los grandes retos a los que se enfrentan los héroes, en esta historia dos, unidos por la amistad. El gran héroe Gilgamesh, que había construido la ciudad de Uruk con sus altas murallas y sus enormes puertas, era dios en dos terceras partes y humano en la parte restante. Su comportamiento con su pueblo era tiránico por lo que la gente pidió al dios del cielo Anu, dios de dioses, que crease un hombre salvaje que compensara la violencia de Gilgamesh. El hombre creado fue Enkidu medio hombre, medio animal, vivía entre los animales, a los que dominaba con su tremenda fuerza, en los bosques que rodeaban el reino de Uruk. Un trampero lo descubrió, desnudo entre los animales del bosque, y se lo dijo a su padre quien le aconsejó que llevara a la prostituta del templo llamada Shamhat ante Enkidu, para que, si aceptaba sus favores, perdiera fuerza y carácter salvaje. Enkidu los aceptó, por lo que perdió fuerza y violencia de carácter, aunque ganó en conocimiento. Shamhat condujo a Enkidu a la ciudad de Uruk -a la civilización- y le ofreció presentarlo a Gilgamesh. Cuando Enkidu entra en Uruk durante una gran fiesta, Gilgamesh está exigiendo y cumpliendo su derecho de pernada, pero Enkidu se opone y se enfrenta al rey , lucha con él, pierde, admite su derrota y llegan a ser grandes amigos. Como ambos van perdiendo fuerza en una vida perezosa y licenciosa, Gilgamesh propone una peligrosa aventura: ir al bosque de los cedros para talar árboles, aunque para logralo tienen que vencer al guardián de este bosque, el demonio Humbaba, el terrible. Bajo la protección del dios sol Shamash, Gilgamesh y Enkidu luchan contra Humbaba y Gilgamesh le corta la cabeza. Con los cedros cortados fabrican una balsa que siguiendo el curso del rio Eufrates les conduce de regreso a Uruk. Después de esta victoria, la diosa Ishtar se ofrece como amante a Gilgamesh pero éste la rechaza con violencia. La diosa pide a su padre al dios del cielo Anu que castigue la intemperancia de Gilgamesh mandando al Toro del Cielo que cada cada vez que resopla abre en el suelo un abismo en el que se preciptan los mortales. Pero Gilgamesh y Enkidu matan al toro. Enkidu cae enfermo como venganza de los dioses que deciden que debe morir. Enkidu maldice a la prostituta y al trampero por haberle introducido en la civilización, pero cuando éstos le recuerdan que aunque su vida ha sido más corta ha disfrutado de los frutos de la civilización, Enkidu los bendice. Después de grandes sufrimientos durante doce dias, Enkidu muere. Ante la muerte de su amigo, Gilgamesh se abandona; no se lava, no se afeita, no se cuida y siente pánico porque sabe que debe morir. Entonces, en un intento de conseguir una vida eterna, emprende el más peligroso de sus viajes: salir en busca de Utnapishtim y su mujer, los únicos mortales a los que los dioses han concedido la inmortalidad, ya que cuando los dioses lanzaron sobre la tierra una gran diluvio universal, fueron salvados en una especie de barco-arca en la que encerraron todos los seres vivos. El viaje de Gilgamesh está lleno de grandes peligros: los escorpiones que guardan la entrada del monte Mashu donde se encuentra Utnapishtim y su mujer, la "tierra de la noche" hasta llegar de nuevo a la luz y a un jardín en el que cuelgan de los árboles piedras preciosas. En una casa situada al borde del mar Gilgamesh encuentra a Siduri quien pretende cerrarle el paso y le dice que su viaje no tiene sentido; no obstante, Siduri le pone en contacto con Urshanabi el barquero quien, tras violenta discusión, le conduce por "las aguas de la muerte" donde al fin encuentra a Utnapishtim, el único hombre inmortal, quien le dice que la muerte es necesaria porque es la voluntad de los dioses. Cuando termina la historia, Utnapishtim ofrece a Gilgamesh la posible inmortalidad si es capaz de permanecer despierto seis días y siete noches. Gilgamesh no lo consigue y, a requerimiento de la mujer de Urshanabi, que se compadece de él, le dice que en el fondo del mar se encuentra una planta que le permitirá recuperar la juventud. Gilgamesh consigue extraer esta planta mágica pero, al quedarse dormido en el viaje de regreso acompañado Urshanabi, una serpiente se la come (por esto las serpientes cambian de piel). La historia acaba con Gilgamesh ante las puertas de Uruk, invitando a Urshanabi a comtemplar la grandiosidad de su ciudad. En definitiva, la historia de Gilgamesh encierra, entre otros mitos, el principal de todos, el del héroe que busca, a toda costa, la inmortalidad.
Muy wena la historia cumpa, claro que quede con los ojos super adoloridos con el colorsito, es muy fuerte este amarillo, te pido que se lo cambies para no hacerlo yo y si puedes pongale unas imagenes po mijo, aca te dejo algunas, que si quieres las pones
buena la historia aunque el color de las letras mmmmmmmmm, en realidad es molesto, pero la historia esta estupenda