La Escort (parte 2).

La Escort

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 21 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Ya había conseguido platita fácil. Después de habérmelas dado de escort, sentía que las cosas podían funcionar de mejor manera. Al día siguiente de encontrarme con este hombre, me puse a revisar la página en donde subí mi publicación. Tenía como seis hombres queriendo contactarse conmigo, así que me dediqué a conversar con ellos para comprobar cuál era el que quería agendar primero. De a poco me sentí como una mujer deseada jaja, pero siempre teniendo en cuenta que sólo me veían como un objeto sexual. Aunque claro, yo misma me había colocado en esa posición para conseguir dinero.
Para el día siguiente, me coordiné con un hombre que me pagaría lo que valía el servicio. No voy a contar nada sobre eso, porque recuerdo que estuvo demasiado aburrido jaja, duró como tres minutos y se quedó dormido. Menos mal me pagó, así que pude reunirme con otro cliente más tarde.
A lo que quiero ir en este relato, es a una experiencia que considero que fue el mejor trato que recibí durante el tiempo que trabajé como escort. Un hombre adulto, se veía un poco más joven que el otro cliente del primer relato. Me pidió que nos encontráramos en el centro, porque me iría a buscar en auto para llevarme a un motel en las afueras de la ciudad.
No voy a negar que me dio mucho miedo tener que esperar a que llegara en su auto, pero ahí me encontré a un hombre muy sencillo, bien vestido y con buen aroma. Además, se veía que venía super limpiecito, lo que en mi opinión, da muchos puntos a favor del hombre.
A pesar de ser un cliente, igual llevé un gas pimienta de esos chiquitos en el bolsillo, por si acaso. Una no sabe a dónde la van a llevar si se sube a un auto con un hombre solo.
Me fue conversando todo el camino sobre lo que él hacía, era un ingeniero según él, yo no me creía nada jaja, pero tenía que seguirle el cuento hasta que terminara la hora del servicio. Vamos a ponerle de nombre mmm, Alfredo.
Alfredo me comentaba que hace mucho tiempo que intentó buscar un servicio como este, el de tener a una chica de compañía, pero que nunca pudo encontrar a una joven tan guapa como yo, con eso ya entendí que me estaba haciendo la pata, obviamente. Pero seguí con la idea de sonreír y reírme de cualquier cosita que me contara, como si estuviera gozándolo jaja.
En fin, llegamos al motel...pagó y nos fuimos en dirección a una habitación. Me bajé del auto y entré casi como a escondidas, no quería ni imaginar que me encontraría con algún conocido por ahí jaja.
Entramos, Alfredo cerró la puerta con llave y dejó su chaqueta encima de una silla, yo me había sentado en un borde de la cama como esperando a saber qué era lo que quería el cliente. Me sorprendí cuando nos quedamos sentados frente a frente sin decir nada jaja, fue como extraño e incómodo.
Le pregunté qué era lo que quería hacer, sólo tenía una hora de servicio. Él me dice que se sentía raro, porque nunca había pedido esta clase de servicios, yo intentaba controlar la risa al escuchar eso, puesto que no esperaba oír algo así jaja. Dudo que un hombre de su edad no haya tenido esa clase de experiencias antes, pero en fin, me conversó que últimamente había estado teniendo problemas con su esposa y que después de un tiempo ya no tenían sexo.
Intenté comprender y creer esa situación, así que me levanté y me puse detrás de él para darle un masaje como pude. No tengo NI IDEA de cómo hacer masajes jaja, hice lo mejor posible para que él se relajara un poco.
Él movió sus hombros hacia atrás y soltó un suspiro para levantarse. Me preocupé al no saber qué era lo que intentaba hacer, se estaba acercando demasiado hacia mi, mientras intentaba retroceder hasta que el muro me detiene. Con voz tierna me dice que no tenga miedo, que no quiere hacerme sentir incómoda ni nada, yo obviamente estaba aterradísima jaja, porque creí que en cualquier momento me iba a golpear, romper la ropa, violarme e irse con todo el dinero y mi dignidad.
Me dijo que me fuera a la cama y que me quitara la ropa, yo obedecí e hice lo que me había pedido y ahí esperé, totalmente desnuda frente a él. Alfredo empezó a hacer lo mismo, así que supuse que la hora ya estaba corriendo, era cosa de que pasara el tiempo y me pagara.
Cuando lo vi agacharse junto al borde de la cama, tomó mis piernas para abrirlas y llevó su boca a mi entrepierna. Primero empezó besándome la vulva hasta que comenzó a jugar con su lengua, el show había empezado y lo único que quería era que la hora pasara rápido. Digamos, si voy a tener sexo, que sea con un hombre que sea de mi gusto o que me atraiga. Pero cuando se trata de un cliente, no es lo mismo, no se siente para nada igual que cuando tengo sexo porque quiero y tengo ganas.
