Existen algunos lugares del mundo imaginario de Pandora, la luna paradisíaca de Polifemo en la película Avatar, que bien podrían estar inspirados en nuestro planeta. Los lugares y rarezas que se mencionan a continuación no fueron tenidos en cuenta a la hora de imaginar las locaciones de la película Avatar, pero con algo de imaginación, podríamos simular un viaje por el mundo de la película en pleno Planeta Tierra. 1. El bosque encantado de Pandora (en Japón). Pandora es un planeta que se ve exuberante, colorido y con paisajes que alguna vez quisiéramos presenciar (de existir). Y si algunas imágenes podrían inspirarse en un lugar real, ese bosque podría ser el de la isla de Yakushima, aquel que visitáramos en una entrada anterior. (Ver la isla encantada de Japón) Imagen ippei + janine 2. Un ser viviente kilométrico (en Estados Unidos) En Pandora, todos los seres vivos se encuentra unidos como si se tratara de un único ser viviente. En un pasaje del film, la doctora Grace Augustine, explica que todos los árboles se unen como una red, en donde cada uno de ellos tiene 10 mil conexiones con los árboles que de su alrededor. En nuestro planeta, podríamos acercarnos al concepto con la impresionante colonia clonal conocida como Pando. Pando es un extenso bosque situado en el estado de Utah sólo en apariencia, porque en realidad no se trata de un bosque, sino de un único ser vivo unido por una extensa red de raíces subterráneas que podría considerarse el organismo más grande del mundo. 3. Las Montañas Aleluya (en China) La extrañas Montañas Aleluya en Avatar, con sus enormes formaciones levitando en el cielo del satélite en el llamado vórtice del flujo, tiene una aproximación terrestre. Claro que no hablamos de montañas flotantes, pero sí de un paisaje deslumbrante. Hablamos de los pilares de roca de Wulingyuan, en China, una formación de origen kárstico envuelta por la niebla y cubierta de densos bosques. Y es gracias a la niebla que por momentos, los promontorios parecen levitar. (ver los 3000 pilares de roca en Wulingyuan) 4. El Árbol Madre (en Brazil) Quizás la versión terrestre del Árbol Madre de la cultura Navi podría acercarse de algún modo con el árbol que se pasó de grande. En Brasil, se encuentra un árbol anacardo que alcanzó los 500 metros de circunferencia, con 95 años de existencia a causa de una anomalía genética. 5. Bioluminiscencia en el bosque (en Japón) Las escenas quizás más bellas a nivel visual de Avatar, son las del bosque que por la noche se ilumina gracias a la presencia de organismos vivos capaces de emitir luz. En la tierra, lo más cercano que podríamos disfrutar a menor escala lo encontraríamos en los bosques de la isla Mesameyama en Ugui, Prefectura de Wakayama en Japón. En las temporadas más lluviosas, los bosques suelen poblarse de luces de color verde, una reacción química producida por hongos bioluminiscentes. (Ver hongos que brillan en Visión Beta)
