Escóndeme en tus brazos por esta noche sola, mientras la lluvia rompe contra el mar y la tierra su boca innumerable.
Con tu frente en mi frente, con tu boca en mi boca, atados nuestros cuerpos al amor que nos quema, deja que el viento pase sin que pueda llevarme.
Deja que el viento corra coronado de espuma, que me llame y me busque galopando en la sombra, mientras yo, sumergido bajo tus grandes ojos, por esta noche sola descansaré, amor mío.
Un poeta egregio del país de Francia, que con versos áureos alabó el amor, formó un ramo armónico, lleno de elegancia, en su Sinfonía en Blanco Mayor.