Después de un rato, apenas pude mojarme jaja, y él se fue a poner un condón porque quería que le practicara oral. Así que hice lo mismo, tomé su pene con el plástico que lo cubría y empecé... en serio que es raro chupar plástico jaja, es muy extraño.
Le hice lo que sabía hacer hasta la época, jugaba mi lengua, lo miraba a los ojos y le gemía mientras se lo hacía, lo que provocaba que él se excitara mucho, su pene se ponía cada vez más duro a medida que avanzaba la hora.
Alfredo me dijo que parara y me recostara, lo hice y él se puso sobre mi. Con mucha delicadeza fue poniendo su pene dentro de mi vagina y me penetró con suavidad, ese detalle me gustó, muchas gracias por ser cuidadoso conmigo <3 jaja, lo digo si es que Alfredo está leyendo esto, no se jaja.
Empezamos entonces, él movía su pelvis muy bien para mi gusto. Así que por mi parte intenté darle más ánimos, me puse a gemir para que se motivara y pensara que lo estaba haciendo excelente.
Así estuvimos un buen rato, hasta que en serio me pasó lo que menos esperaba, me estaba excitando en serio. Alfredo hacía unos movimientos que me fueron dejando cada vez más mojada y mis gemidos se volvieron reales.
Con mis manos en su trasero, intentaba apretarlo contra mi para que tratara de meterlo más profundo. Él, por su parte, no se puso violento ni nada, se movió más rápido pero no con esa agresividad del típico hombre que quiere tirar y acabar pronto.
Entre gemidos, mientras aun le sujetaba los glúteos, Alfredo se la jugó y me besó en la boca. Yo me dejé llevar y le correspondí, no duró mucho eso sí, supongo que no quería que yo pensara mal de él o algo así. Siguió besándome el cuello hasta que tomé su cara y le regresé el beso. Sus penetraciones se volvieron más rápidas mientras empezábamos a jugar con un beso bien calentón y apasionado, me encantó para ser muy sincera.
Él me sujetaba una pierna con la mano mientras que con la otra me tomaba del hombro. Estuvimos así un buen rato hasta que me pidió que cambiáramos de lugar, él abajo y yo arriba. Estando él acostado, me fui sentando sobre su pene con cuidado y empecé a cabalgarle encima.
Alfredo me tomaba de la cintura mientras yo me movía entre leves saltos, en serio que estaba muy motivada con este cliente jaja. Yo estaba buscando llegar al orgasmo, el sexo estaba bastante bueno y el hombre no terminaba todavía.
Lo único que hacía era cabalgarle y hacerlo rápido, porque sentía que ya estaba pronto de llegar al orgasmo que deseaba, pero toda la idea se me acabó cuando escuché a Alfredo gimiendo de placer. Su cuerpo se estaba relajando totalmente y entendí que él ya había terminado.
Me quité de encima al instante con una cara de "qué onda?!" jaja, y el condón estaba ahí, lleno de semen. Así que mientras Alfredo iba al baño para botarlo a la basura, yo comenzaba a vestirme. Me puse el sostén y ni siquiera alcancé a ponerme el calzón cuando él regresó. Me pidió que me detuviera y me echara otra vez en la cama, y obedecí con muy poca gana jaja.
Me quedé mirando al techo hasta que sentí otra vez la lengua de Alfredo, jugando con mi vulva ahora con más ganas que antes. Las ganas me volvieron de la nada y sólo reaccioné a agarrar la cabeza del hombre para presionarla contra mi.
Entre su lengua y sus dedos estuvo jugando en mi entrepiernas, mientras que yo, soltaba gemidos llenos de la excitación que llevaba encima. Lo único que quería era acabar e irme satisfecha del lugar. Y así fue hasta que luego de tanto jueguito, mi cuerpo tembló y me sentí completamente relajada, como si un gran peso se me quitara de encima.
Sentía mis mejillas enrojecidas mientras volvía a levantarme para vestirme. Había sido genial, Alfredo se la había jugado para ayudarme a acabar también, eso se lo agradecí en el momento jiji, fue amable de su parte. Al menos era el único hombre que me permitió tener un orgasmo.
De su billetera tomó el dinero necesario y me lo entregó, para luego salir de la habitación. Lo seguí y nos fuimos en su auto de regreso a la ciudad. Estuvimos conversando durante el viaje en muy buena onda y me preguntó si podía invitarme a salir, a lo que le respondí que no salía con clientes jaja. Se desanimó un poco, pero así son las cosas simplemente.

Gracias por seguir leyendo mis experiencias, había un chico que me preguntó en comentarios si había podido viajar a Brasil. La verdad es que eso se verá en las próximas publicaciones jiji. Espero que les estén gustando los escritos, y también agradezco su buena onda y los buenos mensajitos que me han mandado. Gracias por la educación que han tenido algunos pocos, en serio, ustedes valen muchito, los amo.
Nos vemos en la próxima.
Bye <3

 

Jiji, un poquito sii

 

Esa es la idea