Dulces de seda: horas extra

Adriana es una chica que trabaja como asistente en el departamento de recursos humanos. Mide 1.63, cintura angosta pero de caderas y pechos medianos. Ojos grandes y verdes, pelo ondulado de color negro que llega al cuello. Labios delgados, tez clara y piernas torneadas.

Como siempre lleva un conjunto que es una blusa azul claro, falda corta azul marino que llega las rodillas mostrando sus medias negras, zapatos de tacón alto para hacerla ver mas alta, un saco del color de la falda. Solo lo necesario de maquillaje y unos lentes.


Los últimos días ha estado trabajando hasta noche junto a su jefe.
Una persona entrada en los 30, complexión medianamente robusta, pelo castaño claro, su traje es de color gris y en total una persona bien arreglada.


Como en la oficina solo quedan ellos dos, el jefe la llama para sacar copias a unos papeles y revisarlos para luego sellarlos.
Al terminar los documentos, ella se sienta frente al escritorio para tomar unas notas, un par de botones sueltos muestran un poco el escote y el borde decorado de su sostén azul. El se acomoda un poco la corbata, aquella vista y con tanta presión por el trabajo no es fácil de llevar. Le ofrece agua y ella acepta, con las piernas cruzadas, postura recta, bebiendo un poco del vaso. Aun así es una vista sensual.
Cuando se dispone a levantarse, ella tropieza un poco, inclinándose al escritorio.


Al estar sus rostros tan cerca no se sabe quien realizo el primer movimiento pero comenzaron un beso suave, lamiendo sus labios, sintiendo la respiración de cada uno en el cuello.
El rodea el escritorio para estar a espaldas de Adriana, esa vista de ella recargada en el escritorio con el trasero levantado y con ayuda de los tacones lo excita aun mas.
La toma de la cintura y se inclina para besar su delicado cuello, sentir el aroma de su perfume, el sabor de su piel, le muerde la oreja y ella suelta un suave gemido, su respiración se agita mas.


Ahora el recorre esa menuda silueta, acariciándola llegando a los pechos. Quita mas botones para liberarlos y levantando el sostén comienza a presionarlos y acariciarlos.
Con las manos en el escritorio, ella gime mas y mueve su cadera para sentir ese miembro que esta duro y preso del pantalón.
No apresuran las cosas de momento, la besa en el cuello, le va quitando la blusa mientras le besa la espalda mientras que ella se estremece, quiere mas pero el decide cuando sea el momento.
Sin blusa ni sostén, ahora es el turno de la falda. La va retirando para mostrar ese trasero que casi cubre la tanga azul adornado con un ligero negro para sostener las medias. Le da un par de nalgadas suaves, pronto sabe que a ella le gusta. Presiona ese trasero firme y le baja su tanga mostrando una vagina ya húmeda.
Comienza a lamer para darle un oral profundo usando su lengua, juega y chupa el suave clítoris provocando suaves espasmos y gemidos a ella. Arquea la espalda y se sostiene firme en el escritorio, le tiemblan las piernas a punto de terminar pero el se detiene. Con respiración agitada voltea a ver como diciendo que no pare pero el se levanta, se toma su tiempo para quitarse la ropa, en ocasiones le da un par de nalgadas mientras que ella espera impaciente.


Ya mostrando un miembro firme, se acerca y frota su sexo con el de ella creando una sensación placentera. Tanto que su pene esta lubricado por los jugos de ella. No soportan mas y la mete de golpe, ella gime fuerte y se sostiene con mas fuerza mientras que el jefe la toma de la cadera y comienza a embestir, primero suave y después va rápido, sale y entra mas profundo, por la pasión con la que se mueven hasta el escritorio comienza a moverse un poco también.


La penetra mientras gimen, le besa y muerde la espalda, le levanta una pierna y embiste aun mas. Después de un rato ambos terminan pero aun se queda adentro, como aun esta firme, la ayuda a voltearse para quedar en posición de misionero en el escritorio.


Ahora comienza a moverse de nuevo. La penetra haciendo rebotar los redondos pechos de ella mientras que da quejidos de placer. Se inclina para lamer y chupar esos suculentos pezones mientras continua penetrándola profundamente. Ella lo abraza y lo acerca mas, moviendo su cadera para ayudarlo en las embestidas.
Ambos se mueven con pasión hasta que terminan de nuevo. Toman un poco de aire y se besan mientras se recuperan.


Después de esto ya es mas fácil trabajar hasta la noche.

 

gracias, estoy haciendo historias de las clasicas que habian comentado en el foro