Cumpliendo mi fantasia con una madura

Hola comunidad, de hace años que estoy aquí, siempre como lector, ya que creía que no podía llevar a las letras mis experiencias, pero el ocio de la pandemia me dieron las ganas de tirarme a la piscina.

Esta historia transcurrió en el otoño del 2013, en una ciudad aledaña a Santiago. Para contextualizar, llevaba más de 2 años sin tirar, mi última polola en ese entonces me dejó mal y con una autoestima peor, lo que me volvió tímido frente a las féminas. Para agregar, mi contextura siempre fue atlética, ya que desde chico que practico artes marciales y ya más grande me puse a jugar rugby. Por lo mismo tengo una contextura maceteada y alto. (Ahora 2020 con la clásica ponchera chelera).

El 2013 fue un año bastante extraño para mi, ya que todos mis amigos del liceo se fueron a estudiar a la U, y como no habían universidades en mi ciudad, se fueron para distintos lados del país. Yo, con 19 años, me había ido como el orto en la PSU, por lo cual me quedé trabajando ese año en mi pequeña ciudad. Me sentía más solo que la chucha, no tenía a nadie con quien salir a carretear, y las fotos de mis amigos con sus nuevos compañeros mechones me deprimían cada vez más.

Mi timidez me impedía dar el siguiente paso con una mina, y eso me empezó a afectar, ya que fue la época donde más porno consumí y en la que más me masturbaba. El porno que consumía era de maduras y MILF's, ya que siempre fantaseaba con tirar con una mujer mayor que yo, pero no veía la forma de hacerla realidad.

Toda esta introversión, me llevo a ser un usuario activo en Badoo, pero sin éxito. Sin embargo, llegué a un portal llamado Locanto, en el cual se ofrece/busca de todo, desde una retroexcavadora hasta escorts. Cuando exploré la pestaña de encuentros, me encontré con una publicación, en donde una mujer de 32 años buscaba un hombre para tener encuentros sexuales ocasionales, no mencionaba mayor detalle, por lo cual envié una solicitud con mi correo para conversar.

Es importante mencionar que yo estaba bien nervioso, ya que -como dice el dicho- pueblo chico, infierno grande, imaginaba que aquella persona podía conocerla, ser un familiar de un conocido/amigo, etc. Lo cual me hizo enviar un correo y no me whatsapp.

En un par de días recibí una respuesta de esta mujer, que llamaremos Fernanda. En la respuesta me dejaba en claro su parada, una mina rockera, onda vikinga, que quería tener un folla amigo menor que ella. Yo estaba extasiado, no podía creer que estaba pasando, más aún cuando me contó que era divorciada, el clásico cliché de las porno que veía.

En un par de mails, en donde intercambiamos fotos (nada sexual), ya me di cuenta que era terreno seguro, así que intercambiamos números. Ya por whatsapp, coordinamos un encuentro en su casa, ella era de una comuna aledaña a mi ciudad, que yo conozco bastante, por lo cual no era problema para mi llegar.

La tarde anterior al encuentro, estaba muy nervioso, por una parte me pasaba el rollo que la mina fuese cualquier wea menos la mina, y también por mi nula experiencia sexual en ese entonces. Recuerdo que le di la dirección a un amigo por si no aparecía en unos días, y para lo otro con la mejor cara de aweonao fui a comprar condones y sildenafil, con el fin de tener una maratón de sexo.

Y llegó el día, quedamos de juntarnos tipo 9 de la mañana, en una plaza cerca de su casa. Llegue puntual y le avisé que me fuera a buscar, unos momentos después vi a una mujer blanca, de 1,70 mt. con un abrigo negro, pelo rojo y corto, se acerca y me llama por mi nombre, nos saludamos y me invitó a su casa que estaba a la vuelta de la esquina.

