Es un lugar muy bonito en el que daban ganas de darse un baño, pero no tengo demasiado tiempo. Observo el fondo del agua y veo que hay un palo. Es entonces cuando recuerdo que quizás me pueda servir para usarlo de palanca con la trampilla que encontré en la ciudad, así que me remango la camisa y lo recojo. Camino de vuelta para salir del bosque, me doy cuenta que no soy capaz de orientarme ni con el mapa, así que pruebo a buscar otro camino. Intentando buscar una salida, encuentro la gatita del bosque que antes me ayudó a llegar a la cascada, sobre una zona del terreno bastante desigual, sin hierba. Examino el terreno y me encuentro una pequeña llave amarilla que pone habitación 104. Primero decido volver a la ciudad donde encontré la trampilla. Usando el palo, consigo abrirla y entrar en lo que parece una cueva usada antiguamente como almacén.