La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. FRANÇOIS MAURIAC Cementerio sud Llamado Cementerio Sud, su construcción se hizo necesaria a raíz de la gran cantidad de personas que fallecieron en San Andrés de Giles(Buenos Aires) entre 1869 y 1871 como consecuencia de las epidemias de fiebre amarilla y de cólera. Sus obras se terminaron el 29 de noviembre de 1873 y este cementerio fue el tercero con que se contó en este pueblo. Sus construcciones, cruces y quienes allí yacen sepultados, antiguos pobladores gilenses, convierten a este sitio en un lugar de relevante valor histórico. Hoy en día, solo quedan los restos de este lugar. En la ciudad de Namur, Bélgica, existe un viejo cementerio, abierto en 1885, escondido tras unos altos muros de piedra y una imponente puerta de hierro. En un rincón del cementerio, se encuentra una pequeña capilla, que contiene en su subsuelo una húmeda y mohosa galería de tumbas abandonadas desde hace mucho tiempo. A través de una escalera de caracol se accede a esta solitaria cripta, en la que el paso del tiempo no ha destruido su belleza arquitectónica. Las estalactitas de cal, las musgosas paredes y la impresionante atmósfera que crea la luz que se filtra por las claraboyas del techo hacen de este lugar un mundo sobrecogedor y misterioso. El Mount Hope Cemetery de Rochester NY es uno de los más impresionantes cementerios victorianos de Estados Unidos. Está situado entre empinadas colinas y valles creados por un glaciar hace unos 14000 años. Existen en él muchos lugares abandonados, solitarios y misteriosos, en los que el deterioro no impide apreciar la belleza que tuvieron en otros tiempos. La capilla neogótica del cementerio, con sus bellos bancos, su decrépito pero magnífico órgano y su tenebroso sótano, se encuentra aún bien conservada. A pesar de los escombros, los tablones de madera y las telarañas, adentrarse en esta pequeña iglesia victoriana y en el crematorio adyacente resulta fascinante. Junto a los bancos que ocupaban los feligreses se encuentra un gran hueco rectangular, del tamaño de un ataúd, desde el que puede verse el sótano. Justo debajo de este hueco, en el sótano, aún permanece la losa de mármol en la que se depositaban los ataúdes y el ascensor hidráulico que permitía, en un momento determinado, elevarlos hasta la capilla. Otro interesante lugar es el crematorio, diseñado por J. Foster Warner, que se añadió a la capilla en 1912. En un oscuro rincón del crematorio, está depositado un ataúd de acero, en el que, posiblemente, se metían los cuerpos de las personas que habían muerto de alguna enfermedad infecciosa. Tiene 18 cierres, que debían utilizarse para evitar que se abriera y se contaminase el aire. Este cementerio comenzó a utilizarse a partir del año 1838. A finales de 1820, los cementerios de la zona resultaban insuficientes. Después del brote de cólera de 1832, la ciudad de Rochester tomó la decisión de crear un cementerio de mayor tamaño que estuviese alejado de la ciudad y situado en un lugar agradable. En 1837, el Ayuntamiento compró casi 54 hectáreas que fueron destinadas al cementerio, que se abrió el 3 de octubre de 1838. En los años siguientes, se fue embelleciendo el cementerio con diferentes construcciones como una decorativa entrada, la capilla gótica, construida en 1863, una gran fuente ornamental y largas criptas excavadas en las laderas de las montañas. Poco a poco, la ciudad fue ampliando el cementerio, que llegó a extenderse por unas 200 hectáreas. Existen numerosos símbolos del arte funerario victoriano como obeliscos egipcios y torres góticas. También se encuentran esculturas de todo tipo: desde los típicos ángeles de la esperanza a perros muy queridos para el difunto. Para los victorianos, la muerte no provocaba el miedo y el rechazo que produce en el siglo XXI sino que era considerada la antesala de la vida eterna. Por ese motivo, los ciudadanos de Rochester del siglo XIX, atraídos por el paisaje y las espectaculares vistas del río Genesee, utilizaron el cementerio como un parque al que regularmente acudían para pasear a pie o en calesa o para organizar picnics los domingos por la tarde, después de asistir a la misa. Sin embargo, en la época de la depresión, el cementerio comenzó a deteriorarse y sólo a partir de 1979 surgió un plan, por parte de un desinteresado grupo de personas (Friends of Mount Hope Cemetery), para lograr que este bello cementerio vuelva a tener el esplendor de otras épocas. Cementerio de niños