Para terminar la noche bien, hay platos que debes evitar Las primeras citas son delicadas. Tu compañero/a registra todo lo que haces, lo analiza y saca conclusiones que pueden hacer que la noche termine a los besos, o con un “se me hace tarde y mañana tengo que madrugar”. Si tienes ilusiones de quedar bien parado y que la noche termine bien, nunca pidas los siguientes platos. 1. Hamburguesa completa : La mayonesa cae por los costados, el tomate se desliza junto con la lechuga y tus dedos se pegotean. Pedir la hamburguesa sólo con queso es una buena alternativa. 2. Fideos con salsa de tomate : Plato que presenta muchos inconvenientes. Ante todo, no tiene onda. Después, no es fácil comer tallarines con elegancia. Siempre hay un fideo rebelde que se desliza fuera de la boca y que se debe que succionar poniendo cara de yo no fui. Además, está el riesgo de mancharte la ropa. 3. Platos con mucho ajo: Nada menos seductor que un aliento de perros que no desaparece ni siquiera después de un lavado de dientes con pasta dental o con pastillas de menta. Si te ilusiona terminar a los besos, evítalos. 4. Ensalada verde No. Siempre te va a quedar entre los dientes algún trozo de hoja. Frente a una dentadura multicolor, tu cita optará por el silencio para evitar incomodidades. Cuando llegues a tu casa preguntándote por que no pasó nada y te mires en el espejo, te vas a querer matar. 5. Guiso de lentejas : El efecto es evidente: gases. No queremos, ni necesitamos ser más gráficos. Que cada uno pida lo que quiera, mientras tenga claro los riegos a los que se atiene. 6. Muslo de pollo : Si la comida plantea una lucha encarnizada con la porción que te espera sobre el plato, mejor, piénsalo dos veces. Desarmar un muslo de pollo, quitarle la piel, hincar el tenedor entre los cartílago para rescatar un mínimo pedacito de carne… es muy poco fino. Y después el plato queda hecho un enchastre. Lo mismo se aplica a la tira de asado y a los pescados a la parrilla. Por el contrario, un bife, o un filet nunca fallan. 7. Postre bomba atómica : Todo restaurante tiene en su menú un potente y calórico “postre de la casa”. No lo pidas. Vas a quedar como un desesperado/a. Guarda las ganas para compartirlo en la segunda o tercera salida (si es que llegan a esa instancia). 8. La segunda botella de vino : Claramente, un buen tinto es la mejor opción para relajarse y descontracturar la comida. Pero si se te va la mano se pierde en todo sentido. Puedes volcar la copa y llevarte cosas por delante. Además, te queda la boca pastosa y la lengua violeta. Bebe con moderación. Fuente Spoiler ¡Debes iniciar sesión para ver el Spoiler!
En la primera cita ...un traguito en un pub y una tabla,en la segunda una pizza..en la tercera sushi,en la cuarta haces algo en tu departamento ..y a culiar..se ha dicho..pa los weones q me dicen q me demoro mucho en concretar .. yo no me como minas faciles,,puro filete.
nada como unas cervezas a la orilla del rio y un cajetilla de belmont para quemar!!! ajajjaja buenos datos!!!
en la primera cita solo 2 opciones o pago el motel o pago el restauran pero las 2 cosas en una noche ni cagando una de las 2 me tiene ke salir gratis jojo jo
dale colors q las pelas culias con cuea las llevo a comer una sopaipilla al carrito y unas pirsen pa q pase