Quince universidades tuvieron déficits el año pasado: un tercio de ellas son estatales

Según los estados financieros publicados por el Mineduc, las pérdidas superaron los $61 mil millones

Las instituciones públicas aseguran que se produjeron brechas por la gratuidad, y piden cambios en los mecanismos que se usan para asignar los fondos y en el límite que se puso a los precios que pueden cobrar.



Los recursos que reciben las universidades suelen preocupar, de manera constante, a sus directivos. De hecho, en los últimos días, un grupo de rectores ha encendido las alertas, porque la Ley de Presupuestos 2019 no presentaría grandes incrementos para la educación superior.

El reclamo de las instituciones no sería solo por eso, sino que también porque algunas ya están en una situación complicada. Según los estados financieros que publicó el Ministerio de Educación, 15 universidades, de las 54 que tienen información completa, terminaron 2017 con déficit. Y este bordeó los $61 mil millones. La cifra es superior a la del año previo, cuando 14 cerraron el año con pérdidas por $44 mil millones.

Casos especiales

En esta oportunidad, la U. Tecnológica Inacap disparó las estadísticas. En 2016 tuvo ganancias cercanas a los $8 mil millones, pero el año pasado sufrió pérdidas por $30 mil millones. "El Mercurio" intentó contactar al plantel para conocer los motivos, pero no fue posible. Sin embargo, según sus estados financieros, el 28 de marzo de 2017 se "acordó realizar un aporte extraordinario y de carácter voluntario al CFT y al IP Inacap (....), con cargo a resultado por un monto ascendente a $45 mil millones".

La U. de los Andes también tuvo un déficit importante ($13 mil millones), pero menor al previamente obtenido ($19 mil millones). Según el vicerrector económico, Alejandro Gutiérrez, "el déficit está plenamente financiado; es la consecuencia de emprender proyectos de gran envergadura, como la clínica universitaria. El estado financiero de 2017 presenta una disminución significativa, gracias a que la clínica ha ido cumpliendo sus objetivos, aumentando su actividad. Esta disminución será más patente al término de 2018".

Caso de las estatales

Entre los planteles con déficit figuran cinco estatales, un tercio del total. Todos están en regiones, en zonas opuestas, como Iquique (U. Arturo Prat) y Punta Arenas (U. de Magallanes).

Una de las más complicadas es la U. de Playa Ancha, pero su rector, Patricio Sanhueza, asegura que "en 2016 teníamos un déficit superior, cercano a los $4 mil millones, pero el año 2017 disminuyó. Hemos tomado medidas para llegar a 2018, donde tenemos cifras azules".

Eso sí, puntualiza que hubo brechas por la gratuidad, pues las diferencias entre el arancel que paga el Estado y lo que ellos cobran "son bastante grandes, y eso no lo cubre la gratuidad ni tampoco las becas".

En la misma línea, Sanhueza, quien además preside la red de Universidades Estatales de Regiones, asegura estar "muy decepcionado, porque este año, más que otros, ha habido retraso en la entrega de los recursos de gratuidad. Vamos a cumplir cinco meses sin esos fondos", lo que implica que los costos que tienen para seguir funcionando aumentan.

Apoyo del Estado

Juan Eduardo Vargas, jefe de Educación Superior del Mineduc, reconoce que hubo un atraso en las transferencias de gratuidad, pero "esperamos que la segunda cuota se pague durante la próxima semana".

Además, precisa que aunque se puede producir una brecha, hay que considerar que "las instituciones normalmente no suelen cobrar el arancel completo a todos sus estudiantes, pues muchas de ellas otorgan becas propias y, además, tienen certeza respecto del pago de todos sus alumnos en gratuidad", lo que cambiaría un poco el panorama.

Vargas señala que en mayo se constituirá un panel de expertos para establecer de mejor forma los aranceles regulados.

Con todo, el rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, insiste en que se debe hacer una revisión del costo real de cada carrera, para que así los pagos del Mineduc no generen diferencias. Además, dice, se debería ver cómo abordar el "alargamiento de las carreras", porque cuando un alumno se demore más del tiempo oficial en titularse, será la universidad la que pague el 50% del arancel.

Una postura más radical tiene el rector de la U. del Desarrollo, Federico Valdés, pues cree que hay "una bomba de tiempo que les va a explotar en la cara a todas las universidades que entraron a la gratuidad".

Según el directivo, no se legisló de manera correcta con la reforma y "debe ser corregido. Y no va por darles más recursos a las universidades" con gratuidad, sino que "liberar la fijación de aranceles que se puso para los alumnos de deciles 7, 8 y 9. Esa es la manera de hacerlo, porque el Estado no tiene más recursos".

''Si bien se ve un déficit en ciertas universidades estatales, (...) lo relevante es que se revierta, para lo cual los mayores aportes del plan de fortalecimiento pueden ayudar". JUAN EDUARDO VARGAS Jefe Ed. Superior Mineduc

''Con los actuales valores de gratuidad hay un número importante de instituciones que tienen déficit, porque los costos no alcanzan a ser cubiertos". IGNACIO SÁNCHEZ Rector U. Católica

177

mil millones de pesos recibió la U. Andrés Bello por concepto de aranceles. Fue el plantel con mayores recursos por esta vía, seguido de la U. de Chile.

19

mil millones de pesos captó, el año pasado, la U. Católica de Chile en donaciones. Le siguió la U. de los Andes, con casi

$7 mil millones.

92

mil millones de pesos fueron los aportes que obtuvo la UC por parte del Estado, $2 mil millones más que la U. de Chile.

9

de las universidades que presentaron déficits el año pasado -la mayoría- no están adscritas a la gratuidad.

303

mil millones de pesos gastó el año pasado la U. de Chile en remuneraciones. La UC gastó $204 mil millones y la U. de Concepción, $103 mil millones.

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