Mi aventura con Ceci

Pues les cuento que recientemente cambie de trabajo, de una universidad privada, a una pública de reciente apertura, entre sus ventajas están: Pagan mejor por hora, tengo tiempo completo y lo mejor… se ubica a 30 km de la ciudad donde vivo, por lo que tengo mas “manga ancha” para mis aventuras. Sin embargo, al ser escuela nueva, me hice a la propuesta de portarme mejor, al menos el primer par de años, mientras “le agarraba la onda al asunto”.
Pero bien dicen que mas tarda en caer un hablador que un cojo. De los 4 grupos que tengo a mi cargo, hay infinidad de alumnas altas, chaparras, morenas, güeras, flacas, gordas, bonitas, feas, solteras, casadas, viudas, divorciadas, heterosexuales, bisexuales y lesbianas.
En un grupo sobresalía Ceci, una alumna de 18 años recién cumplidos (cancha reglamentaria al fin), y de 1.60 de estatura, delgada, con un buen par de pechos, no muy grandes pero firmes por su edad, así como unas caderas, nalgas y piernas de ensueño, siempre marcadas por un entallado pantalón de mezclilla o un short.
El caso es que decidí nombrar a un representante del grupo, el cual me dio su correo y me contactó vía Facebook para estar en contacto en lo que a actividades de la materia respecta, un día salieron a un viaje de prácticas y el alumno tuvo a bien etiquetarme en las fotos, en una, Ceci posaba en bikini, pudiendo ver que si me imaginaba un lindo cuerpo debajo de esos pantalones, la verdad es que mi expectativa se quedaba corta… era un forro de hembra!!!!.
Pues la suerte comenzaba a estar de mi lado, vino el segundo parcial y Ceci no se apareció al examen, este fue un viernes y el lunes antes de medio día, yo debí subir al sistema las calificaciones, obviamente ella reprobaba por no presentar dicho examen. Por la tarde, luego de la clase ella esperó que fuera a mi cubículo y se me acercó pidiendo permiso para entrar:
-¿Se puede profe?
-Adelante Ceci, pasa, ¿en qué puedo servirte?
-Quiero hablar acerca de mi calificación del segundo parcial, aparezco con 5
-En efecto, no presentaste el segundo parcial y no me enviaste justificación alguna
-La verdad es que tuve que salir a mi pueblo a buscar mis papeles para renovar mi beca, pero la combi se descompuso y ya llegué aquí por la noche y no pude alcanzarlo
-Me hubieras mandado un correo electrónico, para estar al pendiente de tu caso
-Pues si, pero con el cansancio del viaje y la angustia de no llegar, me bloqueé, el problema es que tengo beca de excelencia y si repruebo su materia o me pone menos de 8.5, la pierdo y no podré seguir estudiando
-Mira Ceci, podría hacerte el favor, solicitando una rectificación “por error de captura”, pero eso me costará un acta administrativa en mi expediente y es apenas el segundo cuatrimestre que doy clases en esta escuela, arriesgo mucho por una calificación parcial.
-Profe, si usted me hace ese favor, yo le puedo retribuir con lo que usted quiera
-Cuidado con lo que dices Ceci, ¿qué tal si luego te arrepientes?
-Soy una mujer de palabra, ayúdeme y luego se lo compruebo.
Yo esperaba que me fuera a ofrecer dinero o una botella, lo cual iba a rechazar, pero vaya que me sorprendió. Pero primero, hice el tramite, hablando con mi jefe inmediato para argumentarle un “error de dedo” y que no me levantara el acta, cosa que pudimos hacer pues el sistema estaba fallando al ser nuevo.
Al día siguiente, trabajando en un proyecto en mi oficina, se aparece Ceci con una blusa con escote generoso y una minifalda que dejaba ver sus hermosas y blancas piernas
-Gracias profe, es usted un amor, le juro que le plantaría un beso si no fuera mi maestro
-¿Y por ser tu maestro me perdería de tan rico premio?
Sin decir mas, Ceci se acercó a mi y me plantó un beso en la boca, juntando los labios, pero al sentir esa boca tan cálida y húmeda, no me aguanté y le metí la lengua, iniciando un beso francés bastante húmedo, la acerqué a mi en un abrazo y pude sentir sus tetas firmes junto a mi pecho, mientras mi amigo despertaba y ella al sentir el bulto solamente se pegó un poco mas a mi.
-Ceci, Ceci, que rico beso, valió la pena mi acta administrativa… cada letra del acta, me cae
-¿En serio le gustó?, de hecho vi que se “inquietó un poco”
-¿Cómo que me inquieté un poco?
