Ducharse, un momento de relax Tomar una ducha no es simplemente pararte debajo de la regadera y dejar que el agua caiga. Puedes convertirlo en un instante para energizar tu cuerpo y distenderte. Te enseñamos a aprovechar, de principio a fin, este momento. Ducharse, un momento de relax El momento de tomar una ducha debe ser más que una rutina diaria para despabilarte antes de salir a trabajar; es el instante perfecto para energizar tu cuerpo, purificarlo y relajarte. Ducharte tiene múltiples beneficios: el agua tiene como propiedad serenar el sistema nervioso, equilibrar la temperatura del organismo y, por supuesto, eliminar las impurezas del cuerpo. Tiene en definitiva un efecto terapéutico por lo que debes convertir esta rutina en un momento de relax y para brindarle a tu piel los cuidados que necesita. El agua tibia, no ardiente ni congelada, es perfecta para tomar un baño, pues nuestra piel la tolera y no es brusca para los capilares. El agua caliente, en cambio, reseca la piel. Por eso toma nota, que te enseñamos a ducharte como se debe. Elige el gel o jabón que mejor se adapte a tu tipo de piel. Existen un sin fin de opciones que van desde aquellos con PH neutro, glicerina, hasta aquellos con elementos como la avena, frutas e incluso ¡con vino! En gel o en barra, lo importantes es que no contengan gran cantidad de detergente, puesto que la piel se puede resecar. Deja que el agua corra por tu cuerpo. Toma un poco de jabón o gel y aplícalo en tu esponja, guante o cepillo y pásalo por tus extremidades delicadamente en forma de masaje. Este procedimiento es lo que se conoce como exfoliación. Consiste en el acto de remover las células muertas de la piel, activar su renovación y suavizarla. Asimismo, estos masajes formando círculos ayudan a la circulación siempre y cuando lo hagas con gentileza. Ahora consiente a tu pelo. Aplícate acondicionador únicamente en las puntas del cabello. Si lo haces en la raíz, se engrasará. Toma tu shampoo y aplícalo sólo en las raíces masajeando suavemente para estimular los folículos capilares, los encargados del crecimiento de tu pelo. Espera por unos minutos y vuélvete a meter bajo a regadera. El agua barrerá el shampoo de las raíces bajando hacia las puntas, mientras que el acondicionador actuará como hidratante de las puntas y capa protectora del shampoo que corre por el cabello. Asegúrate de removerlos bien a ambos. Cuanta más presión tiene el agua, más relax vas a sentir. Ahora que ya has completado estos pasos, estás lista para salir de la ducha. Antes de hacerlo, aplica un chorrito de agua fría, que a tu cabello le aportará brillo y a tu cuerpo ayudará a tonificar las piernas. Antes de secarte, aplica un poco de aceite de bebé en tu cuerpo, particularmente en las rodillas, codos y talones (y donde tengas callosidades). Verás que después de secarte, se verá más hidratado. Pero si prefieres la crema del cuerpo, sécate primero y luego aplícala en forma de masaje. Por último, rocía un splash en todo el cuerpo. Es una especie de loción en spray de ricos aromas y su efecto es refrescar al cuerpo e intensificar el olor de los distintos productos que ya aplicaste en tu ducha: jabón, shampoo, loción o aceite.
shi...todos escriben q es mas pamujeres..wns discriminatorios..jajajaja--si aqui tamnien entran las bellas...
Gracias por la info más rico bañarse con agüita calentita en un día de invierno *-* ahora pondré en práctica los demás tips