Esto pasa cuando uno se adelanta en celebrar

El mayor de los ridículos en el deporte



Puede sonar a tópico eso de que en el deporte hasta el pitido final o hasta que no se cruza la línea de meta no se puede dar nada por ganado. Pero a raíz de estos ejemplos a uno no le queda más remedio que dar la razón a todos esas personas que llenas el deporte de topicazos.

Es lo que pasó en el Mundial de Patinaje en Guarne, Antioquía, donde uno de los patinadores 'cafeteras' vendió la piel antes de cazarlo. Cierto es que llegaba a la recta final con una ventaja considerable sobre sus rivales, y que tras casi 20 kilómetros deslizándose por el hielo, uno puede pensar que llegaba con las neuronas algo dispersas a los metros finales, pero no tiene perdón el relajarse de un modo que te veas sobrepasado en la misma línea de meta.



Lo peor de todo esto es la cara con la que se quedó pasada la meta, ya que no sabía si seguir celebrando su victoria fantasma o huir por la primera salida que encontrase.





Pero si estás imágenes no tienen desperdició peor fue lo de este ciclista que avistaba la meta y se engalanaba para recibir el calor del público, tras pasar horas y horas montado en su bici. Como en el caso anterior, se aventuró a levantar los brazos para entrar en meta pero tuvo un percance con el firme mojado y se fue al suelo. Los momentos posteriores, su intento por llegar a la meta empujando su bici y demás, no tiene desperdicio tampoco.



Claro, que peor que todo esto es celebrar una victoria una vuelta antes de tiempo y cuando celebras por todo lo alto tu triunfo, ante la mirada atónita del público, aparece el coche de la organización para devolverte a la realidad y entonces, saber que has hecho el absoluto ridículo.