Mi primer año se acaba.

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 18 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Después de lo que había pasado con Cata, habíamos ido como si nada a las clases. Rut se preguntaba por qué habíamos llegado tarde y nosotras nos hicimos las locas y "nos habíamos quedado dormidas".
Nuestra complicidad había aumentado de la nada y sabíamos que podíamos apoyarnos en la otra, siempre he sido la buena amiga de las chicas, pero con Cata esa idea había crecido muchísimo. Entre las tres seguíamos juntándonos a almorzar, conversar y estudiar para las últimas pruebas, el año se estaba acabando y debíamos dar nuestros exámenes finales.
Las cosas se volvieron muy tiernas con Cata, ella confiaba en mi y depositaba todos sus secretos. Rut mientras tanto, andaba en ese plan de conseguir un pololo y enamorarse jaja.
Los días pasaban y finalmente llegó el día más esperado por todos, las pruebas ya se habían rendido y pude aprobar todos mis ramos del año. Me sentía realizada al saber que mi primer año de la carrera ya estaba listo y sólo tenía que aprovechar mis vacaciones para descansar de tanto estudio.
Mis amigas también tuvieron éxito en sus pruebas y decidí poner mi depa para que celebráramos entre nosotras. Rut y Cata llegaron esa noche con hartas cositas para comer y mientras ordenábamos todo, Rut nos contaba sobre su nuevo pretendiente. Un chiquillo de otra carrera que de hace rato le había hablado, incluso se habían juntado hartas veces a comer o pasear, me daba mucho gusto ver a Rut así de contenta, todos se merecen ser felices así que muy bien por ella.
Ya pasado un buen rato nos pusimos a conversar temas más íntimos, Rut sacó la idea de contar nuestras experiencias hot en el año y si habíamos podido tener alguna aventura.
Opté por hacer que ella contara su historia, mientras yo pensaba cuál experiencia contarles jaja.
Rut nos comentó que como a inicios de Mayo había tenido un encuentro sexual con un compañero, el tema es que ninguna de las dos esperaba enterarse que se había metido con un chiquillo nada que ver con ella jaja.
Resulta que durante un carrete que hubo en la U, ellos dos estaban medio pasados y se fueron a esconder en unos arbustos que hay más lejitos del lugar donde era el show. Habían hecho un rapidito a la luz de las estrellas, escondidos del mundo jaja, menos mal no quedó embarazada luego de eso porque ahí si que se farreaba el año.
Cata nos contó su experiencia con Pedro, el chiquillo que terminó siendo su maltratador. Es increíble como la gente termina mostrando su verdadera identidad luego de adquirir confianza con alguien, ahora Cata había pagado con su bienestar físico y mental para satisfacer la necesidad de maltrato de ese poco hombre de Pedro. (Lo que se ahora es que ese tipo está con una chiquilla, sólo espero que ella esté bien)
En mi turno de hablar, les conté mi experiencia con el señor de la pensión en la que había vivído. Las chicas no se la creían y yo simplemente seguía contándoles en todo detalle lo que pasó mientras estuve en esa casa.
Fue un muy lindo recuerdo, incluso se que estuve sonriendo mientras contaba la historia, tal y como les cuento estos relatos a ustedes.
Después de un buen rato nos pusimos a ver películas hasta que Rut decidió irse de regreso a su casa. La fuimos a dejar al Uber y nos volvimos al depa, eran como las 3 de la mañana así que nos pusimos a ordenar y limpiar antes de irnos a dormir.
Ya estando listas, nos acostamos e hicimos cucharita con Cata abrazándome por la espalda. Me acordaba de lo que había pasado aquella mañana en que llegamos tarde a clases, ese momento tan erótico se me había pasado por la mente y mi corazón comenzó a latir más rápido. Cata se percató de eso.

Cata: ¿Estás bien?
Yo: Si
Cata: Es que te sientes muy agitada.
Yo: Estoy bien, tranqui.
Cata: ¿Segura?

Me abrazó más apretado y me puse más nerviosa, mi respiración se agitó más hasta que ella volvió a preguntar.

Cata: ¿Qué pasa?

