Conexión al Wifi

Recordando encuentros que valgan la pena mencionar, me acordé de uno que pasó con una vecina en la epoca en que vivia en casa de mis padres. Más menos esto sucedio hace unos 3 años en pleno verano. Todo era normal, ese día habia llegado de mi oficina y llegando a mi casa una vecina que vive en unas casas de la mia me dice:

- Hola Gabriel

- Hola Maria Eugenia (me carga el termino vecina)

- ¿Como estas?

- Bien..llegando de la pega y tu?

- Asi veo... sabes... quiero pedirte un favor... me puedes configurar mi tele al wifi de la casa. En la mañana se cortó la luz y se desconfiguró.

- Ok, te parece que vaya a la casa en 1 hora más... quiero ducharme, cambiarme y comer algo-

- Te espero en un rato más

La verdad me daba lata ir, ya que ella es muy conversadora. Sabia que si iba, estaria un buen rato allá. Ella tiene aprox unos 55 a 60 años y es viuda hace ya un par de años. No tiene hijos y casi nunca recibe visitas. Fisicamente es bastante atractiva para su edad. Mide 1.60, tez blanca y cabellos castaños. Tus curvas son bastante normales (de hecho diria que es bastante delgada) , solo notaba que es bastante voluptuosa. Pero nunca me habia llamado la atención, ya que por lo general suelo tener pareja y en ese entonces tenia pareja.

A eso de las 20horas y partí. Mi idea era ver el tema de su wifi e irme rapido a mi casa. Yo solo me puse un short (tipo traje de baño) y una polera sin mangas. Asi que fui a su casa y golpeo la puerta de su casa y me abre la puerta.

Me hace pasar a su casa y me hace sentar en el sillón, tenia el llibro de instrucciones de la tv y el control remoto. Con esto, prendo la tele y mientras esperamos que se cargue la tele comenzamos a conversar puras ambiguedades. En ese momento me doy cuenta de un detalle, ella llevaba tan solo un vestido de una pieza (tipicos de verano), que dejaba la mitad de las piernas al descubierto y lo más que me llamó la atención, no llevaba sostén y sus pezones se marcaban disimuladamente, no sé pero logró llamarme la atención. Alli me senté a su lado y tomé el control retomo de la tv, no podía evitar mirarla de reojo, mientras ella pasaba las páginas del libro de instrucciones, como buscando alguna ayuda. Lo que debia hacer era meterme en el menú de la tv y listo, pero hicé el tema de que era dificil para extender más este momento.

Mientras me hacia el que buscaba la solución para conectar su tv, me fije en sus pechos, que si bien no se notaban (no era con escote grande), me tenia un poco caliente al ver las marcas de sus pezones, asi que me acomodaba en el sillón para ver algún descuido de ella y verla, hasta que de pronto ella dice:

- Gabriel, ¿quieres que algo para tomar?

- Un jugo, si es que tienes o aguita no mas.

Ella me levantó y no sé por qué me fijé en su culo que llevaba un colaless o tanga, ya que el vestido era muy ajustado en alturas de sus caderas. Al minuto vuelve, se agacha para servirme el vaso de jugo, pero al agacharse me fije en sus tetas y en lo poco que se vio por su escote y de pronto me vuelve a decir:

- Gabriel, ¿Que te pasa?

- Nada, ¿por qué preguntas? - Dije perplejo, mirándola mientras ella sonreía…

Por intuición seguí su mirada hacia mi pantalón corto y ya me di cuenta del motivo y de su sonrisa, yo tenia una erección considerable.

- Así no puedes volver a casa o quizás que diran tus padres... Quizás piensen que estabas viendo pornografía conmigo-, me dijo sin dejar de sonreír

- Tranquila Maria Eugenia, se me pasara enseguida, ya me queda poco para terminar de configurar la tv.

Y de pronto sentí su manotazo en la pierna.

– Hay Gabriel, ¿cómo es que una vieja como yo te ha puesto así?

– No eres vieja Maria Eugenia, pero además ese vestido que llevas te queda de maravilla y una cosa lleva a la otra- le dije mientras no apartaba la vista de sus pezones ya marcados…

– ¿Esto es lo que te gusta? -, apartó su mano de mi pierna y comenzó a jugar con los breteles del vestido y se baja el vetsido a la altura en que terminan sus tetas, dejandolas a mi vista.

