El Canterano (Parte 5)

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 22 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Las cosas con Juan iban muy bien, dejé que pasara el tiempo para que él se pudiera dedicar bien a sus entrenamientos y yo a mis estudios, igual nos juntábamos de vez en cuando para hacer alguna que otra práctica jajaja. De a poco fue mejorando y agarrando confianza en sí mismo, ya no tenía esa ansiedad de antes y sus eyaculaciones ya se tardaban un poco más. Era capaz de aguantar un poquito más conmigo jajaja
Así que lo estuve entrenando como correspondía.
Con el tiempo, decidí que ya era tiempo de hacerlo con todas las ganas posibles del mundo jaja. Le dije a Juan que después de que jugara el partido que le tocaba en la semana, lo iba a invitar a mi depa. Yo estaba segura de que eso lo iba a motivar mucho más, porque estuvimos haciéndolo en silencio todo el tiempo, pero en mi depa podíamos hacer lo que quisiéramos sin que nadie llegara a molestarnos.
El día en que había partido, había una lluvia tremenda. Parecía como si estuvieran tirando agua con balde como dicen los mayores jaajaja. Igual con Cata llegamos a ver a nuestros chiquillos, como buenas niñas que somos.
Lamentablemente ese partido lo acabaron perdiendo, el otro equipo jugaba super bien y no pudieron haber hecho nada contra ellos. Pero eso no tenía por qué bajarle los ánimos a Juan, lo abracé y le di un beso bien rico jiji. Le dije que lo iba a estar esperando para que nos fuéramos al depa, así que para que se preparara para lo que se le venía.
Él me sonrió con complicidad y se fue corriendo jaja, Cata me preguntó qué le había dicho y le conté lo que tenía planeado. Ella puso la misma sonrisa y me levantaba las cejas jaja. Me dijo que tuviera cuidado de no romperlo, porque tenían más partidos por jugar. Yo le respondí que iba a tener cuidado con él, porque como es más jovencito, probablemente iba a ir con todo jajja.
Más tarde habiendo llegado al edificio, el guardia nos dejó pasar y llegamos hasta mi depa. Juan se quedó de ojos grandes mirando el interior y entonces empecé a masajearle los hombros desde atrás. Él se relajó un ratito hasta que se dio media vuelta y empezó a besarme. Nos comimos la boca como si no hubiera un mañana, el beso se había vuelto cada vez más apasionado y me llevó hasta el sillón.
Ahí empezamos a hacer un quemarropa mientras me quitaba la parte de arriba de la ropa, me dejó con los pechos al aire y comenzó a besarlos y chuparlos. Nos estábamos poniendo muy calientes y yo lo único que quería era hacerlo luego.
Le quité la ropa a él también para después quitarme los pantalones. En ese momento él se la jugó y me hizo un oral demasiado exquisito, parece que le enseñé bien jiji. Con su lengua estuvo jugando un buen ratito y con sus dedos me penetraba de a poquito la vagina. Después quise hacerle lo mismo a él, me intentaba levantar del sillón, pero él me sujetó de la cadera y me puso en 4 así muy a la rápida. Estaba tomando el control de la situación y yo apenas me podía sujetar con una rodilla en el sillón y otro pie en el suelo.

Juan: Ahora si vas a saber lo que es bueno.
Yo: ¿Ah si?

Con la punta de su pene empezó a darme golpecitos en las nalgas, luego empezó a rozarlo con mi vulva y yo sentía que era una tortura, lo único que quería era que me lo metiera y él estaba ahí, puro jugando no más.
Me tuvo jadeando un buen rato hasta que por fin se decidió a meterlo poco a poco. Mi cuerpo tembló en ese momento y sentí cómo me iba a embistiendo. Con ambas manos me sujetaba de la cadera y me presionaba contra él en medio de la penetración. Sinceramente no sabría cómo explicar lo excitada que estaba en ese momento, pero creo que Juan se estaba dejando llevar mucho y eso me gustaba mucho. Lo escuchaba gimiendo tras cada embestida y yo hacía lo mismo, estaba gimiendo con unas verdaderas ganas pidiéndole más.
En cuanto escuchó eso, fue como si le hubiera dado un segundo aire. Me empezó a penetrar con más fuerza que antes y mi potito sonaba con el choque de sus piernas. Mis gemidos sonaban mucho más que antes y le pedí que me tirara del pelo. Él lo hizo y me calenté mucho más :O
Me agarró del hombro intentando atraerme a él para besarnos. Me tenía tomada de las caderas y ya nos estábamos besando. No había nada más excitante que eso y realmente me estaba volviendo muy loca.
Luego me hizo bajar un poco sobre el sillón y sus embestidas se volvían más enérgicas. Me comentó que ya se venía y entonces le pedí que se fuera dentro de mi, que no pasaba nada porque me estaba cuidando. Ya saben lo que me encanta que el hombre se vaya dentro, es algo tan exquisito.
Él se presionó mucho más contra mi y entonces lo escuché gemir, fue que noté que ya había eyaculado. Dentro de mi pude sentir el cómo su semen chorreaba y recorría todo mi interior. Una sensación realmente indescriptible si me preguntan.
Ambos nos quedamos acostados en el sillón, jadeando, cansados y mirando el techo mientras la lluvia golpeaba la ventana de mi departamento.

La historia con Juan aun no termina, ¿eh? Aun queda mucho por contarles jiji. Espero que les esté gustando mucho, por eso mismo es que estoy subiendo publicaciones más seguido. Los quiero, a todos aquellos que me escriben en buena onda y con respeto. Se les agradece el cariño