Un poco de bricolaje no nos irá mal para preparar una maceta autorregante a partir de una maceta corriente y un par de cosas más. Nos ahorraremos un dinerito que con los tiempos que corren no va nada mal. A continuación paso de corrido a contaros cómo podéis preparar esta hidromaceta. Necesitaréis unos pocos materiales: Una maceta, sirve cualquiera. Un recipiente de plástico con tapa. Una botella de refresco o de agua. Dos tiras de tela. Con la herramienta que más práctica tengáis en su uso, un cuchillo o una navaja servirán, con filo y hoja fuerte y un taladro o una aguja practicaréis en la tapa del recipiente toda una serie de agujeros pequeños, cuatro orificios lineales y uno grande para que quepa el cuello de la botella. El montaje es muy simple, colocamos las tiras de tela por los orificios longitudinales y deben llegar al fondo del recipiente. Estas tiras de tela actuarán a modo de mecha absorbiendo el agua del recipiente y trasladándola al sustrato. La tela puede ser de cualquier tejido pero mejor si es sintético o alguna mezcla ya que si es natural, algodón u otros, al ser biodegradables desaparecerá con el tiempo integrándose en el sustrato. Ponemos la botella, a la que le habremos cortado la parte inferior, insertada en el agujero grande de la tapa de la fiambrera. Si vamos a poner algún tipo de tutor o guía para las planta lo colocaremos ahora también para que llegue al fondo del recipiente, aguantará así mayor peso. Rellenaremos la maceta con el sustrato que precisemos y tendremos la maceta autohidrante perfectamente preparada para el cultivo de las plantas que queramos. Rellenaremos la reserva de agua a través de la botella que ahora hemos transformado en embudo. ¡Y ya nos podemos ir de vacaciones!. Fotos: bucolicbushwick.com