Un Fulano llega a su casa y le dice a su mujer: que te cuento Ana, vengo de ver una película porno y no te imaginas la cantidad de locuras que allí se ven. ¡Como! ¡Cuéntame! No creerás, como se quejan las mujeres cuando hacen el amor. Sabes yo creo que eso nos falta para ponerle más sazón a nuestro matrimonio. ¿Te gustaría que yo me quejara? ¡Blas! Seria bien chévere, Anita. ¿Por qué no lo intentas? Y efectivamente, la pareja se dispone a poner en práctica la novedad. Esa noche el hombre empieza a acariciarle los hombros a la mujer y ella le dice: ¿empiezo a quejarme? No, todavía no Anita yo te digo cuando continua acariciándole la cintura los senos, las piernas y la esposa nuevamente le pregunta: ¿ahora sí ya me quejo? Espera un poco más. A los 20 minutos el hombre se sube a donde se tiene que subir y empieza a hacer lo que se tiene que hacer y con voz enronquecida de tanta pasión acumulada le dice a su mujer al oído: ¡ahora Anita ahora comienza a quejarte! ¡¡¡¡¡aaaayyyy Blas!!!!! Los niños están cada día más insoportables; el dinero que me das para el diario ya no me alcanza; la beba necesita zapatos nuevos; tu madre llama para joder todos los días; se acabo el gas; tenemos que comprar otro refrigerador porque este ya no enfría; ya no se qué cocinar, nada te gusta. ¿Así o mas quejumbrosa?