Luke Harding, periodista del diario The Guardian: “Trump tenía miedo a Putin”

En entrevista con La Tercera, el periodista británico asegura que el interés de Rusia es que Estados Unidos levante las sanciones, porque estas han “dañado” la economía del país. Además, califica la actual situación de Washington, que enfrenta problemas con sus aliados europeos y la OTAN, como el “sueño del KGB convertido en realidad”.

El periodista británico Luke Harding fue corresponsal del diario The Guardian en Rusia desde 2007 hasta febrero de 2011, cuando fue deportado. El periódico señaló que la razón de esa medida habían sido sus duros artículos contra el Kremlin. En 2011 escribió el libro Mafia State, que repasa su experiencia en Rusia bajo el gobierno de Vladimir Putin. El año pasado publicó Conspiración, cómo Rusia ayudó a ganar las elecciones, en el que entrega detalles sobre los lazos entre la campaña de Donald Trump y Moscú. “La tesis en mi libro es que Trump, casi por una razón extraña, mágica es una suerte de sirviente de Putin. Creo que eso se ha fortalecido por los eventos en los últimos meses”, dice en conversación con La Tercera.

¿Cuál es la importancia del juicio contra el exasesor de la campaña de Trump, Paul Manafort?

Creo que Manafort es una figura importante absolutamente en toda la historia de Donald Trump y Rusia. Una de las preguntas que ha estado rondando en mi cabeza por casi dos años es por qué Manafort se convirtió en director de la campaña de Trump en 2016. En otras palabras, la historia oficial contada por Manafort es que él conoció a Trump, se llevaron bien, se ofreció trabajar gratis. Pero soy escéptico de que sea así, este es un hombre que sabemos que tiene problemas de deuda, durante 10 años ganó US$ 75 millones de oligarcas y otros en Ucrania, al trabajar para Victor Yanukovich. Creo que ese es uno de los muchos misterios detrás de la historia. Yo lo conocí en 2007 en Kiev, es una figura fascinante, es un tipo alto, usa ternos caros, es inteligente. Creo que la imputación de (el fiscal especial) Robert Mueller contra Manafort es que supuestamente ha estado ocultando pagos inmensos durante un gran período por parte de empresas que están en Chipre y se ha convertido en alguien muy rico. Creo que el otro asunto importante es qué estaba haciendo Manafort en 2016. Sabemos que estaba ofreciendo información a Oleg Deripaska, un oligarca, y darle información a él es básicamente darle información a Vladimir Putin.

¿Cómo ve la relación entre la campaña de Trump y el Kremlin?

Es cada vez más obvia. Obviamente Trump lo niega. Creo que en los últimos dos meses ha tuiteado muchas veces que es “una caza de brujas”. Por ejemplo, está lo que pasó recientemente en Helsinki, en la cumbre con Putin. En ese momento Mueller imputa a 12 ciudadanos rusos, agentes del GRU (dirección de inteligencia del Ejército ruso) y da un detalle fascinante de cómo ocurrió el hackeo en 2016, con nombres de los militares rusos que hacían el operativo. Esto era un dilema real para Trump. Estaba viendo la conferencia de prensa como todo el mundo y Trump no pudo condenar la interferencia rusa en las elecciones, no pudo hacerlo. En cambio, dice que Putin le está asegurando que eso no es así, lo negó rotundamente, por qué lo harían. Ese fue un momento en el que para todos fue claro que en realidad Trump está aterrado de Putin. Incluso en esa situación no iba a decir nada que, a su juicio, no le fuera a gustar a Putin.

Hay quienes dicen que el interés de Rusia es que las sanciones sean levantadas. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?

Sí, creo que la intención es que tanto Estados Unidos como la Unión Europea levanten las sanciones, porque esto sí ha dañado la economía rusa y ha reducido los estándares de vida. Por supuesto, el gran miedo de Putin es que en algún momento los “amos” en Rusia lo saquen. Creo que él pensó que cuando Trump se convirtiera en Presidente, él podría presionar un botón y las sanciones se levantarían. Debido a que Putin puede salirse con la suya muy fácilmente, tiene un pobre entendimiento de las políticas institucionales de Occidente. El problema es que Trump levantaría las sanciones si pudiera, pero la investigación de Mueller continúa, está el Congreso, es políticamente imposible hacerlo. Donde Putin sí está ganando absolutamente es en haber logrado tener la presidencia más dividida de Estados Unidos en tiempos modernos. Washington se ha convertido en un extraño para sus aliados en Europa. Se encuentra virtualmente en guerra con los alemanes, no le caen bien los británicos. La OTAN es más débil y está impactada por Trump. Este es el sueño del KGB convertido en realidad. Putin debe danzar antes de ir a la cama. Él ve el mundo como todos los KGB: lo que es malo para Estados Unidos es bueno para Rusia. Y las cosas están yendo muy mal para Estados Unidos.

La relación de Trump con Rusia data desde los años 80. ¿Cree que esta trama fue planeada con tiempo o solo se aprovecharon de la oportunidad?

¿Sabía el KGB hace 35 años que Trump se iba a convertir en Presidente? No. Pero, ¿el KGB tuvo interés en Donald Trump como alguien que se estaba saliendo de los márgenes en los negocios y posiblemente en la política en los 80? Sí, por supuesto que sí. Tengo un capítulo en mi libro. Sabemos que ellos gastaron mucho tiempo en organizar viajes especiales para él, pagaron por eso, para que el KGB lo llevara hacia el Moscú soviético en 1987. El contexto, por supuesto, es que Trump tenía todos los atributos que el KGB estaba buscando. Él era vanidoso, narcisista, infiel. En el fondo era alguien corruptible. Estas son características que los espías pueden explotar. Así que creo que ellos lo vieron, pero luego la Unión Soviética colapsó. Creo que después la operación sobre Trump creció. El Kremlin no creía que Trump iba a ganar, ese nunca fue el objetivo. El objetivo era usar a Trump como un arma para destruir o dañar a Hillary Clinton, que ellos pensaban que se convertiría en Presidenta. Él sería como la piedra en el zapato de Clinton. Pero el plan fue mucho mejor y Trump se convirtió en Presidente.

¿Cree que los rusos tienen material para poder chantajear a Trump y esa es la razón por la que él no condena la supuesta intervención en las elecciones?

Creo que hay dos razones y no son excluyentes. La idea de que Rusia ayudó a Trump es un insulto personal para él. Porque lo menoscaba, hace más pequeña su gran victoria en 2016. Creo que hasta cierto punto se trata de vanidad personal y narcisismo. Creo también que la tesis elaborada por (el exoficial de inteligencia británico) Christopher Steele, de que los rusos han estado cultivando y ayudando de forma secreta a Trump por al menos cinco años, es verdad. He vivido en Moscú y creo que tienen un archivo muy grande sobre Trump y debe contener material comprometedor. ¿De qué se trata? No lo sabemos. Ciertamente, habrá sexo. Creo que lo más grande es dinero, creo que eso es lo que ha estado investigando Mueller, qué ayuda financiera, mediante intermediarios o no, ha recibido la organización Trump desde 2008.

Fuente: latercera.com