Mi suegra (parte 6: Hasta que ocurrió)

Sexta parte... Una inesperada pero maravillosa sexta parte que cuando escribí la quinta, tenía un final provisorio, porque efectivamente esta historia se siguió escribiendo y espero que tenga más capítulos. Antes de comenzar y para que no olviden a esta delicia de mujer madura:

- Ella es una mujer madura de 56 años.
- Cabello castaño oscuro, semi ondulado, de largo hasta los hombros.
- Tez blanca.
- Ojos café oscuro que cuando se toma unos tragos de más, se le ponen chinitos y brillosos.
- Pómulos pronunciados que cuando sonríe le hace destacar muy bien sus rasgos faciales.
- Labios delgados, pero que sabe resaltar cuando se los pinta.
- Para mí, un rostro muy bello.
- Estatura cercana a 1,50 m.
- No conserva su físico de los 20 o 30 años (de acuerdo a las fotos de su juventud que he visto), pero pese al paso de los años y los kilitos, conserva muy bien sus curvas, de hecho eso la hace más atractiva a mis ojos.
- Tiene un culo bastante firme y de buen ancho.
- Tiene un par de tetas de un tamaño sobre la media con la caída acorde a su edad, pero que sin duda llaman la atención. Cuando hace frío, le resaltan unos pezones puntiagudos.

Lo que les voy a relatar pensaba que solo ocurría en las películas xxx, pero finalmente me pasó a mí.

Los que siguieron mis relatos anteriores, conocían la complicidad, cercanía y coqueteos que mantenía con mi suegra. Pero luego de la conversación que tuvimos por el “incidente” de sus tetas, la cercanía con ella se fue perdiendo… ¡O eso era lo que yo creía! Todo comenzó el fin de semana pasado que mi mujer había sido invitada a una junta de primas en la casa de una de ellas en la playa. La idea era que salieran sábado a eso de las 11 de la mañana para volver el domingo por la tarde a Santiago. Yo tenía cosas que hacer, algunos arreglos en el departamento, así que tendría actividades por lo menos todo ese día sábado.

Pasaba el tiempo esa mañana y no llegaban a buscar a mi mujer, ya estaban algo atrasadas. A eso de las 12:15 llegaron por ella, bajé para ayudarla a subir el bolso al auto cuando veo que en el auto también venía mi suegra.

Yo: ¡Hola! ¡Ah! Que buena usted también va al paseo.
Suegra: No, es que vengo de la casa de ellas y me van a pasar a dejar.
Prima: Si, pero estamos super atrasadas, tenemos que ir a comprar todavía y nos van a esperar para almorzar allá en El Canelo.

Obviamente siendo un caballero ofrecí yo mismo ir a dejarla, pero quizás inconscientemente la intención era aprovechar la oportunidad de estar cerca de mi suegra.

Yo: Oye pero igual yo la puedo ir a dejar así ustedes van tranquilas.
Prima: ¿En serio? Puta nos ayudarías caleta
Yo: Si claro, igual estoy haciendo unos arreglos en el depa, pero terminando vamos ¿no tiene problemas con eso?
Suegra: No pa' nah, te ayudo incluso. El C (esposo) y el J (hijo) andan arreglando el auto y van a llegar a almorzar tarde así que no hay apuro. les voy a avisar eso sí que me vas a ir a dejar para que se no se preocupen.

Todos de acuerdo, así que las chicas se fueron a la playa y mi suegra y yo subimos al depa. Cuando llegamos me quedaba la mitad de una lata de cerveza que me estaba tomando mientras hacia los arreglos. Le ofrecí si quería una o si le preparaba una michelada, pero ella no es de cerveza.

