Descenso de Kukulcán Kukulcán es un importante dios en la mitología maya, también conocido como Gucumatz. Alcanzó especial trascendencia en la península de Yucatán, donde fue venerado por los mayas itzáes en Chichén Itzá, por los mayas cocomes en Mayapán y por los mayas tutl xiúes en Maní, en todas estas ciudades se construyeron templos en su honor. Los mayas decían que Kukulcán existió como una persona que llegó del poniente, antes, después, o al mismo tiempo de que los itzáes llegaran a Chichén Itzá. Era el dios del cultivo y héroe, puesto que se le veía plantando maíz, llevando herramientas y continuando un viaje, hecho que establece su conexión solar. Kukulcán, en forma de serpiente emplumada. En los equinoccios, de primavera y otoño, los días y las noches tienen la misma duración. Por un momento, la Tierra parece que disfruta de un cierto equilibrio. Al atardecer de estos días se observa en la escalera norte del Castillo de Chichén Itzá, en la Península de Yucatán, una proyección solar serpentina consistente en siete triángulos de luz invertidos como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio al ponerse el sol. No es un fenómeno único de Chichén Itzá, también se da en otras antiguas ciudades mayas. Pero es aquí donde se ve en todo su esplendor y la imagen de la serpiente de triángulos de luz y sombra desciende majestuosa por la alfarda noroeste del Castillo. Para empezar, las primeras sombras de los cuerpos superiores de la pirámide comienzan a dibujar los triángulos isósceles que conforman el cuerpo de la serpiente emplumada (Kukulcán). Paulatinamente la sombra va avanzando hacia la cabeza en forma de serpiente ubicada en la parte baja de la alfarda. Posteriormente, en una segunda fase, los triángulos irán desapareciendo de abajo hacia arriba, representando el ascenso de la serpiente hacia el firmamento.