pajita antes de dormir

Hola ! desde hace unas semanas no tenia sexo y por supuesto, mi cuerpo estaba deseoso, con unas ganas inmensas de tocarme pero también estaba con demasiado trabajo por lo que cada vez que llegaba a casa, solo deseaba acostarme a dormir.

Para aquellos que aún no me conocen, les cuento que soy una chica de 28 años. morena Mido 1.73 aproximadamente, pelo castaño. Tengo un cuerpo relativamente normal y sin dudas unos senos de un buen tamaño.

La otra noche, luego de bañarme me puse una polera vieja que uso para dormir, una tanga negra y me acosté. Hacía un poco de calor, asique encendí el aire acondicionado y luego me cubrí un poco con la sábana.

No me podía dormir, daba vueltas en la cama y no lo conseguía. No sé bien porqué, pero en ese momento decidí desnudarme e intentar dormir de esa manera ya que me parece la mas cómoda. Asique me quite todo y quedé completamente desnuda.

Por supuesto que continuaba dando vueltas en la cama a causa de mi insomnio, pero con cada movimiento, podía notar como mis pezones se iban endureciendo. También comencé a sentir un leve cosquilleo en mi zona íntima. Es que el rozar de la suave sábana en toda mi piel, estaba resultando excitante.

Intenté quedarme quieta para conciliar el sueño, pero por supuesto no lo lograba. Me encontraba acostada hacía un lado y suavemente comencé a acariciar mis muslos, mis caderas y mi abdomen. El cosquilleo regresó.

tomé mis audífonos y el teléfono. Busque en el sitio porno que suelo ver, algún vídeo lésbico (como siempre digo, es algo que me enciende al instante), encontré uno de unas chicas que estaban toqueteándose entre ellas. Seleccione el vídeo pero dejé el teléfono a un lado, no quería verlas, solo escucharlas.

Mientras estaba recostada, con mis ojos cerrados, escuchando a estas niñas darse placer pude notar como mi vagina se humedecía y mis manos comenzaron a recorrer todo mi cuerpo con sutiles caricias.

Las chicas del vídeo comenzaron a gemir con más frecuencia, mi pelvis estaba prendida fuego y no dejaba de moverse.

Llevé una de mis manos hacia mi zona íntima, estaba más que lubricada. Completamente mojada. Comencé a pasar mis dedos arriba y abajo, podía notar mis labios y clítoris completamente hinchados de la excitación.

Estaba tan mojada que mis dedos resbalaban sin problemas, mi respiración ya estaba entrecortada y agitada. Metí dos dedos en mi y un gemido salió de mi boca. Metí uno más y comencé a moverlos con fuerza y rapidez en mi vagina. Mis gemidos se sumaban a los del vídeo porno y eso me hacía poner aún más caliente.

Deje mis dedos dentro y con la otra mano empecé a tocarme el clítoris. Sentí un placer indescriptible, sentía que iba a explotar del placer en cualquier momento.

Las chicas del vídeo estaban tan excitadas como yo, escuchaba como querían entre ellas llegar al orgasmo al mismo tiempo, podía sentir una electricidad recorriendo todo mi cuerpo y mi vulva contraerse, expulsando fluidos con cada movimiento de mis manos. En ese momento mis gemidos ya eran en un tono mucho más alto que el vídeo.

Me entregué por completo al placer que me estaba dando y seguí tocándome hasta que sentí mis manos empaparse con los fluidos que salían de mi vagina. Tuve un orgasmo más que explosivo, extremadamente placentero, de hecho, ahora mientras escribo el relato, ya estoy mojada de nuevo de solo recordar lo que fue. Y ahora que lo pienso, de esa paja ya han pasado un par de días, así que creo que me voy a acariciar un rato antes de dormir

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