CAP 1, Una mala decisión

Las promesas se deben cumplir, es lo que siempre le recalcaba a su hija. Un hombre de palabra debe realizar lo prometido, por eso estaban viajando a Disney World, porque fue una promesa echa. Si bien su hija había crecido lo suficiente para entender que el viaje ya no era tan importante, pues a sus 9 años ella comprendía el mundo de una forma bastante adulta.
Aquella promesa fue con otra finalidad, la de juntar su familia con la de ella, con la mujer que volvió de carne su ametalado corazón. En su concepción, la idea era que Violeta y él se juntaran con René y Ada en los estudios Universal, así podrían disfrutar todos a la vez. René tenía 10 años y en su contexto alimenticio Americano, tenía un evidente sobrepeso, pero su madre mantenía su escultural figura, a pesar de sus 34 años, seguía pareciendo una adolescente.
Iban a estar un par de semanas allá, iban a revivir ese amor a la distancia y a consolidar la relación, pero antes de que aquellos planes se concretaran, todo se había acabado.

-Papá- Dijo Violeta tomando la manga de la camisa de Facundo.
-Papá mira eso, ¿qué es?

Absorto en sus pensamientos, Facu (como le decían sus amigos y familiares) tardó en notar el objeto que volaba a la par con el avión. Cuando pudo conectar su mente con su mirada, pudo distinguir una esfera negra viajando a la misma velocidad del avión, sobre el ala derecha de la nave. Era un esfera de casi 1,5 metros de diámetro, completamente negra, no reflejaba la luz solar ni proyectaba sombra, parecía estar inmovil sobre el ala, como si fuese una especie de calcomanía pegada en la ventana. Facu pestañeó fuertemente para darle crédito a lo que estaba viendo, pero apenas abrió su mirada, la esfera seguía en el mismo lugar. Recordó las historias paranormales que les suceden a las personas que usan un asiento que da a una de las alas del avión, este podía ser uno de esos casos también.

-¿Qué es papá?- Preguntó Violeta mientras Facu seguía sin poder comprender lo que veía.

Otras personas dentro del avión comenzaron a ver también la esfera, las personas se comenzaron a agolpar frente a las ventas y usar sus móviles para fotografiar el objeto. Las auxiliares de vuelo, comenzaron a poner orden, pidiendo que la gente volviera a sus asientos, pero incluso ellas quedaron anonadadas por el suceso.

Un tipo de unos 24 o 26 años estaba sobre Facu con su cabeza erguida sobre las piernas de Violeta mirando el objeto.

-Wn, nos vamos a morir- Dijo el tipo mientras forcejeaba con Facu que lo sacaba de aquella posición.

La bola seguía inerte, Violeta encantada mirando por la ventana y Facu se había deshecho del imprudente muchacho cuando todo cambió. En un súbito movimiento vertical, la bola atravezó el ala derecha, luego lo repitió otras tres veces.

De inmediato sonaron alarmas en el avión, el piloto comunicó que tenían graves problemas y que todos debían abrochar sus cinturones. El pánico se apoderó el avión, las auxiliares poco y nada podían hacer al respecto, incluso algunas de ellas entraron en pánico.
El avión fue perdiendo altura, si bien gran parte del viaje ya estaba realizado, aún no llegaban al aeropuerto de destino.
El piloto descargó todo el combustible que le quedaba y se decidió a realizar un aterrizaje forzoso. Buscó un área despoblada, encontró grandes extensiones de cultivo y preparó la nave. Avisó a los pasajeros de la inminente situación. Algunos se estaban encomendando a Dios, mientras otros habían perdido toda la fe. Un sujeto perdió la cordura y estaba acosando sexualmente a una muchacha. Facu estaba aterrado, abrazaba a Violeta mientras la niña lloraba por el miedo. ¿Qué podía hacer un hombre como él en esa situación? ¿Por qué había decidido ir a esa mierda de país si ya no estaba su amada para esperarlo?
Se cuestionaba y se maldecía por tomar aquella decisión que le significaría la muerte, todo por creer en la posibilidad de que viajando a ese país podría reencontrar el amor, pero ahora sólo había angustia por delante.

El piloto trató de estabilizar la nave todo lo que pudo, sus años de experiencia lograron que tuviese la firma convicción de que conseguiría un aterrizaje. Cuando la nave ya estaba cayendo bajo los 500 metros, los gritos en el avión fue una oda a la desesperación. Algunos se desmayaron, otros tomaron nuevamente aire para seguir gritando, Facu abrazó a su hija lo más fuerte que pudo y todo se volvió negro.

Cuando despertó, todavía estaba en su asiento, sentía un dolor quemante en el pecho, algo le corría por la cabeza, era sangre. Recordó que no estaba sólo en ese viaje, miró hacia su costado, pero el asiento donde debería estar Violeta había sido arrancado producto del aterrizaje. Facu pudo expandir un poco más su visión y notó que estaba en medio de un holocausto. Cuerpos desmembrados, restos de avión por todos lados, focos brillantes unos metros más allá.
Su cabeza aún le daba vueltas, sus oídos estaban tratando de volver a una frecuencia que le permitiese escuchar algo. Trató de hilar algunas letras, pero no pudo, el nombre de su hija no podía salir de su boca...

Atte
Klm