El Canterano (Parte Final)

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 22 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Luego de lo que pasó en el sillón, nos quedamos regaloneando un ratito y luego comimos algunas cositas. Yo iba a aprovechar de estudiar más tarde, así que tuve que echar a Juan para su pensión jajaja. Él me contó que la experiencia en mi depa había sido totalmente diferente en comparación con las ocasiones en su pieza. Todo eso porque en mi depa él pudo gemir con ganas y hacer el ruido que quisiera jajajaa, en su pieza no habríamos podido ni siquiera hacer el doggystyle con esa pasión.
Acabamos por juntarnos varias veces durante ese semestre, era prácticamente tener sexo todos los días (exagerando). Porque Juan era nuevo en esa área y quería explorarlo todo. Me empecé a dedicar más en mis estudios y en avanzar los estudios de mi tesis, porque hace rato lo tenía botado igual.
Juan seguía jugando sus partidos y tenía un muy buen rendimiento al igual que en la cama. Su resistencia fue mejorando bastante y eso me gustaba porque significaba que las veces que lo hicimos le enseñé bien jiji.
Sin embargo, no todo podía ir relativamente bien porque casi cerrando el semestre de la U, Juan me avisó que le había llegado una carta de traspaso para irse a jugar en Santiago. Ahí se me derrumbó todo, literalmente creo que me había enamorado de ese niñito y ya se me estaba yendo para otra parte.
Decidí que si se iba a ir, nos tendríamos que despedir como correspondía. Esa misma tarde lo invité a mi depa para hacerle la despedida. Ustedes quizás se imaginarán que pasó de todo al tiro. Y no jajaja, llamé a Cata y a Rut para que me acompañaran, mientras que Juan llegó con su amigo (el chico de Cata); a él no le llegó ninguna carta, así que se quedaba en el equipo de ahí sin atados.
Compartimos un buen ratito hasta tarde, conversamos, reímos y comimos harto. Después, ya pasadas las once de la noche, los demás se fueron y me dejaron solita con Juan. Ahora si que yo ya estaba preparada para despedirme de mi amor futbolero.
Estábamos sentados en el sillón, puse música (su buen reggaetón) y entonces comencé a besarlo muy tiernamente. Igual me daba penita que se me fuera el chiquillo. Me proyectaba con él un poquito. Seguimos besándonos hasta que se volvió apasionado en cosa de segundos, los dos suspirábamos hasta que me tomó de la pierna y me sentó sobre él.
Yo me frotaba con él, que al parecer ya tenía despierto a su amigo y él sólo se preocupaba de besarme y acariciarme. El beso se volvía bien prendido, él me intentaba quitar la polera y yo lo ayudé. Me la quité y él se lanzó a besar mis pechos, lo siguiente que hizo fue quitarme el sostén y ya tenía el torso descubierto Cuando empezó a chuparme los pezones me sentí tan excitada, era tan exquisita la sensación que empecé a soltarle gemidos para que siguiera con más ganas.
Le quité la ropa de arriba y mientras lo acariciaba, él quiso quitarme de encima para sacarse el pantalón. Yo intenté hacer lo mismo y fue justo cuando me detuvo y fue él quien me los bajó para después hacerme un oral.
Estaba ahí de pie y él de rodillas frente a mi. Yo no daba más de lo excitada, me temblaban las piernas y lo único que quería era echarme en el sillón. Lo intenté y Juan no me dejaba mover de ahí :O estaba que caía al suelo jajaja volví a intentarlo y él se movió conmigo. Me caí como saco de papas sobre el sillón y él siguió haciéndome el oral que ya me tenía loquísima.
Terminé llegando a un orgasmo y Juan se salió para sentarse en el sillón. Yo quedé ahí tirada, jadeando agitada y entonces me di cuenta de que ya era mi turno. Me levanté, me arrodillé frente a él y empecé a chuparle el pene lentito. A él le gustaba verme mientras se lo chupaba, mientras usaba la lengua y le daba besitos. Empecé a masturbarlo mientras la hacía el oral y él ya estaba gimiendo de placer.
Luego de un rato él me tomó de los brazos y me besó mientras nos íbamos moviendo en dirección a mi pieza. Él me estaba llevando a la cama y ahí fue que ambos nos tendimos para por fin hacerlo. Él estaba sobre mi y en cosa de segundos y ya me estaba penetrando. La sensación fue genial, él ya sabía cómo hacerlo, así que ya se manejaba mucho más que antes.
Empezó a moverse contra mi y ambos comenzamos a jadear de lo excitados que estábamos. Juan se movía cada vez con más ganas y yo le agarraba el trasero para presionarlo más contra mi. Tenía ganas de que lo metiera todo.
Yo no paraba de gemir tras cada embestida que me daba hasta que él se detuvo, se quitó de encima y tomándome de las caderas me corrió hasta un costado de la cama, dejándome en 4. Se venía mi posición favorita por fin jiji.
Nuevamente me penetró y con muchas más ganas me hizo gemir del placer. Yo lo único que podía hacer era jadear y pedirle que me lo hiciera más fuerte. Empezó a darme nalgadas y descubrí que eso me terminó gustando mucho. Le pedí que me diera más mientras me tiraba del cabello y reconozco realmente que eso me excitó demasiado.
En un momento empezó a embestirme muy rápido y fuerte hasta que se detuvo, sacó su pene, me tomó de las caderas y me dejo de costado en la cama (Según el Kamasutra es la posición del Tornillo). Ahora me volvía a penetrar y yo seguía gimiendo y jadeando de lo agotada que estaba comenzando a sentirme.
Después de un rato decidí tomar yo el control, así que me senté encima de él y seguí cabalgándole como loca. Estaba muy excitada y lo único que quería era hacérselo y dominarlo un ratito. Sin embargo, no me duró mucho esa posición ajaj, porque logré llegar a otro orgasmo y Juan aprovechó para volverme a dejar en la posición del Misionero y ahí quedé acostada con él encima de mi.
Me penetraba con más fuerzas que antes hasta que luego de un buen rato, me dijo que ya se estaba viniendo. Le pedí que lo hiciera dentro y entonces él me embistió con más ganas y rabia, que entre sus gemidos y jadeos, sentí su semen recorriéndome por dentro.
Empecé a besarlo con algo de penita, porque con esa eyaculación se decía que finalmente ya nuestra relación se estaba acabando. Él se iría para la capital y yo me tendría que quedar ahí. Nos quedamos acariciando un ratito y entonces nos fuimos a duchar para quedar limpiecitos.
En la ducha igual lo hicimos otra vez jajaja y esa vez hice que se viniera en mi boca con un oral que le había practicado.
Esa noche dormimos juntitos abrazados y al día siguiente lo fuimos a dejar al terminal para que hiciera su viaje a Santiago. Esa fue la última vez que vi a Juan y créanme que estuve algo tristona durante varias semanitas.

Ese fue el final de mi historia con Juan, el chico canterano que espero que hoy le esté yendo bien en el fútbol. Seguramente por ahí andará jugando y quién sabe, pronto poder verlo en la selección y decir: "Ese chico fue mi amor durante un semestre"... Juan, aun te recuerdo jajaja
Ya, mucho sentimentalismo xD Espero que les estén gustando mis publicaciones son mis propias vivencias que quiero compartir con ustedes.
Gracias por su mensajitos buena onda de siempre, son los mejores