Destacado Adolf Hitler y su desconocida vida como soldado en la Primera Guerra Mundial

Tema en 'Historia' iniciado por akazeronez, 1 Ago 2020.

  1. akazeronez

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    La vida pública de Adolf Hitler (1889-1945), desde que fuera elegido Canciller de Alemania en 1933 hasta su nombramiento como Führer —líder y dictador absoluto— del Tercer Reich desde 1934 hasta su muerte, es bien conocida, tal como el rol crucial que jugó en el ascenso al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Partido Nazi) y en el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial, tras la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939.

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    Sin embargo, una de las facetas más desconocidas de su vida fue su experiencia como soldado durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), conflicto en el que fue ascendido a cabo, herido dos veces y condecorado en dos oportunidades, cuando recibió la Cruz de Hierro de 2.ª clase y la Cruz de Hierro de 1.ª clase, honor que raras veces era otorgado a un soldado de tan baja graduación.

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    Adolf Hitler en 1914, usando el llamativo Pickelhaube o casco prusiano.

    Tras conocer el hambre y la miseria en Viena, cuando intentó en vano materializar su sueño de ser un gran pintor, Adolf Hitler, que por entonces tenía 24 años, se trasladó en mayo del 1913 a Münich, Alemania, aparentemente para eludir el servicio militar en la Austria de los Habsburgo, pues no deseaba servir junto con eslavos y judíos, aunque también siempre se había sentido atraído por la prosperidad y fortaleza que mostraba el Imperio alemán, en contraste con el decadente Imperio austrohúngaro.

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    Fotografía tomada en la Odeon Platz de Münich, el 2 de agosto de 1914, un día después que Alemania le declarara la guerra a Rusia. Adolf Hitler, tal como se aprecia en la imagen, habría formado parte de la enfervorizada multitud.

    En Münich, sobreviviendo gracias a los escasos dineros que le había dejado una herencia paterna, Adolf Hitler siguió a la deriva, viviendo de sus acuarelas y bosquejos hasta que estalló la Primera Guerra Mundial, hecho que le causó una sensación de gran alegría.

    “No estoy avergonzado de decir que, arrastrado por mi entusiasmo, me arrodillé y agradecí al Cielo desde el fondo de mi corazón por haberme permitido vivir en ese tiempo”, confesaría un exultante Hitler, quien una semana después de que estallara el conflicto se presentaría como voluntario en el Ejército alemán, siendo asignado al regimiento bávaro N° 16, conocido como regimiento List, por el apellido de su primer comandante. Los integrantes de este regimiento, después de unas semanas de rápida instrucción, serían enviados el 21 de octubre de 1914 hacia los campos de batalla de Flandes, la zona flamenca de Bélgica.

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    Soldados alemanes combatiendo desde una trinchera, durante las fases iniciales de la Primera Guerra Mundial.
    El historiador inglés Ian Kershaw, en su elogiada obra “Hitler”, la mejor biografía escrita sobre el líder alemán, relata que “para Hitler, la guerra era un regalo del cielo. Desde su fracaso en la Academia de Bellas Artes en 1907 no había hecho más que vegetar y, resignado al hecho de que nunca llegaría a ser un gran artista, ahora albergaba el sueño imposible de convertirse en un arquitecto importante, aunque no había hecho plan alguno ni tenía ninguna esperanza realista de colmar sus aspiraciones”.

    Siete años después de aquel fracaso, el ‘don nadie de Viena’ seguía siendo un marginado y un cero a la izquierda en Münich, vanamente enfurecido con un mundo que lo había rechazado. Seguía sin tener expectativas profesionales, cualificación o expectativas de tenerla, sin capacidad para forjar amistades profundas y duraderas, sin la menor esperanza realista de aceptarse a sí mismo o a una sociedad a la que despreciaba por su propio fracaso. La guerra le ofreció una salida. A los veinticinco años, algo le proporcionaba por primera vez en su vida una causa, un compromiso. Camaradería, disciplina externa, una especie de trabajo fijo, una sensación de bienestar y, por encima de todo, un sentido de pertenencia”.

    Kershaw agrega que “su regimiento se convirtió en un hogar para él. Cuando Hitler resultó herido en 1916, las primeras palabras que le dijo a su oficial superior fueron: ‘Verdad, Herr Oberleutnan ¿Puedo quedarme con ustedes, con el regimiento?’…La Primera Guerra Mundial y la posguerra crearon a Hitler. Fue, después del de Viena, el segundo período formativo que forjaría de un modo determinante su personalidad”.

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    Adolf Hitler en 1915.

    El soldado Adolf Hitler tendría su bautismo de fuego en la carretera de Menin, cerca de Ypres, Bélgica, participando de una cruenta batalla en la que los efectivos de su regimiento se vieron reducidos de 3.600 a 611 hombres. Hitler confesaría más tarde que, al ver los miles de muertos y heridos, su idealismo inicial se resintió al comprender que “la vida es una lucha constante y horrible”.