Al llegar a su casa ella me invita a un café, al cual acepto. Ella se quita el abrigo y recién puedo analizar sus atributos, unas caderas generosas, un poco rellenita y unas tetas... ufff.... que ni en las mejores porno las había visto, eran enormes. Y todo esto con ropa encima, un jeans negro ajustado y una polera de Maiden sobre una primera capa. Ya sentados en la mesa, Fernanda, me trae un café, el que al tomarlo, no logro disimular mi nerviosismo, ella se ríe y me pregunta si estaba seguro, a lo que dije que si sin dudar. El café terminó y me invitó a subir a su pieza, en donde aprovecho de pedir el baño para tomarme 2 pastillas. Me mojé la cara, un breve mensaje de motivación y salí a su pieza...

Al llegar a su pieza, veo que ella solo estaba en ropa interior, lo cual hizo que se me erectara el pene de una forma impresionante, atónito frente a ella, ella se saca el sostén y deja caer esas enormes tetas, de pezones café, que estaban parados y duros, yo sin dudas me fui a comer esos melones, los manoseaba, le daba pequeños mordiscos a ellos pezones, ella soltaba unos ricos gemidos. En unos momentos ya estábamos los dos desnudos, yo seguía comiéndome esas tetazas, mientras ella me masturbaba mi pene que estaba durísimo. Sobre la misma ella me dice "te la voy a chupar y quiero que te corras es mi boca", va hacia mi pene y empieza a mamarlo, masajeando mis bolas suavemente y jugando con su lengua en mi glande, ella no paraba de chuparlo, como si de hace tiempo que no probaba un pico, al rato ella me dice "tómame del pelo", la tomo del pelo y empiezo a moverla, hacia arriba y abajo, ella no dejaba de chuparla como loca, ya a los 2 minutos estaba por correrme, mis gemidos le avisaron, no podía decir ni una palabra con lo extasiado que estaba, ya por correrme ella me dice "dame tu leche", a lo cual le eyaculo en toda la boca, con todas las ganas que tenía guardadas de hace años, y ella como buena perra se trago hasta la última gota de mi caliente semen.

Después de eso, nos besamos apasionadamente, en donde yo empecé a jugar con mis manos en su depilada vagina, tocando tu clítoris y masturbándola. Ya a los 10 minutos, mi pene ya estaba como fierro, y yo solo pensaba en culiarme a esa madura vikinga. Le digo que quiero que me monte ya que quería ver como se movían esas tetazas, ella ya estaba muy mojada y caliente, pero antes coloca un DVD de Megadeth - que coincidentemente es una de mis bandas favoritas- , yo en ese momento busco en mi pantalón un condón, ella me ve y me dice "no te lo pongas, quiero que me llenes el choro de leche", eso me transformó, no se pero me puso muy caliente, me acuesto y ella se monta sobre mi, agarra mi pene y lo pone en la entrada de su vagina, yo sin esperar la penetro y al ritmo de Tornado of Souls nos dimos durísimo, ella moviendo sus caderas y yo penetrándola sin parar, sus tetas rebotaban como dos balones de basquet, en donde yo solo me limitaba a comerme esas tetas y escuchar sus ricos gemidos al ritmo de la música.

Ya a la tercera canción, ella se había corrido 2 veces, y yo ya estaba listo para rellenarla con mi leche caliente, agarro sus caderas, la muevo a mi ritmo y comiéndome sus tetas suelto un gemido junto con todo mi semen que llenaba hasta lo más profundo de su vagina. Nos besamos y nos acostamos para descansar para la otra ronda.

En esa escena post sexo, empezamos a hablar de nuestra vida, en donde yo empecé a preocuparme por mi irresponsabilidad de tener sexo sin protección con una desconocida. Cuando ella toma la palabra, empieza a contar detalles de su vida, detalles que me dejarían perplejo... pero esa es historia para otro relato...

Agradezco infinitamente a quienes leyeron mi relato, sé que me excedí en el uso de la palabra pero creo que era necesario hacerlo en el primer relato. Cualquier sugerencia es bienvenida, la idea mejorar en esto del relato. Pido disculpas de antemano si hay fallas en la redacción o faltas de ortografía. Dependiendo del éxito de este relato, veré si cuento la segunda parte.