Venían en la madrugada de hoy de visita a Punitaqui cuando en el trayecto entre Los Vilos y Socos realizaron el avistamiento. Tres objetos voladores que los acompañaron durante 45 minutos. El grupo familiar integrado por Carlos Rubio, el pastor evangélico Víctor Durán, la señora Juana Durán, su esposo Osvaldo Romero y el hijo del mismo nombre, de 20 años, que era el que conducía el automóvil en esa etapa. Ellos habían salido momentos antes del puerto de San Antonio en dirección a la comuna de Punitaqui, donde eran aguardados por la familia de Hugo Claro Víctor y Juana Durán, con ansiedad, temor, e interrumpiendose uno al otro a cada momento, relatan que eran alrededor de las cuatro de la madrugada cuando hicieron un alto en el sector del peaje de Los Vilos, en la ruta 5, para tomar un café, y reanudaron el viaje. “Habíamos corrido mas o menos un cuarto de hora, cuando como para el lado de los cerros, vimos aparecer una luz grande, y luego otras dos mas, que parecían seguirnos”. Delante de ellos marchaba un camión que “comenzó como loco a hacer señales con las luces”, y después aceleró y se perdió en la distancia. Ellos también intentaron hacer lo mismo hasta alcanzar una velocidad de 180 kilómetros, pero las luces seguían inmutables a su lado, como a cien metros de distancia. “ Y ahí mi hijo, me dijo que bacán, me voy a bajar para grabar, él como lolo lo encontraba bacán. Pero cuando miré y los vi que estaban delante del auto, me puse a llorar porque de verdad me asusté , porque dije, nos van siguiendo a nosotros, y ya al camión que iba adelante no lo vimos más”. El pastor Víctor Durán la interrumpe para decir: “ yo me encomendaba a Dios nomás, esto es algo sobrenatural , y pedía que no nos pasara nada. Le contamos a un persona, y nos decía que siempre aparecían en ese sector. Yo fui marino pescador durante años, y una vez nos salvamos luego que nos hundimos , pero algo como esto, sobrenatural, nunca lo había visto. Yo como pastor de iglesia no sabría dar explicación a lo que aconteció. Y tampoco le doy esta experienbcia a nadie, agrega. El hijo alcanzó a sacar algunas imágenes a través del parabrisas, aunque dicen que en ellas sólo se advierten destellos multicolores en la oscuridad. Doña Juana describe los objetos como del tamaño de una vivienda (los observaron a alrededor de cien metros” de color plateado, “como una antena parabólica dada vuelta”, con luces que giraban debajo. “Primero encontré las luces muy bonitas, pero después cuando me entró el susto no quiero ver más nada igual. Yo no quiero nunca mas viajar de noche y hasta ahora me da miedo volver a San Antonio”. Dicen que amigos, entre ellos un conductor de buses que hace el recorrido para el norte, cuando contaron la experiencia les aseguraron que en ese trayecto siempre se ven cosas. “Incluso un amigo me dijo antes de salir: échese una cámara al bolsillo por si ven algo”, recuerda. ¿Un relato verdadero, una fantasía colectiva? Lo único que podemos señalar es que esta es la primera vez que en treinta años de periodismo tenemos conocimiento de un avistamiento de objetos voladores no identificados efectuado por un grupo (de edades muy variadas), en el que los relatos coinciden, y los testigos muestran un temor y una ansiedad que parecen muy genuinos. Y que no sienten temor o verguenza de dar a conocer sus identidades. (Copy paste me dio paja resumir) Dejen credi si leiste ya que no comentas Fuente Ovallehoy.cl
wow...buena la histroria....igual ....es para tener cojones, con lo sucedido..asique si andamos por esa ruta..llevar camara, y siempre una reflex...porque a veces las digitales fallan, por lo que dicen...por los supuestos campos magneticos y otras cosas. me gusto tu aporte. Suerte....