Primera vez q estoy tan de acuerdo con este aweonao.....no hay q ser muy sabio pa comentar lo q puso aqui.... "Mati": el niño invisible En 2006, cuando Matías Fernández fue elegido como el mejor futbolista de América por el diario El País de Montevideo, pocos dudaban de que su futuro era luminoso. Algunos incluso, envalentonados por la votación, como se envalentonan los que beben aguardiente antes de pelear, señalaban que el entonces volante de Colo Colo estaba entre "los diez mejores jugadores en la historia del fútbol chileno". Otros pusimos la pelota contra el piso, y señalamos que lo razonable era esperar. Que Matías, entonces con 20 años, debía recorrer el sinuoso camino del fútbol europeo, juntar kilómetros, pulir fallas, perfeccionar virtudes, y después, a la vuelta de diez temporadas en Primera División, conversábamos para ponerlo en el altar. Pasaron cuatro años, y no hay conclusiones ¿Evolucionó Matías Fernández, o se quedó? Lo de Villarreal no le aportó mucho a su carrera. Se esgrimen bastantes razones. Por un lado, que sus compañeros poco juego le entregaban, tal vez enojados por el cartelito de estrella que tenía Matías cuando llegó. Viendo algunos lances donde se juntó Matías con Diego Forlán, la verdad es que me quedó esa impresión, que el uruguayo no le daba un miserable pase. Otra razón que se dio era que Manuel Pellegrini lo hacía jugar abierto por la derecha, que ése "no era su puesto", y Fernández no se sentía cómodo en la cancha. Una tercera, y atendiendo que las dos anteriores pudieran ser ciertas, es que la propia personalidad de Matías conspiraba para triunfar en un medio tan complicado como la Primera División española. Fernández es callado, espectral, casi transparente. No grita, no la pide, no se impone. Y eso, a lado de los cabrones que había en el Villarreal, era anuncio de naufragio. El cambio al Sporting de Lisboa no ha significado demasiado. Fernández llegó al equipo más frío que me ha tocado ver en mucho tiempo. He tenido la oportunidad de transmitir al cuadro portugués en la UEFA Europa League (cuatro partidos), y pocas veces he visto un elenco con tan poca energía en la grama. En medio de ese vals lentísimo, Matías es sólo un bailarín más, que entrega un pase a dos metros y recibe otro a cinco metros. El Sporting juega al ritmo del minué con algunos chispazos de Moutinho y el serbio Vuckcevic (al que su mamá lo convenció de que es mejor que Maradona), algún lujito de Matías y los goles de Liedson. Una siesta. Y en medio de esa siesta no va a ser Fernández, por su propia personalidad desasosegada, el que va a levantar al equipo. Por momentos dan ganas de decir "¡Vamos, Matías! ¡Despierte! ¡Pídala! ¡Juegue, mire que usted sabe más que todos los que están ahí!". Pero, pero, pero... Distinta es la cosa en la selección chilena. Y eso, precisamente, nos hace ver cada partido del Sporting con la esperanza de que aparezca ese Matías Fernández que fue clave para obtener la clasificación al Mundial. No es que jugando por Chile grite más en la cancha o la pida más, pero si tiene algo que en sus clubes europeos le ha faltado horrores: confianza. En Colo Colo, Fernández anotaba goles de tiro libre todas las semanas y hacía maravillas en la cancha porque se sentía acogido, respaldado y querido. En la selección ocurre algo parecido. Siente el respaldo total de la banca y juega tranquilo, sin miedo, arriesgando, metiendo pases profundos desde ángulos imposibles. En el Sporting, Matías la suelta altiro, dejando la sensación de que si se queda mucho rato con la pelota en el camarín le van a dar una capotera. Para nosotros el que vale es el Matías de la selección. Participó directamente en once de los 32 goles que hizo Chile (un tercio, cifra importantísima), fue el conductor cuando Bielsa no lo encontraba, y apareció en varios partidos decisivos (contra Argentina en Santiago, por ejemplo). Incluso va a al piso para intentar marcar, pese a que no siente para nada esa tarea. En un momento de la eliminatoria Marcelo Bielsa les dijo a sus íntimos que Matías Fernández le parecía el jugador más importante de toda la serie. Se podrá discutir, pero si Bielsa lo cree... si les gusto agradezcan..... grande marce
Pobre hueón. 100% adecuadas las opiniones de la columna. Estoy muy de acuerdo con él y hoy me tocó escucharlo en la radio y dijo algo muy parecido. Matías necesita pedir la pelota y tomar confianza. Es un jugar rápido y si los jugadores rápidos no tienen confianza, no pueden llegr a ser grandes.
matias "lagunas" fernandez algo pasa con el tiene la tecnica pero en los partidos importantes en el colo desaparecia wn.. en europa aun no le veo un partido entero bueno si no ke aparece i tiene lagunas mui largas para volver alfinal es mui irregular el hombre.. se agradece
a mati solo le falta como dice arriba creerse el cuento... xq nos a demostrado durante toda su carrera que tiene juego... futbol... tecnica... pero le falta tomar las riendas... y x algo bielsa lo elige... creo que bielsa esta tratando de que matias despierte x algo le da todo su apoyo y lo pone en cada partido...
na que ver compre... en el colo el mati sismpre fue unos de los pilares del equipo junto con valdivia y suazo... y si mal no recuerdas el mismo fue el que hizo que el colo le ganara varios partidos a la u y una final con sus tiros libres... y con su buen juego la mayoria de los partidos daba su aporte si no era con un gol... era un pase de gol... o algun lujito... xq algo lo llamaron de europa... claro ahi no le ha ido bien pero aca en el colo siempre fue uno de los mejores...