abortados en Vietnam. Tras la prohibición durante el reinado de José Bonaparte de enterrar a los muertos en las iglesias, en Madrid se construyen a comienzos del siglo XIX los primeros cementerios. El primero fue el Cementerio General del Norte, construido entre 1804 y 1809 en donde hoy está El Corte Inglés de Arapiles. Al año siguiente, al ser éste incapaz de absorber a todas las víctimas de la Guerra de la Independencia, se construye atropelladamente el Cementerio General del Sur, en el llamado Alto de Opañel, en una zona hoy ocupada por viviendas y áreas deportivas. Al parecer su funcionamiento fue un desastre y debido a su abandono los fallecidos recién enterrados servían de alimento a perros y pájaros. También resulta curioso el que este cementerio fuera conocido como el de los Ajusticiados, ya que en él se enterraba a los reos ajusticiados en la Plaza de la Cebada. Tras la construcción de estos dos camposantos, diversas Archicofradías y Sacramentales de la ciudad empiezan a construir los suyos propios, para enterrar en ellos a sus afiliados. El último de estos fue el de la Real Sacramental de San Lorenzo y San José, construido en 1851 en el barrio de Carabanchel, junto al mencionado Cementerio General del Sur. Como las demás sacramentales, en un principio se trató de un pequeño cementerio estructurado entorno a un patio, y ampliado sucesivamente a base de otros patios yuxtapuestos. Hoy en día sigue en funcionamiento y pasear por él no resulta tétrico, sino un deleite para los sentidos. Sus altos y robustos muros lo aislan del mundanal ruido de la urbe. En su interior el silencio es absoluto. Tan sólo se escucha el sonido del viento en los cipreses y el canto de las aves que los habitan. Además, en cada uno de sus patios puede apreciarse no sólo el valor histórico sino también el escultórico de muchos de sus sepulcros y panteones. En la Sacramental de San Lorenzo y San José están enterrados importantes personajes como el político Raimundo Fernández de Villaverde, el Doctor Esquerdo, introductor en España de la neuro-psiquiatría, o el actor Julián Romea y su esposa Matilde Díez. Los restos de los Condes de Montijo, padres de la emperatriz Eugenia de Montijo, también reposan en él, situados en el segundo patio central, entre cuatro cipreses. Especialmente llama la atención el panteón de estilo modernista de la familia García Nieto, donde dos hermas egipcias flanquean la puerta. Nichos masónicos en Badajoz Tumba republicana y masónica en Cantabria El gran panteón del masón asturiano Manuel Cué en el Cementerio de Ciriego (Cantabria) Tumbas masónicas en cementerio de Valladolid (semi-abandonadas) CEMENTERIO MAPUCHE Hotel Cementerio Niños filipinos jugando sobre las tumbas de un cementerio en Manila. Y es que las familias pobres han convertido el cementerio en su hogar, y las tumbas en su cama. No obstante, el alcalde de la ciudad ha dado instrucciones a la policía de que asegure el cementerio y lo limpie de ocupas y ladrones que puedan incomodar a los familiares en el Día de todos los Difuntos Y PARA EL FINAL http://img130.*************/img130/4128/aaaaa01kb6.png "Los restos de una anciana que conservaban la ropa fueron extraídos." http://img443.*************/img443/7474/aaaaa02ts8.png Un trabajador exhuma un cadáver mientras otro cuerpo está colocado en la izquierda. http://img471.*************/img471/6596/aaaaa03tf7.png Un trabajador quita los ataúdes en la parte del cementerio de los niños. http://img246.*************/img246/9577/aaaaa04qr6.png En bolsas plásticas son colocados los restos después de sacarlos. http://img525.*************/img525/4908/aaaaa05qp6.png Los restos de la misma anciana son transportados en una retroexcavadora. http://img166.*************/img166/9792/aaaaa06sy1.png En una gran fosa depositan los cuerpos. http://img106.*************/img106/1566/aaaaa07eq1.png Un trabajador observa un cadáver. http://img72.*************/img72/7650/aaaaa08ld4.png Panorámica de la entrada del cementerio principal de Guatemala.
Me gustó mucho tú post la verdad me encantan los cementerios deberíamos juntarnos e ir de nuevo al tour al cementerío General de noche lo pasamos muy bien los que fuimos grazie
Muy buen post..personalmente me llaman la atencion los cementerios, nose si sera por la tranquilidad, las construcciones o por las historias que guarda cada tumba.... Gracias..
buen post... hay muchas historias en los cementerios... en lo personal no me gustan... pero bueno... cada cual con lo suyo