Reaccioné a girar la cabeza, la miré y ella me besó muy tiernamente. Le tomé la cabeza para que no se me escapara, y sentía sus suaves labios rozándose con los míos.
(Está pasando otra vez) Pasaba por mi mente, y no me sentía mal por ello. Me sentía bastante cómoda y no tenía ninguna gana de que se acabara. De pronto sentí que pasaba su mano por mi vientre, acariciándome mientras yo seguía besándola.
El beso se detiene y nos quedamos mirando, su mano se había parado justo a la entrada de mi calzón y yo la ayudé levantándolo para que pasara. Cuando por fin la sentí tocando mi vulva, ella volvió a besarme mientras yo intentaba soltar un gemido de excitación. Sus movimientos fueron cada vez más rápidos, me acosté de espalda para estar más cómoda mientras Cata me basaba. Sentía su lengua dentro de mi boca y sus dedos haciendo su trabajo dentro de mi vagina.
Yo sólo atinaba a acariciar sus pechos y gemir de lo excitada que estaba. En un momento, ella sacó sus dedos y me quitó el calzón. La veía levantarse y posicionarse frente mis dos piernas que yacían abiertas, sólo podía ver su sombra moviéndose hasta que sentí algo muy húmedo jugando con mi vulva y clítoris.
Su lengua se movía masajeando y estimulándome, yo gemía mientras tomaba la cabeza de Cata para presionarla contra mi. Era muy rico lo que estaba sintiendo y quería que siguiera, incluso sentí cómo metía sus deditos aun cuando seguía jugando con su lengua.
Pasados unos minutos, tuve una gran excitación, mi cuerpo tembló y sentí como un líquido que salía por mi vagina y Cata no se salía de ahí abajo. Me preocupé porque pensé que me estaba haciendo pipi y ella me volvió a recostar diciendo que estaba bien, que era totalmente normal.
Ella regresó para besar mi cuerpo, mi cuello y pechos mientras se quitaba el pijama que tenía puesto.

Cata: Quiero hacerlo, Javi.

Me quité la polera y ambas quedamos desnudas en la oscuridad de mi pieza. Yo no pensaba en nada más, sólo quería seguir y yo me quedé de piernas abiertas. Ella mientras tanto se posicionaba frente a mi con sus piernas igual de abiertas, pero chocando nuestras vaginas. Fue una sensación realmente exquisita y comenzamos a frotarnos entre nosotras. Los gemidos empezaron a aparecer por parte de las dos y nos movimos más y más cada una desde su lado.
Sentía cómo chocaban nuestros cuerpos y por mi mente pensaba "estoy teniendo sexo con una mujer, y me está gustando". Nunca en mi vida había pensado que iba a hacer algo así, pero lo estaba haciendo tal cual.
En un momento ambas alzamos nuestros gemidos, como si se tratara de un carrera para ver quién acababa primero. Caí acostada en mi lugar y Cata regresó para acostarse junto a mi y abrazarme otra vez. Las dos desnudas nos cubrimos con las frazadas, ella me besó la mejilla, me abrazó y nos dormimos.
En mi mente no había otro pensamiento sobre lo que había pasado, fue muy rico y se sintió realmente bien.
Al menos se que Cata se sintió bien durante lo que habíamos hecho, con eso me bastaba, y seguíamos siendo muy buenas amigas.

Al pasar de los días, era hora de regresar a casa. Volví a mi ciudad, mi padre esperándome en el terminal dándome un abrazo de felicitaciones por haber aprobado todo mi primer año.
Lo que no sabe él es sobre todas las experiencias sexuales que había tenido, y el segundo año tenía la intención de aumentarlas cada vez más.

Quiero darle las gracias a quienes en serio se dan el tiempo de leer mis experiencias, gracias por la buena onda y simpatía. Estuve desaparecida un tiempo pero ahora he vuelto para seguir contando la historia de mi vida. Si bien no soy la mujer perfecta o la mujer que todos desearían porque mis relatos no son del todo "sexuales" o que llego a una casa, veo un pene y sexo al tiro, NO. No soy de ese tipo de mujer, muy pocos saben disfrutar del arte del sexo, y no saben lo que es realmente la previa al acto. Espero no se lo tomen como ataque algunos hombres que me han escrito mensajes, sino como consejo constructivo
Repito, muchas gracias a todos los que me mandan buena onda y simpatía... Gracias por leerme, nos veremos en otro relato.

Bye <3