La primera civilización importante conocida del Japón fue la jomon, que en japonés viene a significar algo así como huella de cuerdas, denominada de esta manera por las formas decorativas que insertaban en sus cerámicas y que recordaba la forma de una cuerda. Los jomon fueron un pueblo de cazadores y agricultores que utilizaron utensilios de piedra y cerámica primitiva, la más antigua hasta ahora conocida en el mundo. Vivieron en pequeñas comunidades, en casas de madera y paja a lo largo de las actuales islas que conforman hoy por hoy el Japón, desde el año 10.000 a. C. al 200 a. C., cuando fueron reemplazados por la cultura yayoi, que toma su nombre del barrio de Tokio donde fueron encontrados los primeros vestigios de sus asentamientos. Estos últimos pobladores, introdujeron el uso de los metales en sus labores diarias (bronce y hierro principalmente) y fabricaron armas de cobre (doboko). Desarrollaron la agricultura, introduciendo el cultivo de arroz mediante el riego, y realizaron cerámicas más avanzadas, gracias al uso del torno y la cocción en horno. ¿A que extraños seres quisieron representar en estas figuras la primera civilización conocida del Japón? Los jomon fueron el primer pueblo conocido que comenzó a manejar y modelar la arcilla hasta convertirla en cerámica, destacando muy especialmente un tipo de figuras conocidas con el nombre de dogu, que significa casco germinado, nombre tal vez dado por la extraña indumentaria de la que son portadoras. Son figuras realmente únicas, destacando sobre otras estatuillas de la misma época y cultura que no siguen el mismo estilo en diseño, rasgos y facciones. Desde el mismo momento de su descubrimiento, estas estatuillas dogu han dado lugar a todo tipo de opiniones enfrentadas. Las primeras fueron halladas por los arqueólogos japoneses al norte de la Isla de Hondo, en Tokomai, encontrándose más figuras posteriormente en Kamegaoka, incluso algunas de ellas manufacturadas en bronce, pero todas con su típico casco atornillado y esa extraña indumentaria tan poco común y que tanto las caracteriza. Para algunos dioses de la fertilidad, para otros antiguos astronautas. De lo que no hay duda es de que sus origenes se remontan a muchos miles de años. Sus descubridores las identificaron con antiguos dioses de la fertilidad, los dioses que adoraron los antiguos pobladores del Japón hace más de 10.000 años, como así parecen atestiguarlo las diferentes pruebas del carbono-14 realizadas sobre restos orgánicos encontrados entre la arcilla. Pero a pesar de relacionarlas con las antiguas deidades, no pudieron explicarse por qué los antiguos artistas jomon plasmaron a sus esculturas con esas clases de trajes. Las leyendas y tradiciones japonesas, que al igual que en otras partes del mundo, tiene numerosas referencias a la llegada de dioses y maestros procedentes de las estrellas en un pasado muy remoto (según la tradición, la mismísima familia imperial japonesa es descendiente directa de éstas visitas), hizo que algunos investigadores japoneses relacionasen esas visitas del pasado, con las estatuillas dogu, que tanto traían de cabeza a los arqueólogos, desatándose una polémica a nivel nacional cuando la prensa (el periódico Mainichi Graphic) planteó la visita de civilizaciones extraterrestres en el antiguo Japón. La observación de los diseños y detalles de las estatuillas dogu, ha llevado a técnicos de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio) a identificar al menos unos veinte puntos de coincidencia con los trajes utilizados por los astronautas en sus salidas al espacio exterior, los conocidos como EMU (Unidad de Movilidad Extravehículo), apreciándose especialmente gafas protectoras, remaches, guantes, control de mandos en el pecho, correas y precintos de seguridad, luces de comunicación, auriculares y otros elementos característicos de estos modernos equipamientos espaciales. Todos ellos también compatibles, con los más modernos equipos de buceo, que podrían conectar a estas figuras jomon, con las leyendas japonesas que hacen referencia a los kappas, extraños seres que habitaban zonas acuáticas, de aspecto monstruoso y que durante siglos aterrorizaron a los nativos de las islas. Tal vez la apariencia de estas figuras jomon no sean más que un producto de la casualidad. Y también, por supuesto, todos los mitos y leyendas que hacen referencia a la presencia de dioses procedentes de las estrellas en las tradiciones del Japón. En cualquier caso, este pueblo primitivo nos dejó una imagen de cómo ellos, hace ya 12.000 años, vieron a sus dioses, representados en estas increíbles estatuillas. A la derecha del todo, podemos ver la primera escafandra autónoma inventada en 1.864. En las imágenes de la izquierda y el centro dos figuras dogu no dejan de recordarnos la enorme similitud de sus vestimentas con algunos de los equipos de inmersión submarina actuales.
las weas raras, algunas se parecen descaradamente a los primeros equipos de buzos inventados.... wena la info yo caxaba super poco de esto