Relato: Peter Pan

Estos relatos que a veces me han contado, rozan entre lo paranormal, lo fantastico, lo onirico y la realidad. Quiero pensar que a veces la mente nos juega malas pasadas, pero también, creo firmemente que en muchas ocasiones, hay seres en este mundo que no podemos ver a simple vista.
Les dejo la Siguiente historia, uno de los extraños casos de fabula...

Peter Pan
Por Cristian V (No es su nombre real)


Un amigo me contó algo bastante curioso y no si creerle, pero me dejo el beneficio de la duda. Cuando era chico – con más o menos 7 u 8 años - y vivía en la Villa Olímpica de Ñuñoa, varias veces amanecía con rasguños en los brazos, o moretones en las piernas. Su mama lo llevó al médico a realizarle los ya acostumbrados exámenes de rigor y como es costumbre, le echaron la culpa a un “estado de ansiedad nerviosa” que provocaba que el mismo, durante el sueño se hiciera el daño, razón por la que el médico recomendó que durmiera con las manos atadas. El asunto es que después de cierto tiempo, mi amigo tenía unas pesadillas horribles y despertaba en medio de la noche, amarrado y aterrado. Su mamá le quitó las amarras después de un tiempo, al ver que los famosos rasguños seguían.


Mi amigo una noche le pidió a su mama que se quedara con el, porque tenía mucho miedo. La cosa es que la mama no tenía muchas ganas, así que lo acompaño un rato, más o menos hasta media noche, y se fue a dormir a su dormitorio. Mi amigo comenta que en medio de la noche pudo ver como una pequeña silueta, entraba por la ventana que daba al patio. Según me comento, era como un hombrecito diminuto, pero completamente oscuro. Enseguida prendió la luz, y reviso por toda la pieza a ver si pillaba a algo que en algún momento pensó que era su imaginación. Llamó a su mama, y esta aparte de retarlo por hacer escándalo a media noche, le pego un par de correazos por mentiroso.


Su mama furiosa, se fue a dormir. El se quedo llorando en la cama. Hasta que de pronto, sintió que no podía moverse, en ese momento, trato de gritar pero no pudo. Lo intento muchas veces y sentía como si alguien le estuviera tapando la boca. Sentía como si algo lo estuviera presionando en la cama, pero no podía ver nada. Estaba como amarrado por cuerdas invisibles. En medio del forcejeo, pudo gritar llamando a su mama, la que enfurecida, llego a la pieza, correa en mano. Al encender la luz del velador, su Mamá pegó un grito al darse cuenta que en la muralla estaba la sombra de “Peter pan” con un arco y una flecha apuntando en dirección de su hijo. A lo único que atino, fue a tirarle la correa a la muralla, y la sombra se escabulló, rápidamente entre los bordes de la pieza, para finalmente salir corriendo por la ventana.


Mi amigo quedo traumado con ese episodio, que con el tiempo su mamá le dijo que a ella cuando era niña, también la atacaba un hombrecito de sombras con la vestimenta de Peter Pan. La cosa curiosa del relato, es que la mamá de mi amigo, como en el cuento, también se llamaba Wendy.