Me quedé paralizado por unos segundos, sin saber que decir, yo era todo ojos para mirar, sus tetas eran bastante grandes y caídas (como era de esperar en una mujer de su edad) y en medio sus pezones grandes y oscuros. No pude evitarlo y llevé una mano a sus tetas, fue un impulso que en ningún momento traté refrenar y al contrario de lo que pensaba, sus tetas eran suaves (como las de una mujer joven), levanté la vista y me miraba sonriendo con dulzura y aquella sonrisa y aquella mirada tan me terminaron de poner a mil. Y ya eran mis dos manos acariciando sus tetas, sus pezones, y pude ver como sus ojos se cerraron y su sonrisa era una mueca de placer…

Seguí acariciándolas con mucho deseo, cada vez me arrimaba más a ella, estaba casi encima de ella y en otro irrefrenable impulso, acerqué mis labios a los suyos y le dejé caer un beso en los labios, ella los entreabrió un poco dejando paso a mi lengua y fui correspondido con su lengua, suave y mojada con la saliva de ambos, mi mano rodeaba su cuello pero la otra llevaba su propio ritmo e iba subiendo de a poco su vestido, el cual ya lo tenia a la altura de su cintura, asi que bajé mi mano y metí mis dedos bajo su colaless buscando desesperadamente su concha. A estas alturas ya me sentía más dueño de la situación, ella continuaba con los ojos cerrados y la boca entreabierta pidiendo mi boca, su respiración estaba agitada y se le notaba muy excitada.

Mi mano fue abriéndose paso atravesando su monte de venus, pude sentir algo de vello bajo entre mis dedos, ella fue separando las piernas lo suficiente para que mi mano y mis dedos taparan toda su vulva, sentí que apretaba fuerte las piernas sobre mi mano para no dejarla escapar de allí…

Volví a besarla y que así aflojara la presión de sus piernas sobre mi mano y así poder acariciarla mejor, comencé un masaje suave sobre toda su sexo y no tardó mucho en poner mi mano bajo mis pantalones cortos buscando mi pene, hasta que lo encontró y comenzó a manosearlo de arriba a abajo, mientras mis dedos buscaban la entrada de su vagina, hasta que le dije.

- Mmmm la encontré, le dije susurrando al oído

Estaba suave y suficientemente húmeda para que mis dedos entraran sin dificultad, y en aquel momento pensé, ahora si es mía del todo. Ya no la besaba, la miraba mientras la acariciaba, nos acomodamos en el sillón y ella al ser una pequeña y delgada, fue fácil de mover y manejar, así que la coloqué de forma que toda su concha estuviera en mi mano y con la otra pudiera acariciar bien la cara, los labios, el cuello las tetas y asi observarla como gemía con mis dedos dentro de ella. Y comencé a masturbarla despacio, sintiendo sus contracciones de placer y escuchando sus gemiditos y sus tetas se movían a un lado.

Estando asi no tardo en correrse en mi mano, aceleré la presión de mi dedo masturbatorio conforme sus jadeos se incrementaban y sus gemidos se hacían más audibles, una contracción involuntaria de sus rodillas y unos ojos como platos me advirtieron de su corrida, rápidamente y entre convulsiones orgásmicas apoyó su mano en la mía terminado de guiar la presión a su gusto.

Luego de ese orgasmo ella poco a poco se fue incorporando con algo de mi ayuda, hasta que la volví a tener de frente…

Seguía sonriéndome con esa sonrisa dulce que tanto me había excitado, volvió a mirar mi pantalón y yo volví a seguir su mirada…

- A esto habrá que darle una solución, no puedes volver a casa así…

Yo negaba con la cabeza y una sonrisa, pero ella me dice

– Ponte de pie

Seguí sus instrucciones y me levanté, ella se acercó hasta ponerse justo sentada enfrente de mi…

Me bajó los pantalones y apareció como un resorte mi pene, duro a mas no poder y pude ver como abría la boca y se introducía todo mi pene en ella. Notaba que estaba caliente, pero el placer de su oral era indescriptible.

Cogió mis huevos por la parte de abajo, estirándolos y a la vez guiandolos con destreza hacia su boca para chuparlos. La miraba y la la veia atareada con mi pico y bolas, mientras que sus tetas se movían al compás de sus movimientos. Con ese nivel de mamada de ella, no tardé en correrme, le avisé para que ella hiciera lo que quisiera, apartarse o dejarme venir en su boca…

- Maria Eugenia, me corres- Le dije muy agitado

- Maria Eugenia me estoy corriendoooo

Ella seguía con mi pico dentro de la boca, parecia no escucharme, hasta que no aguanté más y me corrí en su boca. Alli noté sus lamidas y arcadas y me di cuenta que se tomó toda la leche sin sacar mi pene de su boca.

Tardé unos segundos en poder reaccionar, ella no hizo nada hasta que me vio relajado, se la sacó de la boca con cuidado y me subió el pantalón cubriéndome la polla que acaba de chupar.

- Que rica leche, hace tiempo que no tomaba leche- me dijo

- Que bueno que te gustó.

No sabía que decir la verdad, me quedé sin palabras, nunca pensé que pasaría algo asi.

Tomé el control remoto, hice la conexxión al wifi y me dice:

– Gracias por todo Gabriel, si te vuelto a necesitar te volveré a llamar

– Hasta pronto Maria Eugenia.

Y nos vestimos y me acompaña a la puerta de la calle.

Pasaron unos días y me dice que nuevamente tenia problemas con la conexión, pero esta vez me la dice un sabado en la mañana y alli pasó lo demás. Follamos varias veces, hasta que me entregaron mi departamento y ahora rara vez que voy donde mis padres la veo y cuando la veo, siempre hay una sonrisa de aquellas "conexiones al wifi"