Iniciando.

Hola, soy diana y junto a mi pareja queremos comenzar a escribir nuestras propias novelas eróticas, creemos que de esta manera podemos liberarnos un poco ademas de buscar nuevas experiencias con gente distinta.

Esta es la de mi primer encuentro con el.

Y ahí estaba sentada yo, en su sofá, esperando que de la nada un shock de realidad nos golpeara a ambos, la película no importaba, y cada vez más nos acercábamos, fue en ese instante que me di cuenta que realmente todo podía pasar esa tarde, mi cuerpo temblaba por las ansias, quería que se abalanzara al fin después de meses de espera probar sus besos y caricias, pero no podía comer ansias, tenía que ser firma, no estaba segura de lo que pasaba, si es que existía esa chispa que encendería la yesca que aguardaba en mi hace tantos días, poco a poco se acerca, me envuelve en una manta que no me abriga porque es mas toda la temperatura que ya habita en mi, estira su brazo y me aprieta desde la espalda, la película suena y suena, ni siquiera le tomo atención, estoy preocupada de cómo piel con piel por primera vez nuestros cuerpos se tocan, sin más comienzo a molestarlo, pequeños golpes con mis dedos en tu hombro, me mira y dice

“si sigues haciendo eso, yo también voy a hacer algo”

Lo miro con la mirada más picara que pude encontrar en el baúl de mis pensamientos, lo molesto con más ganas, sin rodeos, muerde mi hombro, ¡si lo muerde!, siento un espasmo que me recorre la espina, cierro los ojos muerdo mis labios, solo de sentir los suyos sobre mi piel, ya sé lo que viene, Diana no existe escapatoria para lo que sientes. Después de un respiro largo, sigo en lo que estaba, la película suena, y sigo molestándolo, quiero más mordidas, quiero más labios, quiero más de él, vuelve a morderme, me controlo un poco más que antes, sigo y sigo, de a poco se estira y besa mi cuello, desde mis pequeños pies, pasando por mis piernas mi pelvis estomago pechos manos y ojos siento ese pequeño beso en el cuello, ese beso logra lo que no había logrado en años, abre toda la fuente de mis deseos, lo quiero lo necesito.

Nos separamos un poco, la sangre vuelve a recorrer mi cuerpo, se destensa el ambiente, luego de unos 5 minutos vuelve a mi lado, sin pensarlo vuelvo a molestarlo, mis dedos golpean su hombro, casi gritándole “ven y tómame”, se acerca, me muerde fuerte, sigue subiendo, pasa por mi cuello, besa mi mejilla y por un segundo todo se detiene, abro mis ojos y me doy cuenta donde estoy, en su sofá en su casa, mi nariz choca con la de él sus labios lentamente se depositan sobre los míos, una fuerte ráfaga de electricidad recorre mi cuerpo, y sin más comienza el beso más increíble de mi vida, no es que besara a muchas personas antes, pero esto jamás lo sentí antes, jamás de los jamases, casi siento como su alma devora la mía, el beso más largo y más profundo de mi existencia, comienza a correr el tiempo otra vez, siento como su respiración se conecta con la mía, poco a poco esto se vuelve intenso, sin poder creer lo que estoy haciendo lo miro, al primer momento en que me deja respirar se me sale la frase.

“AL FIN”

Quedando demostrado lo que quería hace meses y meses, nos besamos como locos, mordiendo, presionando nuestras caras después de meses de espera, mis piernas tiemblan, pero ya no de temor, sino porque quiero que siga y siga, quiero que podamos rozarnos hasta comenzar a sentir más allá de las pelvis, de a poco siento como su mano se interna en mi ropa, el miedo otra vez esta rondando, pero lo que pasaba en ese momento alejaría hasta la peor de mis pesadillas.

Siento como abre mi sostén, y su mano aprieta de manera muy sutil mi pecho, mis piernas abiertas ya lo acogen, y el rozando constantemente con su pantalón mi pobre calza apretada, cada embestida logra abrir de apoco el cerrojo que en su momento pensé que nadie abriría, sigue haciéndolo, y siento su mano adentrarse a mi calza, como levanta mi calza y aprieta mi trasero con fuerza, presionando, haciéndome sentir su fuerza y sus ganas.

De pronto, siento que se aleja, se levanta y apoya su cabeza en sus manos con cara de preocupación, me mira y dice:

“Diana tenemos que parar, esto no está bien”

“¿pero qué es lo que pasa?”, le digo incrédula, con la mirada de cómo me dejas así maldito!.

