hace unos meses iba llegando a la casa y un cabro chico saltaba por la ventana hacia fuera...alcancé a agarrarlo, lo metí a la casa y le saqué la cresta; le pegué tanto a ese cabro, que se meó y cagó del susto, le salía sangre por las narices y como yo, cada vez me enrabiaba más, más le pegaba, total, si llamaba a los pacos al cabro chico cuando mucho lo iban a retar. Anduve como dos semanas perseguido pensando en posible venganzas....no pasó nada...