Yo: Ah verdad que usted no es de cerveza
Suegra: Nopo, no soy muy fanática
Yo: ¿Y si le preparo un gin con tónica?
Suegra: ¿Cuál es ese?
Yo: ¿No ha tomado? Es fresquito igual, con un poco de cascarita de limón.
Suegra: Ya pero suavecito

Le hice el trago, y continué trabajando. Ella al lado mío me acompañaba con su Gin (el cual le gustó mucho) mientras conversábamos temas triviales. Estábamos muy entretenidos conversando. Luego de un rato, ya cerca de las 13:30 horas termino mi trabajo y le digo:

Yo: Ya, estoy listo. Deje sentarme un minuto y la voy a dejar.
Suegra: Si tranquilo, descansa un ratito. Si es temprano aún
Yo: ¿Le gustó el Gin?
Suegra: Si, estaba bien bueno.
Yo: ¿Le hago otro?
Suegra: ¡Uf! Ya pero suavecito

Ahí sentí que algo podía pasar, me entró una calentura feroz. Así que le hice su trago, se lo llevé y nos sentamos en el sillón a seguir conversando. Luego de un rato me dice:

Suegra: Me voy a fumar un cigarrito al balcón
Yo: La acompaño... No le molesta si fumo "algo" también (refiriédome a un poco de weed que tenía por ahí).
Suegra: Jajajajaja ¿y no tení que manejar después pa ir a dejarme?
Yo: Si, pero se me pasa en un rato. Justamente para no tomar.
Suegra: Jajajaja ya dale no mah

Era un poco la combinación perfecta: ella cuando bebe unos tragos de más se pone más coqueta con las miradas que me dedica y yo con weed me caliento a mil.
Nos volvimos al sillón a conversar y en eso comienza a contarme que esto de la pandemia la tenía muy cansada y que tenía ganas de juntarse con gente, sus amigos del liceo, primas, etc. Sentía que su vida cada día se ponía más fome. Yo poco a poco le iba preguntando detalles y cosas que llevaran la conversación a temas más calientes. Luego de idas y venidas ella me dice:

Suegra: Yo tendría que haber disfrutado más en mi vida. Yo conocí al C (marido) y al final ha sido el único hombre de mi vida y es super fome po.
Yo: Sipo me imagino, le faltó probar, digamos, mas...
Suegra: Sipo, haber conocido más. Mas encima con el tiempo las cosas no se ponen mejor.
Yo: Déjeme preguntarle algo un poco más íntimo... Y discúlpeme si me sobrepaso
Suegra: Si, dime no mah
Yo: ¿Hace cuanto tiempo que no tiene sexo?
Suegra: Buuuh, yo creo que ya van unos 5 meses
Yo: ¿Y un orgasmo?
Suegra: Nooo, ahí años

Es ahora o nunca pensé, e hice el acercamiento más osado de mi vida

Yo: Aquí claramente usted lo que necesita es que la pesquen firme y le pongan su buena cacha.
Suegra: Sipo, yo creo (bajando la mirada algo avergonzada)
Yo: Yo creo que eso deberíamos arreglarlo al tiro

Ella me mira con los ojos abiertos y yo me abalanzo sobre sus labios dándole un beso enorme. Ella me lo corresponde y de inmediato sentí como mi pene comenzaba ponerse muy duro. Mis manos comenzaron a tocarla con locura y lo primero que hice fue bajarle los pantalones. Ahí como gentil caballero le dí el placer que hace tanto tiempo no disfruta y comencé a hacerle un jugoso sexo oral. Su concha se abrió como una flor en primavera al contacto de mi lengua con sus labios. Un "aaah" de alivió se escuchó de su boca mientras sus jugos inundaban mi boca.

