NO AGUANTE Y ME TIRE A MI SOBRINO. Tercera parte y final

Luego de entrar a la cocina y encontrar al gordo con mi sobrino se produjo un silencio profundo.
- de que hablaban que se quedaron callados?
-nada mi amor... le decía al sobrino que yo encontraba muy wapa a su polola.
- eso es verdad. Se saco la lotería con tan linda y buena niña. Sobrino, cuide y no haga cosas las cuales puede traerle problemas... no la pierda por tonteras y menos por calenturas.

con esa frase se retire de la cocina haciéndome la loca. Sentí como ambos me miraron al salir. Yo me había puesto un vestido largo delgadito y muy escotado que hacía ver muy grande mis pechos. Además intencionalmente no me puse sostenes asi que se notaban mis pezones.

luego de un rato veo a mi sobrino con mi marido preparando la parrilla para hacer un asado. Ellos estaban tomando cervezas mientras preparaban todo para el almuerzo.

En mi cabeza pasaban mil cosas, mil pensamientos... recordaba lo visto en la noche cuando vi a mi sobrino tirarse a su polola y que hacía nada que me lo había follado pero todo eso me perturbaba más al recordar lo que había escuchado en la conversación entre mi marido y mi sobrino.

No dejaba de pensar que si podía ser capaz el gordo de meterse con esa cabra chica... pensaba en que le podía calentar a él, en los problemas que nos podría acarrear como pareja, los problemas familiares si se enteraban de que mi marido se había metido con esa niña y lo peor... que pasaría si el la pudiese dejar embarazada, ósea... la niña sólo tenía 16 años. Algo que debo reconocer es que ella es muy linda y tiene un físico espectacular por lo que no representaba su verdadera edad, ella se ve muy mayor, yo diría de unos 23 a 25.

La cosa es qué pasó la hora. Los hombres seguían en el patio haciendo el asado cuando en eso sonó el timbre, me paré y al abrir la puerta me encuentro con la polola de mi sobrino.
- hija, que sorpresa . Pasa pasa
-Gracias tía.
- no la esperaba por acá. Mi sobrino no me dijo que venía a almorzar.
- si tía, me llamo y me dijo que viniera para que nos bañáramos en la piscina y que el tío estaba haciendo un asado
- ah, le voy a tirar las orejas por no avisar.
- no le aviso? Si incluso me dijo que el tío nos iría a dejar en la noche a mi casa.
- entonces le tiraré las orejas a los dos
- Tia, no se enoje, si quiere me voy.
-no cabra chica. Pasa y anda a hacerles compañía que están en el patio.
- ya tía. Gracias

Estaba enojada y no sabía cómo reaccionar con los dos weones calientes porque sabía sus intenciones, los había escuchado y no podían decirme que no. Pero al final me hice la loca y me fui a la cocina a preparar las ensaladas.
Estaba concentrada cuando pasa mi marido y le digo porque no le avisaron que venía la cabra chica y el me dice que mi sobrino le había pedido permiso y que le dijo que no había problema. Se dio media vuelta y se fue al baño
A los minutos entra la cabra chica y me dice que si podía cambiarse de ropa en mi pieza. Le pregunto porque se iba a cambiar ropa y le dice que se quería poner traje de baño.
Para no hacer problemas me mordí la lengua y le dije que si.
Pasaron los minutos y la niña no aparecía y mi marido tampoco así que fui a ver qué pasaba. En eso que voy dando la vuelta en el pasillo y me topo de frente con mi marido y le pregunto porque se había demorado tanto y me dice que estaba en el baño haciendo del 2.
Lo miro con una cara no muy agradable y el vino, le agarró, me da un fuerte beso en la boca para luego con su mano saca uno de mis pechos y le da un beso rico a mi pezon que en ese momento los tenía muy duros.
Yo me calenté y bajo mi mano. Se la meto por debajo del pantalón para agarrarle el pico y me llevo la sorpresa que andaba sin calzoncillos y además tenía su pico muy duro.
- y tu? Porque andas asi?
- porque más rato te voy a follar mi gordita. Prepárate .
- no será por otra cosa?
-no amor. Usted me pone así de caliente.

estábamos ahí cuando escuchamos que se abre la puerta de la pieza y viene saliendo la cabra chica. Se había puesto un bikini que le hacía resaltar mucho su físico. La parte de arriba era bien pequeña dejando buena parte de sus pechos sin tapar. Para abajo no se distinguía bien cómo era la tanga porque traía un pareo que tapaba su cola pero eso no impidia ver sus piernas que se les veían bien lindas. Nada que decir linda y cuerua la cabra chica. A esas alturas ya estaba sintiendo celos por ella. Jajaja

