La Ayudante (parte 1).

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 21 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Es mi cuarto año de carrera y ya llevábamos un par de semanas en clases. El año anterior me había postulado como ayudante para un ramo de mi carrera y salí elegida sin ninguna duda, debido a mis buenas notas.
El profe me dejó a cargo de un curso de mechones, si bien no era un ramo tan avanzado, me sentía super bien haciendo de ayudante. Me iba bien enseñando la materia y más aún cuando se trataba de chicos nuevos, obviamente trataba de animarlos a estudiar y sacarse buenas notas también.
No voy a negar que había hartos chiquillos que me miraban con ganas de ya saben jaja, la típica de que los niños nuevos ven a una ayudante y la encuentran rica. Por ahí una compañera de ellos me comentó en secreto que se comentaban entre ellos que me harían de todo y cuánta cosa más jaja.
No presté más atención, puesto que eran cabros chicos igual y tampoco me iba a andar haciendo la mala onda con ellos. Se supone que yo no sabía de sus comentarios de niños jaja.
Un día les dejé un trabajo grupal, en donde tenían que explicar cosas de la materia y así ir avanzando de mejor manera. Como eran mechones, igual se veían motivados por hacer trabajos grupales. Y así estuvimos durante algunas clases. Cuando era el día de la primera prueba, el profe me llamó a su oficina para revisar las preguntas que íbamos a hacer.
Una cosa que debo decir, es que el profe para el que estaba trabajando era quien consideraba el más seco de toda la u. Tenía muchas investigaciones y estudios desde que salió de la universidad, y aún me seguía sorprendiendo por todas las pegas que había hecho hasta la fecha.
Lo admiraba demasiado, y lo consideraba en serio como el mejor de los mejores. Y lo gracioso de todo era que todas las chiquillas compañeras mías, se calentaban caleta con él porque tampoco era tan viejo y se mantenía super bien físicamente.
Incluso Cata se emocionó cuando supo que sería su ayudante, me dijo que se sentía con envidia al no estar en mi lugar jaja.
Cuando entré a su oficina, el profe me recibió super amable como siempre y comenzamos a hacer la revisión de la prueba antes de hacerla. Obviamente igual le hice varios comentarios con respecto a las preguntas que estaba haciendo, porque había algunas que eran como super rebuscadas y quizás los chiquillos no iban a entender.
En fin, hicimos todo lo que pudimos y cuando llegó el día de la prueba me preparé para hacerles rendir sus pruebas.
Los chiquillos estaban super nerviosos igual, me llamaron hartas veces para preguntarme por cosas de la materia e intenté ayudarlos lo mejor que pude sin darles la respuesta, obviamente.
De pronto, me di cuenta de que había dos chicos hablándose entre ellos mientras yo atendía a uno de sus compañeros. Les pregunté qué les pasaba y no respondieron nada, les insistí hasta que todo la sala se quedó mirándolos.
Uno de los que estaba atrás de ellos me dijo que estaban copiándose y todos hicieron el típico "Uuuuhhh!!"... por mi parte me molesté por la actitud de los chiquillos, les pedí que salieran de la sala a pesar de que se negaban. Volví a insistir hasta que de a poco fueron cediendo. Por suerte para mi, a uno de los chicos se le cayó el torpedo que tenía lo guardé como evidencia. Ahora estaban condenados conmigo esos dos y les dije que esperaran fuera de la sala a que se terminara la prueba.
A lo que terminó todo, me llevé a los dos chicos a la oficina del profe para comentarle lo que había pasado. El profe se molestó mucho con ellos por lo que había pasado y les dejó bien claro que si volvía a ocurrir, tendría que hablar con la jefe de carrera.
Por mi parte, no estoy ni ahí si van a copiar o no... pero que la hagan piola al menos... por otro lado, detesto que lo hagan, porque si no estudian, es obvio que no les va a ir bien. Y me preocupé de hacerles la prueba un poco más fácil para que no les fuera mal. En fin, se farrearon solos y el profe les puso un 1.0
Pasados unos días, el profe y yo nos reunimos para hacer una investigación sobre un tema importante, como ya estaba en la época, me ayudó para ir preparando mi dichosa tesis.
Estuvimos trabajando durante harto tiempo en el primer semestre, todo iba perfecto... Hasta que una tarde nos juntamos en su oficina. Se había puesto a llover torrencialmente y me empapé entera, así, por completo. Ni atiné a sacar el paraguas de mi depa y llegué con la ropa toda mojada a la oficina del profe.
Él tomó una pequeña estufa que tenía dentro y la encendió para que me calentara. A todo esto, le dejaré como nombre Omar... fue lo primero que se me ocurrió jaja.

