Clases Particulares

Discussion in 'Cementerio De Temas' started by fdo6500, May 19, 2009.

  1. fdo6500

    fdo6500 Usuario Nuevo nvl. 1
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    Cuando estaba en último año del colegio, le hacía clases particulares de matemáticas a la Paulina, una pendex que estaba en séptimo del Liceo 7. Era trigueña, tenía el pelo castaño claro y los ojos café claro. Y un cuerpo y un potito de miedo. La mojona siempre me estaba esperando con su jumper apretado y cortito, la pendeja era exquisita y era más calentona que la cresta.

    Yo llegaba temprano tipo después de almuerzo y siempre estaba con la pura nana, que cuando yo llegaba salía a comprar y no volvía hasta la tarde, así que con la pendex nos quedábamos solitos varias horas. Nos íbamos a su pieza y nos sentábamos en su escritorio, y se pegaba a mí como que no quiere la cosa. En la primera clase no pasó nada, me rozaba la pierna todo el rato súper coqueta pero no pasó nada más, pero cuando nos despedimos me dio un beso súper cerca de la boca.

    Ya en la segunda clase, le estaba enseñando a resolver un problema y ella mirando lo que yo escribía pegadita a mí, se apoyaba con una manito en mi pierna, yo más caliente que la chucha, y me dice que quiere ver mejor y va y se sienta en mis piernas. ¡Pendeja caliente! Casi acabo ahí mismo. Yo sentía todo su potito y la diuca se me paró tan dura que me dolía. Ella me sintió y se puso toda cachonda y me apoyaba la cabecita contra mi cara mientras yo trataba de terminar el ejercicio. Entonces se puso medio de lado y el potito le quedó sobresaliente. Terminamos de hacer todos los ejercicios y yo ya no quería más de caliente, le puse una mano muy suavemente en el potito y le empecé a hacer cosquillas y caricias en las nalguitas y por la hendidura. Ella se puso toda roja, pasó los brazos alrededor de mi cuello y me dio un beso en la mejilla. Y mientras yo le seguía manoseando el potito por encima del jumper, me fue dando besitos cada vez más cerca de la boca, hasta que no aguanté más y le dí tremendo beso en la boca, la mojona se rajó dándome manso beso con lengua y yo le empecé a empujar un dedo como metiéndoselo en el poto.

    Yo caché que le gustó porque me besó más fuerte. Así empezamos a jugar a este jueguito harto rato, ella sentada de lado en mis piernas, con el potito sobresaliente en el aire, yo acariciándole la hendidura y simulando que le metía un dedo en el poto, y ella abrazada a mí dándome besos en la boca, y cada vez le punteaba el dedo con más fuerza en el poto. Entonces se levantó un poco y paró el potito, casi como para que yo le metiera la mano debajo del jumper. Ni tonto, le levanté el jumper y ella volvió a sentarse, ahora sólo los calzones separaban su potito de mis dedos. Mientras le seguía dando un beso, le metí despacito la mano debajo del calzón y empecé a bajar, hasta que llegué a la hendidura. Le metí un dedo en la hendidura desde arriba, y lo bajé hasta que le rocé el ojete. Dio un saltito y yo la sujeté con fuerza y le empecé a meter el dedo despacito. Se quejó y trató de soltarse, pero la sujeté con más fuerza y le metí el dedo un poco más adentro, se separó un poco de mí, se puso roja como tomate y con mi dedo metido en el poto me dijo “ooohhh… que erís cochino tuuuu…” y me dio un beso súper fuerte. Sentía cómo ella apretaba mi dedo con sus músculos anales abriendo y cerrando suavemente el ojete.

    Yo la sujeté bien y le metí el dedo un poco más, súper despacio, le entró cada vez más adentro, ella se volvió loquita y se quejaba y decía “Ayyy… Ayyy” y me tiraba el pelo y se abrazó a mí con los ojos cerrados, hasta que el dedo entró entero. Se lo empecé a meter y sacar bien despacio, me daba besos y me mordía los labios y el cuello y me apretaba y pellizcaba los brazos, estaba disfrutando cada milímetro la pendeja caliente.

    Yo quería meterle mi pija hasta el fondo de su ano virgen, pero ella no quería porque le daba susto, le gustaba sentarse de lado en mis piernas y que le metiera el dedo por el culito hasta el fondo mientras nos dábamos besitos en la boca y en el cuello, pero nada más. Así estuvimos jugando al final de cada clase, harto rato con el dedo mete y saca, después con dos dedos, después con tres dedos y llegaba a gemir de puro caliente la mojona, hasta que como a la quinta clase, voy llegando y me dice que quiere que veamos una película pirata que le prestó su amiga la Marcela. Qué película le pregunto yo, “El Ultimo Tango En París”, la Marce me dijo que tenía una escena súper buena…

    Yo ya había visto esa película, así que cachaba la famosa escena de la mantequilla, así que le dije oye eres muy chica para ver esta película, ella se rió y me dijo saaaa… cagó la clase, y nos pusimos a ver la película…

