Descubre que está embarazada dos días después de morir su novio

Lizzy Philipson y Grant Besson, dos jóvenes británicos de 21 y 26 años respectivamente, recibieron una dura noticia hace un par de meses: no podrían tener hijos 'propios'. El problema erradica en Lizzy, a la cual los médicos le detectaron unas células cancerígenas en su útero. A pesar de lo sucedido, la pareja consolidó su relación y solo fue un pequeño impedimento que no les evitaba ser felices. Ellos meditaron entonces la opción de abortar.





Cuando ese 'trago amargo' estaba prácticamente digerido y Lizzy acudía a oncología para someterse a un importante tratamiento para proteger su útero, la joven recibía la trágica noticia de que su pareja acababa de fallecer en un accidente de tráfico.


Tanta ella como su madre decidieron mantener la calma y explicarle a la otra madre de la historia, la del novio, contarle que jamás hubieran podido tener hijos en común. Sin embargo, la joven recibió la llamada de una clínica británica para comunicarle que estaba embarazada de unas semanas.


En ese momento, la noticia supuso un jarro de agua fría para Lizzy, que decidió esperar unos diez días a que las cosas se calmaran y envió por correo una ecografía en la que le mandaba una carta a la madre de su recién fallecido novio le explicaba que iba a ser abuela.


"Perder de repente a Grant fue devastador. Sentí que me lo habían arrebatado sin poder decirle adiós", señala Lizzy. "Cuando tomábamos unas copas, nos gustaba hablar sobre bebés y Grant decía que tendríamos unos bebés preciosos", explicaba la joven de 21 años en el diario británico Mirror.


Ahora, la joven lleva una tranquila vida, separada de otros chicos de su edad y centrada única y exclusivamente en su familia.


Fuente: Qué es


AJV


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