Omar: Vas a tener que sacarte la ropa para dejarla secando. (en un tono de broma)
Yo: Jaja, noo si estoy bien así.
Omar: Mira, voy a traer una manta que hay en la bodega para que te tapes. Sino te vas a resfriar.

Omar salió de la oficina mientras yo me quedaba ahí tiritando. Me fui sacando la ropa para dejarla sobre la silla frente a la estufa y me senté en el puesto de mi profe.
Me había puesto a descargar mi tesis para seguir revisándola y trabajar. Estaba en sostén y calzón en la oficina del profe jaja, ya me imaginaba qué pasaría si alguien más me descubría así en ese lugar.
Los dos expulsados de una jaja.
Omar llegó al cabo de unos minutitos con una manta muy grande de polar. Se sorprendió cuando me vio semi desnuda en su asiento jaja.

Omar: Ah chuta...Toma, para que te tapes.

Me cubrí con la manta mientras el profe se sentaba nuevamente en su asiento.

Omar: Oye Javi, disculpa que te lo diga de esta forma, pero tienes un cuerpo muy bonito. Super bien ahí.
Yo: ¿Gracias?
Omar: No lo tomes a mal, tú eres mi alumna y te debo respeto. Además no pasa nada, tranqui.

Sentí la voz algo coqueta del profe, pero no quise pescar. A pesar de que era el profe más codiciado por las chiquillas, no me sentía atraída en ese momento jaja.
Ese día trabajamos harto en mi tesis y me ayudó a avanzar con mi investigación.
Habrá sido por ahí por fines de Mayo, cuando nuevamente nos reunimos en su oficina para ver mis avances... y para mi sorpresa, lo pillé viendo una foto mía.
Omar llegó a dar un salto del susto por mi entrada tan repentina, e intentó cerrar todo así como muy rápido jaja.

Yo: ¿Qué onda, profe?
Omar: Nada, es que estaba buscando una fotito para poner en un artículo.
Yo: ¿Cómo?

Omar se enredaba la lengua entre tanta excusa que intentaba darme, no se le hacía creíble ninguna... Y sentí cómo mis mejillas se enrojecían de una manera que no me explico jaja.
El profe estaba viendo fotos mías por alguna razón jaja, el profe más codiciado de la carrera.

Yo: Ya profe, cuente la firme... ¿qué onda?
Omar: Nada po, estaba buscando una foto no más.
Yo: Profe, esa ni usted se la cree... dígame la verdad y listo.
Omar: Lo que pasa es que, desde ese día que llovió, que no paro de pensar en ti po Javi... te vi casi piluchita en mi oficina ... y fue como fantástico igual po.
Yo: ¿Y qué piensa usted de eso?
Omar: Nada po, fue bonito no más. Tienes un cuerpo super lindo.

Me hice la loca no más e hice como que no había pasado nada, nos pusimos a trabajar y en eso se nos fue la tarde.
Más rato cuando llegué a mi depa, se me ocurrió una idea super hiper mega malévola jaja. Me tomé unas fotos así bien sexys, y se las mandé a mi profe por su whatsapp con un mensaje que decía: "Un regalito para usted, profe <3"
Igual fue extraño haber hecho eso jaja, pero había que ver qué pasaba no más. Más tarde me llegó un mensaje de respuesta por parte de él: "La espero en mi oficina mañana". Lo más probable es que me iban a echar de la U después de eso ajaja y empecé a arrepentirme de mi plan.
Al día siguiente partí a la oficina de mi profe para ofrecerle unas disculpas y decirle que nada que ver lo que había hecho. Llegué muerta de miedo a su oficina y me senté frente a él.

