For you?

Cuando vi fumando a una chica fuera de mi apartamento, no pude evitar recordarle. Allí mismo estaba ella, con su capucha naranja, su pálido rostros y ojos celestiales. Tenía un cigarrillo en su mano izquierda, apoyaba su bota café en la columna de ladrillos dejando ver su hermosa contextura. Era delgada y de muslos firmes, de un trasero perfectamente anatómico a su forma. Me acerqué con mi teléfono mientras la miraba maliciosamente, ya habíamos planificado la treta. Cuando estuve a su lado le pregunté:

¿How much for the handjob?- no pude evitar reír.

For you?- Me respondió escudriñando mi cuerpo de pies a cabeza, con mirada penetrante y desaprobadora.

INFINITO. - Respondió en su español recién aprendido y lanzando una risotada.

Fue un momento memorable, ya estaba en mi habitación cuando terminé de recordar. En esa misma habitación que tuvimos nuestra intimidad, donde acortamos ese “infinito” hasta la nada misma. Recordé como ese mismo día nos besamos en el elevador y luego entramos besándonos al departamento. Te saqué las calzas olvidando sacarte las botas al comienzo, pero dejé a merced de mi paladar tu entrepierna. Te arrojé a la cama mientras pasaba mis labios sobre tus piernas, abri tu rosada vulba para lamerla. Me cansé de lamer, chupar y.jugar con tu vagina, de saborear tus corridas y tus agarrones de.mi cabello. Estabas tan caliente como yo, te di vuelta y te levanté las caderas, tu culo quedó a mi disposición. Escupí en tu trasero mientras te palmeteaba una nalga para que subieras tu posición. Obedeciste como buena amante que eras, levantaste más el culo y vi como deseabas que lo penetrara. Volví a lamer tu vagina, metiendo mi lengua dentro tuyo mientras mis dedos acariciaban tu culo. No tenías experiencia, pero estabas ansiosa, querías sentirme dentro de ti. Comencé a masturbarte el culo mientras te seguía comiendo el coño, un dedo con dificultad y luego dos. Entre actos me levantaba y te los metía en.la boca para que los lubricaras. Así lograste aguantar hasta dos de mis dedos antes de correrte nuevamente. Te dejaste caer sobre la cama mientras me bajana mis pantalones, una vez con mi pene afuera, te volví a levantar, dejé que te apoyaras en mis muslos y te la metí lentamente por el culo.

Estrecha y caliente, podía sentir cada espasmo en mi verga, como gemías cada vez que forzaba un poco la penetración. Sabía de tus gustos y tú de los míos, no soy de un trato brusco, pero tú lo anhelabas. Pujé con todas mis fuerzas hasta que entró completamente, te estremeciste conmigo dentro y eso me calentó muchísimo. Tomé tu larga cabellera rojiza y tiré de ella, te obligué a menearte sobre mi miembro mientras seguía estocando tu interior. Tu cabeza estaba casi vuelta para atrás, quise dejar de hacerlo al ver que estaba ejerciendo mucha fuerza, pero tu rostro de satisfacción menlo.impidió. Tomé tus brazos y te follé tan duro como pude, gemías y llorabas a la vez, no entendí bien por qué lo hacías hasta que me me lo explicaste al final. Mis testículos chocaban con tus botas, pero no me importaba, ya estaba a punto de acabar cuando toqué tus hermosos pechos, aquellos tan sensibles al tacto que morías cuando te los chupaba. Agarré tus senos, apreté tus pezones hasta que.me corrí dentro de ti.

Sabía que te gustaba que me corriera en tu garganta, pero estaba vez quería correrme en tu culo. Cuando te saqué la verga, aún estaba palpitando. Te diste vuelta y me la chupaste hasta sacar la última gota de semen. Me miraste con esos ojos que no puedo olvidar, con ese azul que escondía un infinito amor, tan infinito como la distancia que nos separa actualmente.

Atte

Klm