Pero mi calentura siempre fue con sus tetas así que comencé a manoseárselas bajo su ropa mientras le comía la concha. Me dice: "¡espérate! vamos a la pieza mejor". Nos ponemos de pie y mientras caminamos a la pieza yo me quité toda la ropa, entrando completamente desnudo. Quise seguir comiéndole la concha, pero ella sentada al borde de la cama me dice: "Déjame a mi un ratito", me agarra con firmeza mi pene que en ese momento era una roca y lo mete de lleno en su boca. Fue maravilloso, me calenté en extremo mientras mi pene entraba y salía de su boca. Se notaba que tenía ganas de comerse un buen pene porque lo hacía como mucho ímpetu. Intercalaba movimientos de su lengua sobre mi glande con entradas y salidas profundas en su boca. Luego de un rato le digo: "Déjeme terminar lo que empecé" la tomo de la mano, la pongo de pie y comienzo a quitarle el sweater, la polera, quedando solo con un sostén negro. Ese instante fue maravilloso, como abrir un lindo regalo, así que se lo quito y literal que sentí la excitación mas grande de mi vida al contemplarla totalmente desnuda y tener en frente dos tetas grandotas con unos pezones afilados color rojo oscuro. De inmediato me incliné y comencé a chuparlas. Mientas mi boca se llenaba con su teta derecha, mi mano izquierda masajeaba su teta izquierda, de reojo veía que ella me miraba fijamente.

Luego de un rato, la tomo y la recuesto en la cama, mi cara fue directamente hacia su choro y comencé a comérselo aplicando todas las mejores técnicas que conozco yendo de menos a mas: primero lamiendo la vulva por el exterior de forma suave, para luego con la ayuda de mis manos abrir sus labios exponiendo su clítoris (que en ese momento estaba muy estimulado) para comenzar a recorrerlo por su contorno con la punta de mi lengua haciendo movimientos circulares. Luego de un rato ella estaba como loca, cada vez sus gemidos eran más intensos lo que me hacía calentar mucho. Ya después de un rato me puse de pie, me puse un condón y la monté sobre mí, mi pene entró de forma suave mientras la afirmaba contra mi agarrando su culo. Ambos dábamos un suaves gemido de placer, ella estaba tan lubricada que mi pene se deslizaba muy rico. Yo la miraba montada sobre mí y veía que lo estaba pasando fantástico. Ella cerraba los ojos y movía su pelvis de manera que mi verga entrara bien adentro, sus tetas rebotaban muy rico mientras mis manos le estimulaban sus pezones.

Luego de un rato, quería algo de control, así que la tomo y la recuesto de espaldas, yo me pongo de pie al lado de la cama, le abro las piernas y la penetro de ese modo. Mis embestidas eran cada vez más fuertes, ella se tapaba la boca para no gritar. Llegamos a un punto de tanta intensidad que sus tetas rebotaban al mismo ritmo que mi pene entraba y salía, esa imagen me tenía como una bestia, hasta que ella me dice: "oooh me voy, me voy muy rico", esa frase más la forma en como se apretó su choro hizo que yo también comenzará a sentir como empezaba mi orgasmo: Fue algo mágico, ambos en el clímax máximo al mismo tiempo. Yo sentía que mi pene soltaba litros de leche.

Acabamos exhaustos y quedamos tirados en la cama aún gimiendo. Luego de un rato, silencio. No sabíamos que decirnos. Pasan unos instantes, ella se pone de pie y me dice "¿Me vas a dejar? Ya es tarde". "Si claro" le digo yo. No vestimos, bajamos al auto y partimos. En el camino, ni una sola palabra, llegamos a su casa, ella abre la puerta y se despide con un "chao mijo, muchas gracias" sin levantar la vista.

Hasta ahora eso, no hemos hablado y yo no sé si tomar la iniciativa y hablarle. Tengo sensaciones encontradas: por una parte culpabilidad por lo sucedido, pero apenas recuerdo esa rica tarde con ella me caliento mucho y me dan ganas de invitarla a otro lugar más privado.

Gracias por leerme y espero sus comentarios.

 

Hasta ahora no me he acercado, pero de verdad que me acuerdo y me estremezco de lo rico que estuvo.

 

Noooo, increíbles sus tetas... Rica caída para su edad y un pitón marrón bien rico

 

Fuiste adivino, así mismo fue la historia... Voy a tener que hacer el Relato 7