¿Cómo se hacen los pobres?

Hoy cuando vemos la encuesta CASEN (Canasta de Anclaje Social Económicamente Nefasta), se me vino a la memoria esa pregunta, hecha en prueba de planificación, básicamente por el mismo resultado: nadie tiene idea de qué se trata, todos se llenan la abertura bucal con el tema, los políticos se atacan mutuamente, después se abuenan en el asado dominical y los pobres, ah, los pobres que se sigan jodiendo, total, más abajo del suelo no pasan.

La famosa pobreza se mide en lucas: si una familia gana más de $ 64.000 por persona, ya no es pobre; si gana menos, es pobre. Esto, basado en una canasta básica del año 1986, o sea fresquita y nuevecita de paquete. ¡Más fácil, dónde!

La pobreza se había reducido hasta un 13,7% y subió a un 15, 1 %. Eso encendió las alarmas y la Coalición por el Money Exchange acusó a los Desconcertacionados de tener la culpa, de haber despilfarrados los dineros en malos programas. Estos últimos sacaron a relucir las mil y una teorías sobre la crisis, aumento de los alimentos en la canasta básica, mala leche de los actuales gobernantes y etcétera, etcétera, etcétera.

Pero en resumen: nada.

Si suponemos una familia promedio es de 4,3 personas (según CASEN), implicaría que para no ser pobres necesitan aproximadamente $ 280.000 para no ser miserablemente pobres, porque –dejémonos de joder - ¿qué calidad de vida se puede obtener con esa plata para toda una familia? Peor aún: ¿qué vida pueden llevar los 2,5 millones de pobres actuales, que ganan menos que eso?

La pregunta inicial tiene varias respuestas: Los pobres se hacen en las discusiones de sueldo mínimo de $175.000 y de sueldo ¿ético? De $250.000, al cual todavía le faltan 30 lucas para no ser pobre. Se hacen dando una educación paupérrima para que, con suerte, obtengan trabajos ad hoc a los sueldos mínimos o semejantes, teniendo hospitales públicos con personal reventado de tanto trabajar y condiciones biafranas de atención a los usuarios. Se hacen dejándolos abajo de buenas pegas porque no pertenecen al “grupo”, o “grupi” de amiguis de colegis o no le rezan a la virgencita de la Junji. En resumen se hacen manteniéndoles y perpetuándoles todas las “comodidades” para que se sigan reproduciendo social, económica y culturalmente entre ellos.

Entonces la otra pregunta que salta sobre la mesa (del pellejo, en este caso concreto) es: ¿Para qué sirven los pobres? Algunos más abiertos de mente preguntan ¿Para qué ME sirven los pobres?

Bueno, hay algunas que los usan de a 4 como nanas, otros para mejorar la rentabilidad de las empresas, otros para darle cien pesitos y tener la conciencia tranquila que han cooperado con estos hombrecitos y mujercitas y los esperarán en el cielo con los brazos abiertos. Otros para decir que hacen “responsabilidad social” y “trabajo voluntario”, algunos como intermediarios de los drogos y algunas otras cosillas impúdicas más y, en fin, lo que la imaginación ponga al alcance de las brillantes mentes chilenas.

Lo que soslaya toda la discusión posterior a la CASEN, es que la pobreza no es solamente un problema de un poco de plata más o un poco de plata menos. Eso es la reducción más estúpida y simplista; es como el cuento de que el desarrollo de un país se mide por el ingreso per cápita, sin entender que el subdesarrollo es también un estado mental y cultural.

Y mientras el 20 % que maneja económicamente el país no dimensione que podrían ser infinitamente más ricos en la medida que la gente que les trabaja tenga profesiones y sueldos que les permitan vivir tranquilos, ya que eso implicaría exprimirles la productividad a concho en la mejor y más dura de las máximas capitalistas, no tendremos nada que hacer. Seguiremos dándoles cositas a los pobres de este largo y angosto embudo económico, para que no cambiemos el status quo y seguiremos vendiendo cobrecito, arbolitos, salmoncitos y otros articulitos de fácil producción, pero nada que conlleve valor agregado de verdad, motores, computadoras, relojes, autos, motos, televisores. Porque eso nos obligaría como país a ponernos las pilas de verdad.

Siguiendo un proverbio chino: Al pobre no le des pescado, enséñale a pescar. En buen chileno: a los pobres córtales la asistencia social-estatal, edúcalos y págales como si fueran seres humanos de verdad (Traducción libre del autor).
Fuente: http://www.elquintopoder.cl/fdd/web/ciudad/opinion/-/blogs/casen-o-como-se-hacen-los-pobres