    El 1 de noviembre de 1914 Hitler fue ascendido a cabo, siendo destinado el 9 del mismo mes a la función de ordenanza, transformándose en integrante de un grupo de ocho o nueve correos cuya tarea consistía en llevar órdenes a pie, y a veces en bicicleta, del puesto de mando del regimiento a los jefes de unidad y batallón del frente, situado a tres kilómetros de distancia.

    El historiador Ian Kershaw precisa que “los peligros a los que se enfrentaban los correos durante las batallas, cuando llevaban mensajes al frente atravesando la línea de fuego, eran muy reales. El número de bajas entre ellos era relativamente alto. Siempre que era posible, se enviaba a dos correos con cada mensaje para asegurarse de que llegara a su destino aunque muriera uno de ellos. De los ocho correos asignados al estado mayor del regimiento, tres murieron y otro resultó herido durante un enfrentamiento con soldados franceses el 15 de noviembre de 1914″.

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    Adolf Hitler, quien junto a otro compañero habían salvado la vida del comandante del regimiento, Phillip Engelhardt, recibiría el 2 de diciembre de 1914 la Cruz de Hierro de segunda clase, convirtiéndose en uno de los cuatro correos de entre los sesenta hombres del regimiento que recibieron ese honor. Hitler confesaría más tarde que ese fue “el día más feliz de mi vida”.

    El historiador británico Ian Kershaw detalla en su biografía que “todos los indicios apuntan a que Hitler fue un soldado entregado, no solamente concienzudo y obediente, y no carecía de valor físico. Sus superiores lo tenían en gran estima y sus camaradas más cercanos, sobre todo el grupo de correos, lo respetaban y, al parecer, hasta lo apreciaban, aunque también podía llegar a resultarles fastidioso y desconcertante.

    Su falta de sentido del humor lo convertía en un blanco fácil de las bromas amistosas de sus compañeros. ‘¿Qué les parece si salimos a buscar una mamuasel?’, propuso un día un telefonista. ‘Me moriría de vergüenza yendo en busca de sexo con una muchacha francesa’, exclamó Hitler, provocando las carcajadas de los demás. ‘Miren, un monje’, dijo uno. A lo que Hitler respondió: ‘¿No les queda ni un ápice de sentido alemán del honor?’. Aunque sus extravagancias lo diferenciaban del resto de miembros de su grupo, las relaciones de Hitler con sus camaradas eran buenas. La mayoría de ellos serían miembros más tarde del NSDAP (Partido Nazi).

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    Kershaw agrega que “pero pese a que sus camaradas se llevaban bien con Hitler, pensaban que ‘Adi’, que era como lo llamaban, era francamente extraño. Se referían a él como ‘el artista’ y les sorprendía que no recibiera cartas o paquetes (ni siquiera en Navidad), que nunca hablara de familiares y amigos, que ni fumara ni bebiera, que no mostrara ningún interés en visitar burdeles y que pasara horas sentado en un rincón del refugio subterráneo meditando o leyendo. Las fotografías tomadas durante la guerra en las que aparece muestran un rostro flaco y demacrado en que resalta un bigote grueso, oscuro y tupido. Normalmente aparece en un extremo de su grupo, con el semblante inexpresivo incluso cuando los demás sonríen”.

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    Algunos de los hombres del regimiento bávaro N° 16. Adolf Hitler es el primero que aparece sentado, yendo de izquierda a derecha.

    Entre marzo de 1915 y septiembre de 1916, el regimiento de Adolf Hitler combatió en las trincheras cerca de Fromelles, en Francia, defendiendo un tramo de dos kilómetros de un frente estancado. Más tarde, tras contener a duras penas una ofensiva británica, el regimiento se trasladó más al sur, al Somme, donde Adolf Hitler resultaría herido en el muslo izquierdo cuando estalló un obús en el refugio de los correos y mató e hirió a varios de ellos.

    Tras recuperarse de esa herida, Hitler se reincorporó el 5 de marzo de 1917 a su regimiento, que tras encontrarse combatiendo en Vimy, volvería a combatir en Ypres, el mismo territorio que había estado defendiendo tres años antes, para contener un gran ofensiva desatada por el ejercitó británico sobre Flandes en julio de 1917. En abril de 1918, el regimiento de Hitler participaría en la segunda batalla del Marne, que se saldó con un gran número de bajas y que sería la última gran ofensiva alemana de la guerra.

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    El 4 de agosto de 1918, el comandante del regimiento, el mayor Von Tubeuf, condecoró a Adolf Hitler con la Cruz de Hierro de Primera Clase, un honor poco común para un cabo. Curiosamente, Hitler fue nominado a la condecoración por un oficial judío, Hugo Gutmann, por el valor demostrado en la entrega de un importante despacho tras averiarse las comunicaciones telefónicas, cuando tuvo que recorrer la distancia que separaba el cuartel general del mando del frente, bajo un intenso fuego de fusilería y morteros. La noche del 13 y 14 de octubre de 1918, Hitler quedaría momentáneamente ciego tras caer, junto a otros compañeros, víctima del gas mostaza en las colinas del sur de Werwick, cerca de Ypres.


