Jugueteo en la Tina (ANAL)

Eran las 11 de la noche y estaba en la ducha tomando un baño de agua caliente. Ya sabía que iba a hacer esto, lo planee desde que tomé uno de mis juguetes un plug anal justo antes de entrar al baño, estaba en la tina me acomodé mientras una lluvia de agua caliente caía sobre mi cadera y sobre mi mano que sostenía una de mis nalgas, separándola de la otra mientras jugaba con la barra de jabón poniéndome resbalosa y espumosa.
Dejé el jabón a un lado y tomé el plug lo puse en mi boca para bajar lentamente y rozarlo en mis pezones ya que por ser metálico siempre está frio haciendo que mis pezones se endurecieran, bajo un poco mas y presiono la punta fría contra mi ano que empieza a dilatarse al contacto.

Me encanta la sensación de mi cabello mojado adherido a mi rostro y sus puntas adheridas a mis senos y mi espalda, el agua tibia que golpea mi cadera y mi abdomen y a veces salpica mis pezones, sensibles al tacto del agua y de mis dedos furtivos, que se escapan de mis nalgas hacia ellos para hacerme gemir suavemente mientras la punta del juguete cada vez esta mas adentro, muerdo mis labios al sentir ese placer intenso cuando siento que ya está todo adentro, jugueteo un poco entre presionándolo un poco y haciendo movimientos circulares , de vez en cuando sacaba el plug para enjabonar mi mano e introducir mis dedos.
Las partes del cuerpo donde la piel es más delicada suelen ser más sensibles a mi propio toque, es por eso que el éxtasis que me generan mis propios dedos metidos en el culo es mayor que el que me genera cualquier otro objeto.
Bastó con introducir tres de mis dedos hasta la segunda falange y moverlos en mi interior con un efecto de vaivén similar al que uso para estimular mi punto g cuando masturbo mi vagina, y puedo retorcerme con la sensación de que exploto en placer, sentir que mi interior no resiste el toque de mi piel, sentir que el aire de la habitación no alcanza para suplir la necesidad del ritmo de mis jadeos, y es así como mi cuerpo que se retuerce entre la espuma, mis piernas abiertas y mi vagina expuesta a la lluvia de agua tibia, hacen que mi calentura quiera mas, y en vista que lo que mi cuerpo anhelaba era mas placer tomé uno de los otros juguetes mucho mas grande y lo metí por completo.

Reboté sobre él ya que tenía ventosa, con las piernas abiertas para que el agua tibia cayera sobre mi vagina al tiempo que la tocaba, me penetraba con desespero. A veces bajaba tanto en cada rebote, que el glande del dildo chocaba con lo más profundo de mi recto y mis nalgas chocaban contra el suelo de la tina. A veces subía adrede lo suficiente para que se saliera y, así, al volver a bajar se introdujera de nuevo para sentía con deleite cómo esa gran cabeza se abría paso por medio de mi ano estrecho, sin perder el ritmo metía mis dedos en la vagina hasta que, por fin, estallo en placer. Mis piernas temblaban y no era capaz de mantener la posición, me dejé caer sobre mis nalgas, apoyando mi espalda en la pared; sentía el dildo en el fondo y dolía un poquito, pero lo disfruté, ordené todo y salí del baño con las mejillas naturalmente ruborizadas y el cuerpo hirviendo por supuesto satisfecha hasta que lo haga con uno de verdad.




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