Ellos dos se fueron al patio y yo aproveche para ir a la pieza. Miraba la cama y no podía dejar de pensar en mi sobrino así que vine y me saqué los calzones.
Salgo de la pieza y me pillo en el pasillo a mi sobrino que iba al baño.
-Tia, nos tiene botados, vaya con nosotros...
- y para que?
- Tia. Quiero que me acompañe. No sea mala.

mi sobrino me miraba con unos ojos de deseo que se le notaba a kilómetros. Eso a mi me calento y le dijo que terminaba en la cocina y me iba para afuera con ellos.
él seguía mirándome, sus ojos iban de mis pechos a la cara y así sucesivamente.
-te gustan hijo?
- si tía, me encantan.
- pero tú polola también tiene lindos pechos.
-si tía, pero los suyos me provocan y le hacen sentir cosas distintas... me encantan

sin pensarlo me saque una pechuga y agarro de la cabeza a mi sobrino para meterle toda la teta en su boca.

el solo cerraba los ojos y mamaba como un bebé.

me salí y le dije que se preparara porque cualquier cosa podía pasar.

al llegar a la cocina me asome por la ventana a ver al gordo en qué estaba.
Ahí estaba él conversando con la niña. Podía ver cómo conversaban y que él la miraba disimuladamente. Cuando ella se daba vuelta él se acomodaba para verle la cola. luego de unos minutos el saco sus lentes de sol que llevaba en la cabeza y se los puso... estaba claro que hizo eso para que la cabra chica no notara que él la miraba y sobretodo que se clavaba en sus pechos.
tenía rabia de lo que estaba pasando, cómo podía ser tan descarado. estaba a punto de ir donde ellos y dejar la cagada... pero justo siento que me agarran de la cintura y que me afirman fuerte de las caderas. Yo doy un suspiro cuando en eso siento algo duro en mi trasero.
miro hacia atrás y era mi sobrino.
- Tia, le puedo decir algo con todo respeto?
- hijo, lo único que quiero es que me faltes el respeto como tú sabes.

el cabro chico entendió el mensaje, yo me apoyo en el mesón de la cocina levantando un poco la cola. Siento como el con sus manos se saca su verga Yo sin quedarme atrás levantó mi vestido sintiendo cómo el acomodaba su pico tratando de buscar por donde entrar.

Ambos nos movimos haciendo una presión fuerte entre nosotros sintiendo cómo su pico se acomodaba hasta que sin darme cuenta el vino y le la metió entera y de una por mi culo...
fue inevitable el gemido de dolor y placer al sentir toda su verga dentro de mi
Nos quedamos quietos por unos segundos hasta que el lentamente comenzó a moverse.
Yo agarre el paño de cocina y le lo llevo a la boca para morderlo y así no gemir.
Mi niñito estaba tan caliente que no alcanzo a metérmela mucho hasta que acabo y me lleno toda la cola con su rica y caliente lechecita

Menos mal que en el patio mi marido y la polola de mi sobrino estaban concentrados conversando con la música fuerte.

mi sobrino se salió y me dio un abrazo fuerte con un beso en la mejilla y me dice -“ Tia, más rato vengo por más...”

yo me hice la loca, me fui al baño a limpiarme mi colita porque sentía cómo salía la leche y caía por mis piernas.

luego de salir del baño me paro nuevamente a mirar por la ventana que estaba sucediendo en el patio. Estaban los tres parado alrededor de la parrilla
El gordo con los utensilios dando vuelta la carne mientras mi sobrino tenía abrazada a su polola dándole agarrones en su trasero.

no se porque pero me dieron celos. Ya a esa altura no entendía nada. Lo único que quería era que el gordo se agarrara a esa pendeja y la partiera en dos frente a mi sobrino para que él terminara con ella y se quedara conmigo para seguir teniendo esos encuentros ricos

