El accidente ocurrió en la región china de Qingzhen. Al parecer, el conductor circulaba a una velocidad excesiva con un camión con 40 toneladas de carga cuando se salió de la calzada y se acercó de forma peligrosa al borde de un profundo precipicio. Su primer golpe de suerte, según explicó la Policía, lo tuvo cuando el vehículo sin control se frenó justo antes del borde del precipicio por un montón de arena de una obra cercana. Aún así, parte del camión quedó suspendida en el aire, tal y como se aprecia en la imagen. La arena frenó lo justo al camión para que cayera al vacío. El conductor estaba convencido de que iba a morir y fue difícil convencerle de que trepara hasta el techo de la cabina y se dirigiera a la parte trasera, explicó un agente de Policía.Una vez allí, fue rescatado ileso pero en un gran estado de nervios. Fuente: larazon.es
