Ahora les dejo dos casos que pueden para algunos pueden ser completamente normales pero para otros pueden ser algo mas que mera coincidencia Coincidencia Accidental Una noche de junio de 1935, el entonces jefe de patrullas motociclistas de carretera de El Paso, Texas, Allan Falby, se encontraba en persecución de un camión que viajaba a exceso de velocidad. Cuando el conductor se percató de que el patrullero lo seguía, redujo la marcha y dio vuelta en una curva pronunciada. Falby no pudo realizar una maniobra adecuada con su moto, y se estrelló a toda velocidad con el camión.Por un momento perdió la noción del tiempo y segundos después se dio cuenta que su pierna derecha sangraba debido a que tenia una arteria seccionada. De manera milagrosa apareció Alfred Smith, un automovilista que pasaba por el lugar del percance, y le brindó los primeros auxilios. Con habilidad innata Smith aplicó un torniquete sobre la extremidad dañada del policía, lo que detuvo la hemorragia hasta que llegó la ambulancia y fue trasladado al hospital, de donde salió una semana más tarde completamente recuperado. Años más tarde, en abril de 1940, Falby recibió una llama de la central de patrullas en que se le solicitaba atender un percance automovilístico ocurrido en una carretera principal de Texas; contestó la llamada y dijo que se dirigía a la zona del accidente por que se encontraba a pocos kilómetros. Al llegar al lugar vio un automóvil que se había impactado de frente contra un árbol y el inconsciente conductor sangraba de la pierna izquierda. Falby le aplicó en seguida un torniquete centímetros arriba de la herida para detener el abundante sangrado, lo que permitió salvarle la vida al accidentado. Luego, cuando revisaba al hombre que estaba inconsciente y vio su identificación en la cartera, se dio cuenta de que se trataba de Alfred Smith, la misma persona que en condiciones parecidas le había salvado la vida cinco años atrás. ¿Donde está mi Auto? Como todos los fines de semana, Thomas Baker fue de compras al centro comercial de Sheboygan, Wisconsin, en su auto Concord 1978 color marrón. Al salir del autoservicio notó que su vehiculo no se encontraba en lugar del estacionamiento en que lo había dejado. De inmediato pensó que se lo habían robado, pero antes de llamar a la policía decidió dar una vuelta por si de casualidad lo habia dejado en otro sitio.Después de algunos minutos de búsqueda lo localizó no muy lejos de donde lo habia dejado. Aún con la duda de si le había fallado la memoria, decidió ir a su casa. Pero al momento de abordar el auto quedó desconcertado cuando su cuerpo de más de 1.80 metros de altura no se acomodaba de manera confortable entre el asiento y el volante. Y Cuando miró a su alrededor, se percató de que en el interior del automóvil habia varios objetos no familiares. Confundido e inseguro Baker llamó a la policía. Mientras explicaba lo ocurrido a los agentes, una pareja de ancianos llegó a bordo de un Concord 1978 color marrón identico al extraviado. Cuando el conductor bajo del vehículo, explicó a los oficiales y a Baker que ellos también se habian quedado confundidos cuando se percataron de que dentro del coche encontraron objetos extraños, por que se dieron cuenta de que no era el suyo. Una subsiguiente comprobación de las placas de la matricula demostró que Baker y el matrimonio de la tercera edad habían confudido sus autos. Pero eso no era lo más importante, sino que según la armadora American Motors, sólo existe una probabilidad entre mil de que dos autos tengan la misma llave de cerraduras; pero si se considera que los autos eran del mismo modo y color, así como el hecho de que los vehículos estuvieran estacionados en el mismo centro comercial y a idéntica hora, las posibilidades alcanzan una en un millón.