ya sentados en la mesa comimos y tomamos un rico vino.
Mi marido me sirvió una copa a mi y a mi sobrino. Yo le digo porque no se sirvió a la niña y él me dice que no porque es menor de edad... ahí le digo que no hablara pendejadas y que le sirviera porque el costillar era pesado y se debía tomar con vino. Ahí mi sobrino le pasa su copa y me dice que no me preocupara porque ellos dos tomarían de ahí.
Ya terminando el almuerzo me doy cuenta que nos habíamos tomado tres botellas de vino entre los tres. Mi sobrino me miraba de reojo las tetas y mi marido miraba a la pendeja.
Yo por debajo de la mesa comencé a pasar mi pie por la pierna de mi sobrino mientras con mi mano acariciaba la pierna de mi gordo.
Podía sentir que tenía caliente a los dos.
Hasta que no aguante y comencé a tocarle el pico a mi marido. Él se hacía el loco y disfrutaba lo que hacía hasta que yo con mi pie empecé a subirlo sobre la pierna de mi sobrino llegando a su pico que también lo tenía grande y duro.
Estábamos de lo mejor conversando cuando la polola de mi sobrino se para para ir al baño y yo vengo y le digo lo bien que le quedaba su traje de baño. Ella ya se le notaba las copas así que estaba más risueña así que me dice riéndose que gracias por el cumplido
- pero hija, sáquese ese pareo para ver su bikini.
- ya tía....
La cabra chica se saco el pareo y wow. Mi sobrino y mi marido quedaron helados, sin palabras... yo me paré al lado de ella y la tomo de una mano dándole una vuelta para que ambos pudieran ver lo bien que se veía.
Era una tanga chiquita que hacía lucir muy bien su trasero, yo diría que era perfecto. por delante se le marcaba su conchita y por detrás tapaba lo justo marcando bien las curvas de su cola.

- ya tía, voy al baño que estoy que me hago.
- ya hija. Vaya pero no se me demore mucho
-bueno Tia .

Me quede sola con mi marido y mi sobrino diciéndoles lo regia que era la cabra
Ahí mi marido dice
- es estupenda, imagina cuando tenga unos 20
-porque viejo? Te gusto? Te pasan cosas ?
- no vieja. Solo estoy dando mi opinión de hombre
- lo se, por eso te pregunto.
- por eso le digo. Usted sobrino está comiendo puro filete.

mi sobrino se reía y no decía nada hasta que le llegó un mensaje a su celular. Él lo lee y me dice que no había papel en el baño yo mire a mi marido y le digo que le lleve el
Él sin pensarlo dos veces se paro y fue a dejarle el papel a la cabra.
Yo aproveche que nos quedamos solos y me meto por debajo de la mesa y voy directo a chupársela a mi sobrino.
-Tia, no por favor. Pueden llegar.
- no llegarán.
- como sabe eso tía?
- no se haga el loco sobrino... lo sé todo.
- que está diciendo tía ...
-los escuche a los dos hablando en la cocina y se que tú tío le tiene ganas a tu polola y que a ti te calienta eso...

Él se quedó en silencio y agarró mi cabeza fuerte para que me metiera su pico lo más profundo en mi garganta

Pasaban los minutos y ellos no llegaban y mi sobrino se para y le dice que iría a ver qué estaba pasando. Yo le digo que lo acompañaba

nos fuimos lentos y sin meter ruido, la puerta del baño estaba cerrada así que le digo que fuéramos por el patio a ver por la ventana que estaba pasando en el baño.

pusimos unos pisos y nos subimos a mirar y la sorpresa fue grande.

ahí estaban los dos. Mi marido tenía a la cabra chica en 4 haciéndole un anal. Luego de un min el se salió y ella se arrodilló frente a él para chupársela. Yo y mi sobrino quedamos con la boca abierta al ver cómo la cabra chica lo hacía. Era una verdadera experta. Sabía lo que hacía. Además tenía la capacidad de poder metérsela entera sin hacer arcadas. Hasta que en eso él se sale y comenzó a acabar en las tetas de la pendeja que lo estaba pajeando mientras él descargaba toda su leche en ellas.

Con mi sobrino nos bajamos y nos fuimos para adentro de la casa. Cuando íbamos entrando el me agarra en la cocina y me hace que se la chupe.
Yo se lo hice tan rico que no duro mucho y comenzó a acabar. Mientras estaba acabando el me saco las tetas y empezó a hecharmela en ellas.
Estábamos en eso cuando escucho a la cabra chica que lo llama.
Yo me salgo y le subo el vestido y ambos nos fuimos a la mesa. Ahí estaban los dos sentando cómo si nada hubiese pasado.
Seguimos compartiendo hasta que mi marido se le ocurre ir a la cocina a buscar un bajativo
Ahí seguimos conversando hasta que se hizo tarde y yo le digo a mi marido que teníamos que ir a dejar a la niña a su casa.
Nos arreglamos y nos subimos al auto y partimos a casa de ella.
Al llegar a su casa ella nos hace pasar y nos ofrece una tasa de té.
Aceptamos la invitación.

Lo que continúa es para otra historia.
Opinen que le gusta leer sus comentarios.
Saludos