“no lo sé, no quiero que pienses que esto es todo, realmente me gustas, y no sé qué es lo que pasa, nos dejamos llevar y no quiero que eso nos afecte”

Creo que lo asesine 7 veces en mi mente de la manera más dolorosa a la más sublime, como es posible que me diga eso, mírame como estoy!. Asiento con la mirada, me siento otra vez, creo incluso por un momento que tiene razón, yo no soy así, no voy al departamento de un chico y me entrego a mi lívido.

Toma mis manos, me hace cariño, solo ese toque me conecta de nuevo a esa loba feroz que solo quería desgarrar su ropa, y sin más los besos de nuevo, sentía sus labios por todo el cuerpo, sentía como de a poco me devoraba, levanta mi polera, besa mi pecho con fuerza, hasta siento un pequeño mordisco en mis pezones, bajo mi mano y por primera vez lo siento, su pene grande ya erecto, ya no había escapatoria lo íbamos a hacer y ese día comenzaría el camino más lujurioso de mi vida, nos miramos, me dice entre jadeos:

“vamos a la pieza”

De a poco nos vamos desnudando, todo apagado solo la luz de la luna entra por la ventana, cuando ya estoy desnuda, bajo su ropa interior, y su pene salta frente de mi, gordo y grande, el más grande que vi en mi vida, mi boca comenzó a salivar, solo quería comerlo, lo tiro sobre la cama, ese día la Diana temerosa había dejado de existir, resurgía de las cenizas esta nueva yo, lo miro desde abajo su pene parado, su rostro al final:

“quieres que te coma”

Solo respira, traga saliva y me señala que si con la cabeza. Siento su glande con mi lengua, siento el tronco entrando de a poco a mi boca, y de repente llega a mi garganta, aun no puedo creer que se pene no me entrara completamente, quedaba un buen trozo que no podía comer, sigo haciéndolo, escucho como se retuerce, como mi boca de a poco lo lleva al éxtasis. Bajo a sus bolas, grandes, redondas, las voy lamiendo de a poco su pene venoso parado esta de frente a mí, las sigo lamiendo, las meto por completo en mi boca, las saco y juego con ellas, subo por su tronco vuelvo a su pene, ya sin poder más me toma, y me abre las piernas, lentamente siento como su pene entra en mi, abre el cerrojo, los destruye completamente, y por primera vez siento esto, siento placer por placer, las ganas locas de mi ser desatado ante esta nueva experiencia, arremete contra mí, y por un segundo creo que estoy en el cielo, se comienza a mover, y cada vez mas mi cuerpo se complementa con el suyo, los besos no paran, sus manos tocan mi cuerpo y siento como soy suya completamente, cambia de posición, me deja con el trasero levantado, su pene entra sin problemas, mi vagina ya no puede más de mojada, toma mi pelo, me vuelve loca cada vez que siento su pene entrar:

“te gusta, te gusta que te lo meta”, me lo grita mientras se mueve cada vez más fuerte.

“sigue sigue, no pares, me encanta que me lo metas”, respondo entre gemidos.

Me toma y se acuesta boca arriba, quiero probar ese pene otra vez, lo vuelvo a meter a mi boca, lo preparo para que entre y me subo, solo el roce de mi clítoris con su cuerpo ya me deja lista para explotar, los movimientos se van haciendo uno, nuestras mentes se liberan antes el gozo:

“Me voy a venir”, me dice preocupado.

“yo igual”, respondo llena de gozo.

El último movimiento se viene, cada vez mas y mas fuerte, sus bolas chocan en mi cuerpo, su pene paradisimo no puede más, mi clítoris expuesto listo para venirse.

Me aferro a su piel y comienzo a gritar, cada vez mas y mas fuerte cada vez mas y mas seguido, de repente siento como un calor explota en mi interior, el sonido liquido de su semen repleta mi vagina, siento como me mojo como nunca antes lo hice pero eso no me detiene, sigo moviéndome hasta que mis energías se escapan con mi último suspiro de aliento, me recuesto sobre su pecho, no puedo creer lo que acabo de hacer, solo mis calcetines siguen en mí, pero me había despojado no solo de mi ropa sino de todo mis temores y prejuicios, ame ese orgasmo como cada uno de los que ese hombre me dio en la vida.

Esperamos que les guste y pronto escribiremos mas.