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    Tres de los correos del regimiento de Bavaria N° 16. Hitler es el soldado más alto, con bigote.

    Tras ser sometido a un tratamiento médico inicial en Flandes, Adolf Hitler fue trasladado a un hospital de Pasewalk, en Pomerania, lugar donde se enteró del fin de la Primera Guerra Mundial, de la rendición incondicional de Alemania y de la revolución popular que había provocado el fin de la monarquía del Kaiser en el país germano, revolución que según Hitler y los nacionalistas alemanes había sido orquestada por la izquierda marxista y los judíos.

    Según relataría Hitler, tras enterarse de estas impactantes noticias, había estallado en un incontenible llanto: “No había llorado desde que estuve frente a la tumba de mi madre…Pero entonces no pude evitarlo. ¡Así que todo había sido en vano! ¿Todo aquello no había servido más que para permitir que una banda de miserables delincuentes se apoderase de la Madre Patria? …Durante los días siguientes tomé conciencia del destino que me esperaba”.

    El historiador Ian Kershaw describe que el futuro de Adolf Hitler, a fines de 1918, “era sombrío. La idea de retomar la solitaria vida de pintor de poca monta que había llevado antes de la guerra no era muy halagüeña, pero apenas tenía otra cosa. El Ejército le dio una oportunidad. Consiguió demorar la desmovilización por más tiempo que la mayoría de sus antiguos camaradas y estuvo en nómina hasta el 31 de marzo de 1920. Fue en el Ejército, en 1919, donde finalmente su ideología adoptó una forma definitiva. En las extraordinarias circunstancias de 1919, el ejército, sobre todo, convirtió a Hitler en un propagandista, en el demagogo con más talento de su época. No fue una elección premeditada, sino el intento de sacar el máximo partido a la situación en la que se encontraba, lo que abrió a Hitler las puertas de la política. El oportunismo y una gran dosis de buena suerte fueron más decisivos que su fuerza de voluntad”.

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    La amenaza de la desmovilización militar, que amenazaba con separar a Adolf Hitler de la única comunidad en la que se había sentido cómodo, para devolverlo a una vida civil en la que no tenía rumbo ni perspectivas profesionales, se evaporó cuando el ejército alemán (Reichswehr) lo empleó como oficial educador y como V-Mann, es decir, como espía del Comando de Inteligencia del Ejército, con el objetivo de atraer a otros soldados de ideas similares y para investigar partidos políticos sospechosos, que pudieran albergar tendencias socialistas y comunistas.

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    Adolf Hitler en los años 20′, tras la Primera Guerra Mundial.
    Fue en su carácter de espía o V-Mann que Hitler asistiría el 12 de septiembre de 1919 a una reunión que se celebró en una cervecería, convocada por un pequeño partido político de inspiración nacionalista llamado Partido Obrero Alemán (Deutsche Arbeiterpartei, DAP), el futuro Partido Nacional Socialista.

    Con el tiempo, tras simpatizar con las ideas de este partido e ingresar como militante -con el número de afiliado 555- la carismática figura de Adolf Hitler iría cobrando cada vez mayor protagonismo, participando a tiempo completo en las actividades del partido y perfilando con nitidez su nueva ideología, centrada en un gran misión nacional para recuperar la grandeza de Alemania, nacionalizar a las masas, apoderarse del Estado, destruir a los enemigos internos (judíos y marxistas) y adquirir nuevos territorios en el este de Europa
     
  2. kira__kato

    kira__kato Usuario Casual nvl. 2
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    no lo sabia , gracias por la info bro
     
  3. Grandepancho

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    Gran resumen.

    Gran y excelente soldado.

    Pd: los generales aristocraticos prusianos y bavaros le decian "el cabo" enforma
    Despectiva.
     
  4. Abybi

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    No fue ni héroe, como lo pintan los skinheads, ni un fracasado como lo pinta la izquierda. Hizo su pega lo mejor que pudo y listo.

    A diferencia del mitómano y déspota de Winston Churchill también conocido como el Carnicero de galipoli, y no precisamente por las bajas enemigas.
     
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  5. nerds

    nerds Usuario Casual nvl. 2
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    gran info men¡¡¡¡ se agradese
     
  6. AlakraN30

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    No se nada de xhurxhill buscaré info de él...


    Con respecto a la info d adolf.... Complemento info q ya tenía agradecido sr... X la lectura.
     
  7. Hatuey

    Hatuey Usuario Avanzado nvl. 4 ★ ★
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    deberías buscar la HAMBRUNA DE BENGALA pero siempre HISTORY CHANEL te mostrara un solo lado de la guerra .solo unos enemigos malvados no todos .
     
  8. FARCE

    FARCE Usuario Casual nvl. 2
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    Muy buena info, se agradece.-
     
  9. MrFudge

    MrFudge Usuario Casual nvl. 2
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