    Una explicación para los que no han visto la película. Los protagonistas son Maria Schneider que es una lolita de 18 que se va a casar y Marlon Brando que es un viudo cuarentón, bueno el tema es que se conocen y se hacen amantes, y se juntan a cada rato en un departamento a darle duro, y en uno de esos encuentros Brando está comiendo pan con mantequilla en el suelo, la María Schneider se sienta en la alfombra frente a él y cacha que hay algo hueco en el suelo, Brando se acerca y quiere abrirlo a ver qué hay adentro y ella le dice que no lo abra, entonces Brando la agarra y la dá vuelta y la deja de guata en el suelo y de un tirón le baja los jeans y los calzones y la deja a poto pelado y le dice abramos esto, la Schneider lo mira asustada y le dice que no, que podría haber un secreto de familia adentro, Brando le dice “te dá susto” y ella le dice que no, entonces él agarra la mantequilla y se unta los dedos y le empieza a lubricar el ano y la Schneider toda asustada le dice “¡qué me vas a hacer!” y Brando le dice “Te voy a enseñar un secreto de familia”, se monta encima, se baja el cierre, saca su instrumento y se lo empieza a clavar en el culo, la Schneider grita noooo noooo desesperada pero el compadre la sujeta bien firme y la penetra por el ano lentamente hasta el fondo y la Schneider grita y se le caen las lágrimas, pero goza y disfruta como putita caliente…

    Cuando la Paulina vió la escena se puso súper nerviosa y se le helaron las manitos y me rasguñaba y decía ayyy ayyyy como si la estuvieran penetrando a ella… quedó tan caliente y nerviosa que le tiritaba la mandíbula y le transpiraban las manitos… yo le metí la mano debajo del jumper y le acaricié el potito, ya déjame me decía, pero yo le dije ahora vamos a jugar al último tango en parís, y ella se retorcía de nervios, la levanté y me la llevé a su pieza, yo sabía que tenía una crema Nivea en su velador, así que le dije que me la pasara… la mojona estaba tan excitada que se puso sumisa y obediente, me la pasó sin protestar. La hice que se pusiera en cuatro en la orilla de la cama, le subí el jumper y le bajé los calzones, te voy a hacer lo mismo que en la película le dije, la Paulina tiritaba entera de puro nervio, agarró una almohada y uno de sus peluches y los abrazó bien apretados… le eché harta crema en el hoyuelo y le metí los dedos hasta el fondo, ella se quejaba y me decía “Ayyy … oyeee… pucha no sé… me dá sustooo…” con la respiración entrecortada disfrutando el mete y saca de los dedos...

    Antes que se arrepintiera me bajé el cierre, saqué mi instrumento, le separé las nalgas y le puse la punta de la cabeza en el ano. La mojona dio un saltito, no quería más de nerviosa y caliente. “Respira hondo” le dije, ella me obedeció y se lo empecé a meter, usando toda mi experiencia de años anteriores con las inglesitas (ver Pasión Prohibida). La pendex casi se desmayó… con tanta metida de dedos, tenía el ano bien lubricado y bien relajado, así que se le abrió casi sin resistencia y la cabeza entró suavemente, ella gimió como una gatita en celo, yo seguí empujando bien suave y siguió entrando despacito sin parar, la Paulina se retorció y gimió con desesperación y me rasguñó la pierna con su manito… pero al mismo tiempo movía el potito y empujaba para que le entrara más… fue eterno, milímetro a milímetro, cuando llegué a la mitad paré y empecé a retroceder y avanzar lentamente de nuevo y eso la volvía loca, ayyyy aaayyyy decía y me golpeaba la pierna con una manito empuñada y yo seguía con el mete-saca súper lento y suave para que gozara lo más posible, hasta que no aguanté más y en un último avance casi hasta el fondo, acabé y le mandé chorro y chorro y chorro de semen y ella gritó puta que ricooooo…

    Empezamos a repetir el rito en cada clase, curiosamente la Paulina era una verdadera putita calentona pero también era súper buena alumna, así que primero hacíamos la clase y cuando terminábamos le empezaba a hacer cosquillas en el potito y terminaba penetrándola por el ano hasta el fondo y cuando acababa dentro de ella se volvía loca y gritaba ayyyy que ricooo me encantaaaa…

    Yo entré a la escuela de ingeniería y le seguí haciendo clases particulares varios años, hasta que salió del colegio, yo era su profesor favorito, y ella fue siempre mi mejor alumna…
     
  2. jaimebox

    jaimebox Usuario Nuevo nvl. 1
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    wenisima historia
     
  3. INFLAMES!

    INFLAMES! Usuario Casual nvl. 2
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    buena historia
     
  4. Nejii

    Nejii Usuario Casual nvl. 2
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    exelente la historia
     
  5. farrokha

    farrokha Usuario Casual nvl. 2
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    mitch la Schneider!
     
  6. [Coyote]

    [Coyote] Usuario Casual nvl. 2
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    Jajajajaja que wenaa la historiaaa aunque eso parece algo mas relacionado con la vida real jajajajja.. debo decir que me entretuve bastante leyendola y ya quiero a mi minaaa en mi casa jajajajajjajaja.

    Saludos ojala sigas aportando de esa manera.