-Siiii, sentí que algo entre sus piernas se despertaba, y siéndole sincera, sentí que era de buen tamaño
-Pues no es por presumir, pero 18 cms considero que es “buen tamaño”
-¿Guaaaaaau 18 cms?, no le creo
-A las pruebas me remito, ¿quieres ver?, pero no podrá ser aquí, tu dices si te animas
Ella se sonrojó y se dio la vuelta, dirigiéndose a la puerta, pero al momento de empezar a abrirla, se volteó y con una carita perversa me dice:
-Vamos, pero ahorita y con condón
No dije mas, cerré mi cubículo, le dije que me esperara en el estacionamiento y fui a ver al prefecto, diciéndole que necesitaba hacer un trámite en la ciudad de manera urgente y que me ausentaría un par de horas.
Subimos a mi auto y conduje hacia un motel cercano, sin intercambiar palabras pero si un par de besos de lengua y yo iba sobándole la pierna mientras ella jugaba desde mi rodilla hasta mis huevos y les pasaba los dedos de manera traviesa.
Al entrar al cuarto no me aguanté y la cargué, besándola y sobándole las nalgas
-Ay profe, que mano larga me salió
-Y no solo las manos tengo largas, ¿quieres comprobarlo?
Mi pene comenzaba a erectarse, por lo que me bajé el cierre y saqué su roja cabeza, ella lo miró con cara de asombro y dijo:
-Se ve riquísimo, ¿puedo?
Asentí con la cabeza y sin mediar mas se agachó y comenzó una mamada más inocente que caliente, pero eso me excitaba e hizo que mi pene se pusiera duro, terminé de quitarme el boxer mientras Ceci mamaba con gusto. Sin decir mas le desabroché el pantalón y le levanté la blusa.
Ella paró la mamada y le quité la blusa, desabroché su brassiere, viendo un par de tetas blancas 34-b firmes y con pezones color canela, que rápidamente succioné mientras ella lanzaba gemidos y balbuceaba “siii profe, así, no pare por favor”.
Aproveché para buscar con mi mano su vulva, sintiendo una pequeña mata de pelos y con sutileza acaricié su clítoris, ella solo gemia y apretaba las piernas, por lo que luego de mamarle las tetitas tan sabrosas y firmes, bajé con mi lengua y haciendo de lado su cachetero, le metí la lengua en la vulva, ella se retorcía y en menos de 5 minutos solo alcanzó a decir:
-Me vengo profe, no pare, me vengo aaaaaaaagghhh
Sentir sus flujos en mi boca puso mi verga a tope, por lo que le dije:
-Ahora te voy a coger
-Si, profe, cójame por favor
Me puse el condón que traía en la cartera y sin decir mas, se la dejé ir, no entró mas que la mitad cuando ella me dice:
-despacio que no me habían metido una así, la quiero toda dentro pero despacio por favor
Ni tardo ni perezoso, comencé el mete-saca y poco a poco le fue entrando toda mi verga en su estrecha cuevita de amor. En menos de 3 minutos, mi verga entraba y salía llena d esus flujos
-Que rica verga me estoy comiendo profe, no pare, me quiero veniiiiir
Y comenzó una serie de orgasmos seguidos, que al menso conté unos 4 antes de no poder contenerme mas, pues ver a una joven hermosa, de bello cuerpo y tan caliente, siendo penetrada por mi verga, no me dejó aguantar mas y estallé dentro de ella
-Me vengo Ceci, me vengo aaaaaaaggggh que rico, me vengo dentro de ti, eres mía Ceci, eres miaaaaaaa.
Luego de venirme, saqué mi verga con el condón lleno de leche y lo hice a un lado, ella me dio una mamada para limpiar los restos de leche que traía en la verga y terminamos abrazados, mientras nos recuperábamos.
Ya al darnos un baño juntos en la regadera me confesó que era el segundo hombre en su vida, que su novio la desvirgó a los 17 años pero que era “muy pendejo para coger”, pues se venia rápido, era tosco para el faje y que su verga media como 10 cms, y ella había visto vergas grandes en videos porno que veía con amigas, por lo que se le antojaba una así, y que desde le primer día de clases, al ver mis zapatos talla 30 y mis manos largas se imaginó que yo “calzaba grande”, y hasta se había masturbado una vez en su cuarto pensando en que me la cogía, pero jamás esperó que su fantasía se hiciera realidad.
-Mira Ceci, esto tiene que ser nuestro secreto, ni a tu mejor amiga se lo cuentes pues podría afectarnos a los 2.
-No se preocupe profe, no diré nada, pero prométame que no será la ultima vez que me hace gozar, por favor.
-No te preocupes, podremos estar las veces que tu quieras, pero siempre con discreción
Subimos al auto, la dejé en la entrada de la universidad y estacioné el auto en donde corresponde; al salir de la jornada, coincidimos y ella iba de la mano con el “novio”, para ser sincero sentí algo de celos pero a la vez de orgullo pensando dentro de mi “pendejito, si supieras la cogida que le acabo de dar a tu novia”. Me encaminé al estacionamiento con una sonrisa de satisfacción y a la vez sentimiento de culpa por no cumplir mi promesa de no coger con alumnas.
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