El preso quiso empezar el 2010 en libertad, pero el volumen de su cuerpo (o su pobre sentido del espacio) le jugó una mala pasada. Un hombre que estaba preso en una cárcel de México quiso escaparse durante la noche de Año Nuevo, pero los barrotes del edificio cumplieron su función más que bien: quedó atascado cabeza abajo hasta que los empleados de la penitenciaría lo auxiliaron. Es difícil imaginar qué habrá pensado Roberto Carrillo, de 42 años, cuando quedó atrapado entre los barrotes de la cárcel de Valle Hermoso, México, cuando quiso escapar en vísperas de Año Nuevo. Es probable que haya tenido mucho para reflexionar después de pasar horas colgado cabeza abajo, según informó el sitio inglés Daily Mail. Carrillo soñaba con empezar 2010 en libertad, pero sus sueños se vieron interrumpidos al quedar atascado entre los barrotes superiores de su celda, por los que estaba intentando escabullirse mientras el servicio penitenciario estaba festejando el Año Nuevo. En vez, el hombre tuvo que gritar un largo rato para que lo auxiliaran. Risueños, los guardiacárceles ayudaron a Carrillo con una sierra eléctrica con la que cortaron los barrotes. Después, el hombre fue llevado a una celda nueva, con la advertencia: "Si hubieras tenido cerebro, podría haber sido vergonzoso".