Omar: ¿Cómo estás, Javi?
Yo: BIen, supongo.
Omar: ¿Sabe por qué la llamé?
Yo: Mire, se que la embarré y no debí haberle mandado esas fotos.

El profe se levantó de su asiento y empezó a dar pasos cortos en su oficina. Cerró las persianas y se acercó a mi.

Omar: Me encantó tu regalo de anoche. (susurrándome al oído).
Yo: Fue una broma no más, disculpe.
Omar: Ahora me toca a mi darte un regalo.

Empezó a besar mi cuello y cerré mis ojos. Mi corazón comenzó a latir muy rápido mientra sentía como me acariciaba los hombros. En serio que no podía creer lo que estaba pasando, así, tan de repente.
Con sus manos giró mi cabeza para besar mi boca, y empezó a jugar con su lengua dentro de ella.
Luego bajó las manos hacia mis pechos y llegó un momento en el que reaccioné y me levanté del asiento. Me había alejado un poco de Omar, que me miraba con algo de preocupación. Pero simplemente quise dejarme llevar y me lancé otra vez para besarlo.
Me tomó en brazos y me sentó en su escritorio mientras besaba mi cuello, luego la parte superior de mis pechos. Con sus manos me abrió el pantalón para bajarlo y yo en mi mente pensaba: "me lo va a meter.. tengo miedo"
Me quitó los calzoncillos y me tenía de piernas abiertas frente a él. Mayor fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no se estaba quitando los pantalones, si no que se había agachado frente a mi para besar mi vulva.
Fue tan exquisito lo que estaba sintiendo, estaba lamiendo todo y besando todo entre mis piernas. Yo intentaba no gemir para que no nos pillaran, obviamente. Y pasó un buen rato hasta que empezó a juguetear con sus dedos dentro de mi vagina. Estaba muy excitada y no podía aguantarme, quería gemir y gritar mientras sujetaba la cabeza de Omar.
No me podía creer que el profe más codiciado de la carrera me estaba haciendo un oral, en su propia oficina. Aunque quizás a cuántas otras les habrá hecho lo mismo jaja, pero no me importaba nada en ese momento.
Después de hacer su trabajo, se abrió el pantalón para dar a conocer su pene erecto y muy grueso... en serio que me sorprendí al verlo y fue genial.
Lo tomó para rozarlo con mi vulva, haciendo movimientos de arriba hacia abajo, estimulándome. Fue realmente excitante todo el ratito que estuvo haciendo eso, yo quería que me lo metiera luego pero él quería seguir jugueteando.
Hasta que de pronto, la puerta sonó... tres golpeteos firmes se escuchaban desde fuera y los dos nos asustamos.
Por mi mente pasaba la idea de que nos habían pillado y que iban a echar abajo la puerta. Omar se quitó para subirse los pantalones mientras yo hacía lo mismo.
Se tomó un buen tiempo el profe para abrir la puerta, y yo me escondí junto al estante de libros que esta en la pared junto a la puerta. Esperando a que la persona que había llegado no quisiera entrar a la oficina, permanecí escondida con un terror tan grande que ni se imaginan.
Ni presté atención a lo que habían hablando, sólo quería no ser descubierta.
El profe volvió a cerrar la puerta y de tanto susto, decidimos acabar con la escena y esperamos un rato para que me pudiera ir de la oficina.

Gracias por leer mis publicaciones, chicos. En serio les agradezco que se den la latita y el tiempo de leer cada uno de mis relatos. Obvio que igual agradezco los comentarios y mensajitos buena onda que me van dejando.
Nos vemos en la próxima.
Bye <3